20 octubre,2017 5:57 am

Los pobres no podrán firmar

Margarita Warnholtz

Comenzó la búsqueda de firmas de apoyo de los candidatos independientes. Como nuestro país es de primer mundo, las tecnologías funcionan a la perfección y no hay pobres, el sistema para recoger el voto será a través de una moderna “APP” vía celular o tableta. La  aplicación “es compatible con Smartphone de gama media y alta, así como con tabletas que funcionen con los sistemas operativos iOS 8.0 y Android de 5.0 en adelante”, así lo especifica literalmente el Acuerdo del Consejo General del Instituto Nacional Electoral por el que se Emiten los Lineamientos para la Verificación del Porcentaje de Apoyo Ciudadano que se  Requiere para el Registro de Candidaturas Independientes a Cargos Federales de Elección Popular para el Proceso Electoral Federal 2017-2018.

Si no tienes un Smartphone o una tableta con esos sistemas operativos (me extraña que no diga Tablet o I-pad) o eres de los que no le saben muy bien a eso de usar APPS, no puedes dar tu firma, a menos que localices o pase por tus rumbos algún promotor o alguna “persona auxiliar”, como les llaman en el documento antes citado, que deberá contar con alguno de estos aparatos para recoger tu firma (si es que no se lo roban en el camino).

El mismo Acuerdo del INE indica que se harán excepciones para los municipios donde haya “un impedimento material o tecnológico para recabar el apoyo ciudadano” en los cuales se podrán recabar las firmas en papel. Estos municipios se definirán de acuerdo con el índice de marginación que elabora el  Consejo Nacional de Población (no según si hay Internet o no). O sea que si vives en una comunidad o un barrio con muy alto índice de marginación pero que está en un municipio o ciudad con índice medio o bajo de marginación, no podrás otorgar tu firma sin una “persona auxiliar”. O si tu comunidad no es marginada pero está fuera de “territorio Telcel” – como hay muchísimas– o si es de esas en las que en las estadísticas hay energía eléctrica pero en la realidad no funciona, tampoco podrás hacerlo.

En resumen, aunque se haya establecido una “excepción” supuestamente para quienes no tengan acceso a la tecnología, ésta no abarca a todos los que no tienen acceso a la misma, lo cual impedirá a muchos poder dar la firma a su candidato preferido. Es una excepción mañosa, por decir lo menos. Todo esto, pensando en que la APP va a funcionar bien y nunca se va a caer el sistema (¿será?), pero ese es otro tema.

Y claro, ¿a quién perjudica? A los pobres y a los indígenas que viven en comunidades apartadas que son los que votarían por la candidata del Congreso Nacional Indígena (CNI) y del Concejo Indígena de Gobierno, María de Jesús Patricio Martínez (que los medio llaman Marichuy, no sé por qué, pero no he visto que nadie llame Maguito a Margarita Zavala). También pone en desventaja al candidato afrodescendiente Sergio Peñaloza Pérez, pues muchas comunidades con población afrodescendiente están en las mismas condiciones que las indígenas.

De por sí es tarea difícil recabar 864 mil 536 firmas en 17 estados del país, lo es para cualquiera pero lo es más para quien, como la candidata del CNI, no cuenta con recursos propios para hacerlo y cientos de miles de sus simpatizantes se encuentran fuera de “territorio Telcel” o no tienen “Smartphone”.

Radio Zapatista acaba de denunciar que la telefonía celular y la conexión a Internet dejaron de funcionar en Ocosingo y Altamirano precisamente los días en que pasó por ahí la caravana del CIG para recabar firmas. Independientemente de que las fallas hayan sido intencionales o fortuitas, es un hecho que esto va a suceder en muchas partes.

En síntesis, el sistema de recolección de firmas de ninguna manera garantiza la igualdad en la contienda (como se afirma en el acuerdo del INE); no sólo es desigual sino discriminatorio, con todo lo que eso implica. Yo no pensaba dar mi firma a ninguno de los candidatos independientes, pero ahora se la daré (si logro entenderle a la APP) a María de Jesús Patricio o a Sergio Peñaloza para contrarrestar esa discriminación del sistema. Convoco a otros que tengan acceso a la tecnología moderna a hacer lo mismo.