16 agosto,2021 8:33 am

Los talibán toman la sede presidencial afgana donde planean decretar el Emirato Islámico

El presidente afgano, Ashraf Ghani, huye del país tras la entrada a Kabul de los fundamentalistas. El ex vicepresidente Abdullah Abdullah encabezará el proceso de paz. EU anuncia actuaciones “para asegurar” el aeropuerto de la capital y “permitir la salida segura del personal estadunidense y aliados en Afganistán”; rechaza  comparativos con retirada de sus tropas en Vietnam

Kabul / Madrid, 16 de agosto de 2021. Los talibanes tomaron ayer el control del palacio presidencial en Afganistán y se preparan para declarar su Emirato Islámico.

Los muyahidines entraron en el palacio presidencial y tomaron el control del mismo”, aseguró un comandante insurgente en la capital. “Nuestro país fue liberado y los muyahidines son victoriosos en Afganistán”

El plan contempla decretar el Emirato Islámico de Afganistán, nombre del país cuando gobernaban los talibanes hasta que fueron derrocados por fuerzas encabezadas por Estados Unidos luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En la actualidad, los talibán están dirigidos por Haibatullah Akhundzada y el mulá Abdul Ghani Baradar. Como la mayoría de la población afgana, ellos son esencialmente pastunes, el grupo étnico que dominó el país casi ininterrumpidamente durante dos siglos.

Los talibán anunciaron su entrada definitiva en la capital del país, Kabul, para evitar “saqueos” consecuencia de lo que perciben como un vacío dejado por las fuerzas de seguridad.

“Aseguramos a todas las embajadas, centros diplomáticos, instituciones y lugares y ciudadanos extranjeros en Kabul que no se enfrentarán a ningún peligro”, escribió en Twitter el portavoz habitual de los talibán, Zabihulá Muyahid

Esta noticia tiene lugar tras conocerse que el presidente del país, Ashraf Ghani, abandonó ayer el país poco después de llegada inicial de los talibán a la capital en la culminación de la gran ofensiva que les llevó a recuperar el control del país tras la retirada de las tropas internacionales.

El presidente Ashraf Ghani dijo que huyó de Afganistán ayer para “evitar un baño de sangre”, cuando los talibanes entraron en la capital, Kabul, poniendo fin a una ofensiva relámpago.

Ghani señaló que temía que “innumerables patriotas habrían sido martirizados y Kabul destruida” si él se quedaba.

“Los talibanes ganaron […] ahora son responsables del honor, de la posesión y de la autopreservación de su país”, apuntó Ghani en un mensaje en Facebook.

Ghani no indicó adónde había ido, pero el grupo de prensa afgano Tolo News indicó que podría haberse marchado a Tayikistán.

Por su parte, el ex vicepresidente Abdullah Abdullah, que encabeza el proceso de paz, acusó a Ghani de haberse ido “dejando a la gente en esta situación”.

Abdulá, ahora mismo jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional,  transmitió un mensaje de calma y espera que “este día y esta noche tan difíciles” para el país pasen pronto y que la gente vea “días de paz”, según un vídeo recogido por la cadena afgana Tolo News.

La información inicial procedió de dos fuentes de la misma cadena afgana, según las cuales Ghani se habría marchado acompañado de un estrecho círculo de colaboradores.

“Los combatientes talibanes estarán a la espera en todas las entradas de Kabul hasta que se acuerde una transferencia de poder pacífica y satisfactoria”, dijo el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.

El ministro del Interior en funciones, Abdul Sattar Mirzakawal, indicó que el poder sería entregado a una administración de transición.

“No habrá un ataque a la ciudad, se acordó que habrá un traspaso pacífico”, tuiteó.

Mirzkwal anunció ayer el comienzo de un toque de queda nocturno en Kabul, la capital del país, para proteger a la población ante la llegada de los talibán a la ciudad.

El toque de queda comenzará a las 21.00, horas y afectará a todas las zonas de la capital, de acuerdo con el anuncio recogido por Khaama Press.

Las autoridades afganas anunciaron ayer la creación del llamado Consejo de Coordinación que se encargará de gestionar “una transferencia pacífica de poder” tras la llegada a la capital, Kabul, de la insurgencia talibán.

Este consejo estará formado por el ex presidente afgano Hamid Karzai, el negociador jefe del gobierno afgano en las conversaciones de paz con los talibán, Abdulá Abdulá y el antiguo ‘señor de la guerra’ y líder de Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, una de las figuras ‘muyahidin’ de más relevancia durante la guerra contra la Unión Soviética en los ochenta.

Muchos afganos temen que los talibanes recuperen las extremas prácticas del pasado en su imposición de la sharia, la ley religiosa islámica.

