Rosa es una de las más de 6 mil 500 mujeres que están a la espera de una sentencia en los penales estatales y federales del país
Ciudad de México, 27 de marzo de 2023. Rosa Silvia Mendoza ha pasado los últimos 15 años y medio de su vida en el penal de Santa Martha Acatitla, bajo un proceso legal que parece no tener punto final.
Fue detenida en septiembre de 2007, acusada de haber aportado datos para el secuestro de su ex pareja, Enrique Garduño, con quien había decidido terminar su relación sentimental.
Ella asegura que es inocente y que en todos estos años ha constatado los abusos de un sistema judicial que no es empático con las mujeres.
“Este lugar (el penal) es sumamente caro. Al principio tenía abogados particulares. Tenía a los abogados de Presunto Culpable. Pero ya no pude más.
“A veces pienso que me tiene secuestrada el sistema”, dijo desde el penal. en entrevista telefónica a El Café de la Mañana, el podcast de Grupo Reforma.
El proceso en su contra, acusa Rosa, ha estado plagado de irregularidades que iniciaron con su detención, pues no hubo orden judicial de por medio. Después estuvo 89 días bajo arraigo y fue víctima de tortura, lo que ya quedó acreditado mediante el Protocolo de Estambul.
Una vez que inició el proceso judicial, las irregularidades continuaron, además de la dilatación del proceso por parte de las personas juzgadoras, Rosa asegura que el único elemento en su contra es el dicho de una persona a la que ni siquiera conoció.
“Ninguno de mis coprocesados me nombra, más que uno que fue torturado y dice la ‘güera de nombre desconocido’, o sea, eso no es una imputación.
“El hecho es que no estaba ni en lugar ni en flagrancia que es en el lugar del hecho ni en el espacio ni en modo ni tiempo”, dijo.
Aunque ya fue absuelta del delito de delincuencia organizada, Rosa Silvia aún está a la espera se sentencia, pues en 2018 un juez ordenó reponer el proceso en el que la acusan de cómplice en el delito de secuestro.
Para ella, se trata de una venganza de Garduño, quien aprovechó sus vínculos con personajes de la política para iniciar el proceso en su contra.
Entre las personas que la ex pareja de Rosa pudo haber tenido vínculos están el ex ministro Eduardo Medina Mora y su hermano Manuel, ya fallecido, así como el ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien está a la espera de una sentencia en una Corte de Estados Unidos.
“Frustraron mi maternidad”
Rosa es una de las más de 6 mil 500 mujeres que están a la espera de una sentencia en los penales estatales y federales del país. Su situación la ha sobrellevado a través de actividades como un club de cine o la enseñanza de italiano.
Sin embargo, lo que más lamenta en todos estos años es haber estado alejada de su hija, a quien por varios años ocultó la realidad de su situación. Así lo expresó en una carta enviada a la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña.
“Dejé a mi hija a los 4 años y no la vi hasta que tenía 8. Fue entonces donde pude comprender mi situación. Me han frustrado mi maternidad”, dice la misiva enviada el 15 de marzo pasado y que se suma a otras enviadas a la Secretaría de Gobernación y Presidencia.
El único contacto que Rosa tuvo con Valentina durante los primeros años de su estancia en prisión fue telefónico. La hoy joven de 19 años cuenta que, a pesar de que su abuela ha cuidado de ella, la ausencia de su madre sí la afectó a nivel personal.
La dilación del proceso es un reclamo común entre las mujeres privadas de la libertad en Santa Martha, de acuerdo con Rosa, quien estuvo entre las 200 internas que expresaron sus preocupaciones a Arturo Zaldívar, quien visitó la prisión en mayo de 2022, cuando aún era ministro presidente de la SCJN.
Actualmente, Rosa está casada con Enrique Guzmán, a quien conoció hace ocho años y quien también ha sido un acompañante en el proceso… que sigue sin llegar a una conclusión.
Texto: Isaac Flores Téllez / Agencia Reforma
