2 septiembre,2023 4:46 am

Locatarios de la nave mayor dicen que tienen poca visibilidad ante clientes

Faltaría más propaganda por parte de las autoridades para que vayan a comprarles sus productos, dicen

Acapulco, Guerrero, 2 de septiembre de 2023. La nave principal del Mercado Central de Acapulco ya fue totalmente demolida después de tres meses del incendio en la madrugada del 5 de junio pasado que arrasó con decenas de locales y afectó la estructura del mercado.

En un recorrido de El Sur este viernes se pudo constatar que el gran terreno todavía tiene escombros y a los obreros que van a construir la nueva nave. También fue notorio que son pocos los locatarios que ocupan los puestos provisionales ubicados a un costado de las ruinas.

Consultados al respecto, comerciantes de la vieja nave principal consideraron que estos pequeños locales no son visibles para sus clientes, por lo que faltaría más propaganda por parte de las autoridades para que vayan a comprarles sus productos.

La secretaria de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Luz María Meraza Radilla, dijo este jueves que tardarán siete meses para concluir el nuevo proyecto de la nave principal, que era la zona de abarrotes del Mercado Central.

Odilia Méndez Salgado, de la cremería Naty, instalada en este mercado desde 1968, estuvo este viernes con sus familiares en uno de los locales provisionales hechos de una herrería sencilla color blanco.

“Estamos tratando de ver cómo vamos a arreglar porque gracias a Dios y a la gobernadora, todas las personas que hicieron posible que nos dieran el apoyo”, dijo a dos días de que Evelyn Salgado Pineda entregara los apoyos en especie o efectivo a los comerciantes afectados por el siniestro de inicios de junio.

Indicó que “con ese apoyo nos estamos reubicando para que la gente sepa que va a haber un área provisional mientras nos hacen nuestra nave mayor”, cuyas ruinas están a unos 50 metros de donde están los nuevos puestos, en medio está el arco techo concluido a mediados de julio.

Odilia Méndez contó que siguió trabajando después del incendio en un local rentado ubicado por la nave de comida y comentó que estos tres meses han sido un periodo “muy difícil porque la pérdida que tuvimos fue mucha, fue grande, y sí nos afectó, la prueba es que estábamos esperando el apoyo para poder acondicionar esto”.

En cuanto a los locales provisionales hechos por las autoridades municipales, indicó escuetamente: “nos acomodaremos, de todos modos no va a ser para siempre, va a ser temporalmente mientras terminan nuestra nave.

Comentó que el ordenamiento en los espacios provisionales fue a partir del censo de locatarios hecho por la dirección de Mercados, “obvio que no es exactamente lo que teníamos porque entonces no cabríamos todos”.

La comerciante, quien siguió el negocio de su mamá y su local fue uno de los afectados por el fuego, reiteró que es un asunto de “acomodarnos donde hay y pues gracias a Dios hay techo, no nos vamos a mojar y tenemos que seguir luchando”.

Sin embargo, sostuvo que “sí nos las hemos visto duras porque nos quedamos sin nada y las ventas bajaron al 50 por ciento, muchas personas piensan que el mercado está cerrado y que no hay manera de cómo llegar donde estamos porque estamos en un cuello de botella, estamos adentro”.

A unos metros, Virgilio Lucas Tomás estaba acomodando su material para hacer piñatas, su oficio. “La verdad es que toda mi vida he estado aquí, aquí he estado siempre”, compartió.

Recordó que alrededor de la 1:40 de la mañana del 5 de junio le avisaron del incendio, “pero cuando yo llegué ya estaba todo quemado”, al igual que toda la nave principal, donde estaba su local. “Pues todo se perdió pues ahí”, lamentó.

Agradeció al gobierno estatal por el apoyo en efectivo que le dio porque la situación sí ha sido “un poco difícil” después de tres meses del siniestro, pero él se mantiene ocupado porque su trabajo es “laborioso pues, no es fácil”: es una hora y media que tarda para terminar una de las piñatas como las que cuelgan en su ahora nuevo puesto.

Alrededor de Virgilio Lucas, a mediodía de este viernes, no había ningún otro compañero comerciante y decenas de locales estaban vacíos. “La verdad es que, como ven, mis compañeros pues no se quieren meter y yo siento que por eso mismo no se meten los clientes”, consideró.

Contó que lleva como unos 20 días en su nuevo puesto, él fue uno de los comerciantes que no ocupó uno de los locales afuera, también montados de manera provisional después del siniestro, porque su mamá está enferma. “Por ejemplo, ahorita ya voy por mi hija, la llevo a la casa para que cuide a mi mamá y me vuelvo a regresar. Así ando”.

El comerciante del Mercado Central dijo que “nos falta mucha propaganda porque nadie viene, aquí ha venido uno que otro cliente, pero que ya conocemos, que ya tengo, pero clientes nuevos no viene nadie”.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Carlos Carbajal