Durante su gobierno de 1996-2001, las mujeres no podían trabajar y se administraron castigos como la lapidación, los latigazos y el ahorcamiento.

Los militantes buscan ahora proyectar una cara más moderada, prometiendo respetar los derechos de las mujeres y proteger tanto a los extranjeros como a los afganos.

Por su parte, el Departamento de Estado y de Defensa de Estados Unidos  anunciaron ayer nuevas actuaciones “para asegurar” el aeropuerto de Kabul y “permitir la salida segura del personal estadunidense y aliado en Afganistán”.

En un comunicado conjunto, explicaron que durante los próximos dos días, 6 mil soldados desplegados en el país tendrán la misión “única” de ayudar en la evacuación y “asumir el control del tráfico aéreo”.

La Defensa de Estados Unidos autorizaron ayer el despliegue de otros mil efectivos militares para acelerar las labores de evacuación.

El secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró ayer que Estados Unidos está evacuando al personal restante en la embajada en Kabul mientras los talibanes ingresan a la capital afgana.

Pero minimizó la salida apresurada de Estados Unidos, diciendo que “esto evidentemente no es Saigón”.

Blinken defendió la decisión del presidente Joe Biden de poner fin a la misión militar estadunidense de casi 20 años en Afganistán, diciendo que fue parte de un acuerdo de retirada que el entonces presidente Donald Trump alcanzó con los talibanes en 2020.

Por su parte, Trump pedió ayer la “dimisión” de Biden, ante la toma del poder de los talibán en Afganistán.

“Es hora de que Joe Biden dimita en desgracia por lo que permitió que le ocurra a Afganistán, junto con el tremendo aumento de la COVID-19, la catástrofe de la frontera, la destrucción de la independencia energética y nuestra economía paralizada”, dijo en un comunicado recogido por la revista estadunidense Newsweek.

EU admite que el terrorismo se puede acelerar en Afganistán

El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, admitió ayer que los grupos terroristas podrían reorganizarse en Afganistán antes de lo que se había previsto, asumiendo que la fulgurante conquista talibán beneficiará a grupos como Al Qaeda.

Así lo reconoció en una conversación con senadores en las que dió ya por obsoleto el plazo de dos años que venía estimando las Fuerzas Armadas para un potencial resurgir terrorista, según fuentes consultadas por el portal de noticias Axios. Milley se ofreció a dar más detalles al respecto en una reunión secreta.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que esta semana dijo no “arrepentirse” de completar el repliegue de tropas, habló ayer por videoconferencia con su equipo de seguridad nacional para conocer de primera mano la evolución de la situación en Kabul, según fuentes de la Casa Blanca.

Entre quienes asistieron al encuentro con Biden figura el secretario de Defensa, Lloyd Austin, que no oculta que “la falta de resistencia con la que se encontraron los talibán por parte de las fuerzas afganas fue extremadamente desconcertante” para Washington, según la cadena CNN.

La ONU se reúne hoy para tratar la crisis en el país afgano

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá este lunes para tratar la evolución de Afganistán, donde la situación se precipitó tras la ofensiva talibán, que culminó ayer con la llegada insurgente a la capital del país, Kabul.

Las delegaciones de Noruega y Estonia ante la ONU, de las que partió la solicitud de reunión, confirmaron en sus redes sociales la cita de hoy, que arrancará a las 10.00 hora de Washington —seis horas más en la España peninsular—.

También Rusia había mostrado su interés por reunir al principal órgano ejecutivo de la ONU. El director del Departamento para Asia del Ministerio de Exteriores, Zamir Kabulov, había confirmado a la agencia Sputnik que su gobierno estaba “trabajando” en esta convocatoria.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, demandó ayer a los talibán y al resto de partes implicadas en la crisis de Afganistán que “actúen con la máxima moderación para proteger vidas y garantizar que se puedan atender las necesidades humanitarias”, después de que los insurgentes hayan tomado el control ayer de Kabul.

El ministro del Interior de Alemania, Horst Seehofer, admitió que la misión de las fuerzas armadas de su país en Afganistán fue un fracaso.

El primer ministro británico, Boris Johnson, manifestó ayer que la comunidad internacional se enfrenta muy probablemente al advenimiento de “un nuevo régimen en Kabul”, a medida que se espera que los talibán declaren el emirato islámico una vez se hizo ya con el control de la capital afgana.

El ministro de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, anunció ayer el traslado de su personal diplomático en Kabul al aeropuerto de la capital afgana ante la llegada de los talibán a la ciudad, aunque aseguraron que las funciones diplomáticas seguirán operativas.

Por su parte, el Papa Francisco se une a la “unánime preocupación por la situación en Afganistán” (Con información de Agencias).

Texto: Redacción / Europa Press