29 junio,2024 5:58 am

Los anuncios ambientales del nuevo gobierno

 

Octavio Klimek Alcaraz

El pasado jueves 20 de junio fue comunicada por la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo la designación de la maestra Alicia Isabel Adriana Bárcena Ibarra como futura secretaria de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del gobierno federal, en adelante Alicia Bárcena. La designación fue recibida en general de manera favorable por la comunidad relacionada con el quehacer del sector de la Semarnat. El primer mensaje es que se designa a una persona de reconocida trayectoria no sólo a nivel nacional, sino internacional para dirigir una dependencia clave del presente y futuro del país. Dado, que el marco institucional de los mandatos legales de la Semarnat es sumamente amplio y complejo, por decir lo menos, si se quiere atenderlos con responsabilidad se requiere designar personas que conozcan a profundidad el lenguaje de lo ambiental.
La crisis ambiental del país y a nivel global no permite que la dependencia sea sujeta a que la manejen personas que llegan a aprender sobre el quehacer de la dependencia, como ha sucedido en momentos infortunados para el país. En ese sentido, Alicia Bárcena tiene una trayectoria tanto en la academia, como la administración publica federal e internacional de gran relevancia. De acuerdo con los datos biográficos de la página de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de la que actualmente es titular, es licenciada en biología por la UNAM, con maestría en la UNAM y Harvard. Fue subsecretaria de Ecología en la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de 1982 a 1986, y posteriormente fue directora general del entonces Instituto Nacional de Pesca de 1988 a 1990. En el Sistema de las Naciones Unidas se desempeñó en múltiples puestos, seguramente uno de los más relevantes es el de haber sido secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). A lo largo de su vida ha recibido un sinnúmero de reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos la presea Sentimientos de la Nación por el H. Congreso del Estado de Guerrero en 2017. En su mensaje videograbado durante la entrega de la presea la entonces secretaria ejecutiva de la Cepal indicó: “el trabajo en el que he empeñado mis esfuerzos se funda en la visión que reconoce a la igualdad como valor fundamental en la articulación del modelo de desarrollo de nuestras sociedades, una visión que emerge con creciente fuerza y urgencia en un mundo que no logra encontrar una dirección en la gobernanza global y regional de problemas económicos, sociales y ambientales que afectan a todos”. Asimismo, “afirmó estar convencida que el desarrollo con igualdad se fundamenta en asegurar al mismo tiempo crecimiento económico, inclusión social y sostenibilidad ambiental” (https://www.cepal.org/es/noticias/alicia-barcena-es-galardonada-mexico-presea-sentimientos-la-nacion-otorgada-congreso). Se le reconoce que durante su gestión como secretaria ejecutiva de la Cepal fue impulsora fundamental del denominado Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, suscrito en 2018 por representantes de 24 países de América Latina y el Caribe reunidos en Escazú, Costa Rica, por lo que coloquialmente se le denomina Acuerdo de Escazú (ver artículo El Sur de 14 de julio de 2018). De hecho, el secretario ejecutivo de la Cepal es quien ejerce las funciones de Secretaría del Acuerdo. Esto da ánimos para pensar que México a través de la Semarnat atenderá con puntualidad dicho acuerdo en los próximos años.
Sus primeras declaraciones indican que tiene claro, qué política ambiental va a realizar, señala en una entrevista el mismo día del anuncio de su designación como secretaria de Semarnat: “Creo que se está cambiando el paradigma económico, el modelo económico que precisa, justamente, de una mirada mucho más integral, donde el medio ambiente y los recursos naturales, debemos movernos del extractivismo a la sustentabilidad, de la cultura de los privilegios a la cultura de la igualdad”. Continúa: “Yo creo que uno de ellos (retos) va a ser el agua, yo creo que la gestión integral del agua en todo el país es un gran dilema, por suerte contamos con la Comisión Nacional del Agua, que es un órgano desconcentrado… Yo diría que estamos en una era de restauración ecológica, este país requiere una gran cruzada de restauración para combatir la deforestación, los incendios forestales, la destrucción, la contaminación, o sea hay una enorme labor que debemos hacer en la restauración del medio ambiente”, abundó (https://diario.mx/nacional/2024/jun/20/hay-que-moverse-de-extractivismo-a-sustentabilidad-barcena-1016713.html).
En lo personal, considero que, para atender estos y otros retos, tiene que fortalecerse al sector de la Semarnat con un mayor presupuesto tanto en gasto corriente, como de inversión. Se requiere fortalecer las capacidades técnicas y operativas de organismos desconcentrados como la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los institutos de investigación como el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), el propio Sector Central de la Semarnat. Pero no sólo en oficinas centrales, sino en las representaciones en las entidades federativas. En general existe una erosión de personal técnico y medios a lo largo y ancho del país para operar la cuestión ambiental.
Además, la secretaria Bárcenas deberá ser muy sabia en seleccionar a los titulares de los diferentes organismos enunciado y sus cuadros de apoyo. Las tasas de cambio en los últimos años de directores general y comisionados en muchos organismos de la Semarnat es verdaderamente alarmante. Eso habla de falta de claridad y perfiles deseables para los puestos designados. No es cosa sencilla. La secretaria requiere gente no sólo de su confianza, sino personas técnicamente capaces, que además conozcan la realidad ambiental del territorio mexicano. Además, es muy fácil perderse de la realidad en reunión tras reunión en las oficinas centrales de la Ciudad de México, y suponer que todo va muy bien, hasta que estallan los problemas en algún lugar del país. Al respecto, se requiere con urgencia iniciar un proceso de descentralización de la gestión ambiental hacia los gobiernos de los estados, para reducir la visión tan centralista del país que ha prevalecido en la cuestión ambiental. De hecho, los gobiernos estatales y en general también la ciudadanía, más allá del discurso, participa poco en el diseño y aplicación de políticas públicas del sector Semarnat. Ahí es donde urge aplicar en los hechos el Acuerdo de Escazú.