Expone que el Estado se vincula con los grupos paramilitares asegurándose así el control territorial y, al mismo tiempo, desmovilizar a quienes defienden la vida y se oponen a sus megaproyectos de muerte
Chilpancingo, Guerrero, 7 de julio de 2023. “El encuentro de la alcaldesa de Chilpancingo Norma Otilia Hernández, de Morena, con uno de los líderes del grupo narco-paramilitar Los Ardillos, Celso Ortega, no es casual, nos enseña que los gobiernos, del partido que sean trabajan con la delincuencia y no para el pueblo”, reaccionó el Consejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ).
En su pronunciamiento: La guerra que recorre al país: nuestro respaldo total al EZLN, en el que expresa su respaldo a los pueblos indígenas de Chiapas que sufren los ataques del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la agrupación indígena guerrerense, integrante del Congreso Nacional Indígena (CNI), señala que la relación del Estado con la delincuencia organizada “es a todas luces una realidad” y una historia interminable.
Expone que, como en Guerrero, en Chiapas los gobiernos prefieren aliarse con la delincuencia organizada y trabajar con los grupos de paramilitares, asegurándose así el control territorial y, al mismo tiempo, desmovilizar a quienes defienden la vida y se oponen a sus megaproyectos de muerte.
“Nos causa mucha preocupación que los cárteles Jalisco Nueva Generación, Sinaloa y otros se muevan en el estado de Chiapas y en su frontera, que estén armando a comunidades enteras que a su vez están dispuestas a atacar a otras y (el presidente de la República, Andrés Manuel) López Obrador mire con desprecio los cuestionamientos respecto al tema”.
Añade que como en aquel estado, “nosotros, mujeres y hombres de la Montaña Baja, Alta Montaña y Costa Chica del estado de Guerrero entendemos la situación, pues la guerra que se avizoraba en Chiapas la vivimos también en nuestro territorio”.
Denuncia que la aparición de grupos narco-paramilitares, “aunado al desprecio y olvido históricos de quienes han gobernado el país, han dejado muerte y dolor: asesinatos, tortura, desapariciones, fabricación de delitos, encarcelamientos y todo tipo de violaciones a los derechos individuales y colectivos, todo eso con la complicidad del gobierno federal, estatal y municipal”.
La organización menciona que el 21 de octubre del 2022 interceptaron (en Chilapa) al presidente López Obrador y le exigieron que hiciera su trabajo de brindar seguridad y justicia, y la respuesta fue el asesinato de tres de sus compañeros el 5 de noviembre: Adán Linares, Moisés Cuapipistenco y Guillermo Linares, “por el grupo de Los Ardillos”.
“Es la misma situación que se vive en Chiapas, en Guerrero, en Michoacán, Colima, Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Morelos, Guanajuato, Puebla, Tamaulipas y en todo el país: Por eso decimos que Chiapas es el espejo de México”.
Denuncia que militarización, la presencia de grupos paramilitares y de grupos de la delincuencia organizada, “son la actual triada con la que el Estado, sirviente de los capitalistas, está reordenando el territorio mexicano para el beneficio de los capitalistas, que avanzan en la apropiación del territorio”.
Afirma que como parte de la militarización del país por el presidente López Obrador los cuarteles, bases militares, retenes, “son filtros para quienes defendemos nuestra tierra, la vida, porque el crimen organizado y los paramilitares se mueven con total impunidad”.
Frente a ello llama a la sociedad a organizarse para defender el territorio y la vida, “pues la delincuencia organizada avanza con la complicidad de los malos gobiernos y si no estamos organizados, en poco tiempo no habrá nada que defender”.
Llamó asimismo a la solidaridad con los pueblos que pertenecen al CNI y con el EZLN, “pues es en los pueblos indígenas donde encontramos hoy en día una de las alternativas más sólidas al capitalismo”.
Texto: Zacarías Cervantes / Fotograma
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