En los proyectos está metido el crimen organizado que hace que la gente abandone su tierra, advierte el representante de la Rema, Miguel Mijangos. Los dueños del dinero invaden los territorios para saquear los recursos naturales sin importarles los daños que provocan, indica el coordinador de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio y contra la Minería, Miguel Santiago Lorenzo
Texto y fotos: Carmen González Benicio
Malinaltepec, Guerrero.- En el Encuentro nacional contra el modelo extractivo minero, en la cabecera municipal de Malinaltepec, se contaron experiencias en defensa del territorio que enfrentan pueblos indígenas en Zacatecas, Chiapas y Guerrero.
Decenas de participantes llegaron este sábado 7 de octubre a Malinaltepec, Xkua Ixe Ridí (Llano Flor de Corazón, en lengua me’phaa), para participar ayer sábado y este domingo en el encuentro nacional contra los proyectos extractivos, propiciado por el Consejo Regional de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio (CRAADT), a cinco años de su creación.
El coordinador de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio y contra la Minería, Miguel Santiago Lorenzo dijo que resisten los embates de las grandes corporaciones mineras que atentan contra la supervivencia y la madre tierra, y como “buitres” los quieren acabar física y culturalmente.
Señaló que los dueños del dinero invaden los territorios para saquear los recursos naturales, minerales, forestales y acuíferos, sin importarles los daños que provocan, como las enfermedades.
Llamó a fortalecer la organización interna en las comunidades y pueblos, tomar conciencia y unir las palabras sabias para que no pasen las mineras, ni ningún otro proyecto.
El primer apartado fue sobre daños de la minera a cielo abierto, e inició con la exposición de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema), con Miguel Mijangos, sobre el modelo extractivo en México, quien dijo que estos proyectos, como gaseoductos y parques eólicos, están distribuidos en el país y abarcan más del 60 por ciento del territorio, en las comunidades indígenas.
Mencionó que se abusa de la tecnología y la ciencia para acabar con los recursos, porque ahora se mueven cerros enteros, y los territorios persisten por las comunidades que resisten; lamentó que quienes se manifiestan son criminalizados o asesinados.
Pidió poner atención a las “zonas económicas especiales” que buscan la desincorporación de los territorios y la explotación económica en Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Criticó el pago irrisorio de 6.7 centavos por hectárea de tierra concesionada para explotarla sin que haya recursos para mitigar las afectaciones.
Llamó a impulsar la producción interna de las comunidades como una forma de resistir, “alinear las conciencias” para provocar los cambios, conservando las semillas criollas.
Dijo que en los proyectos está metido el crimen organizado que hace que la gente abandone su tierra, por lo que llamó a que siga persistente en la lucha.
Llamó a hacer valer el consentimiento libre, previo e informado desde las comunidades, no el generado por las instituciones, porque ya está reconocido como derecho, y generar los procesos de gobernanza a través de la organización y la toma de decisiones desde dentro de las comunidades.
Dijo que se debe buscar la participación de las mujeres, ya que la estructura agraria es machista.
Grecia Rodríguez y Roberto de la Rosa hablaron de la experiencia contra la minería en Salaverna, en el estado de Zacatecas, donde dijeron que en un primer momento no se dieron cuenta de las afectaciones porque su región es minera, y las afectaciones se hicieron evidentes después, en la contaminación de sus mantos acuíferos, porque el agua la están concesionando a las mineras y a las cerveceras, que roban sus recursos hídricos, razón por la que empezaron a organizarse.
La defensa de la tierra es porque ahí viven y es lo que tienen para sus hijos, argumentan