Al grito de ¡Justicia!, 444 indígenas desplazados por la violencia, entre ellos 140 niños, de Chenalhó, Zinacantán y Ocosingo, en Chiapas, ingresaron al parque central de Tuxtla Gutiérrez para establecerse en plantón.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 24 de noviembre de 2018. Tras caminar durante seis días los 59 kilómetros de la Autopista San Cristóbal de las Casas- Tuxtla Gutiérrez, la caravana de desplazados llegó a esta capital para acampar en la plaza central.
El contingente que salió desde el lunes está conformado por 444 indígenas, entre ellos 140 niños.
En el camino, Rosy Gutiérrez, una de las tres embarazas, sufrió dolores de parto y fue llevada al Hospital Regional, donde dio a luz a una niña.
La marcha recibió víveres de la sociedad civil, la visita de paramédicos de la Cruz Roja, de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y no realizó actividades de boteo en carretera.
Fue integrada por tzotziles y tzetzales desplazados de diversos ejidos que huyeron de sus hogares, unos en 2015 y otros en 2016.
Dejaron sus viviendas porque grupos armados ligados a partidos políticos los obligaron a salir. Antes de la caravana, vivían en bodegas y casas que les prestó el Gobierno.
Catarina López, una de las indígenas de Chenalhó, dijo que esperarán unos días en los campamentos de la plaza central.
En caso que el Gobierno de Chiapas no les dé seguridad para retornar a sus hogares, organizarán otra caravana rumbo a la Ciudad de México.
Texto: Mariana Morales / Agencia Reforma
