28 octubre,2017 9:45 am

Los viejos y nuevos problemas limitan la acción de gobierno, lamenta Astudillo

 

Entrega el gobernador las condecoraciones estatales y premios al Mérito Civil. Vuelve a quejarse de que si no hubiera violencia Guerrero estaría en mejores condiciones y serían más notables los aspectos económicos y sociales

Nota: Zacarías Cervantes

Foto: Jessica Torres Barrera

Chilpancingo, Guerrero.- Durante la ceremonia de entrega de las condecoraciones estatales y premios al Mérito Civil, este viernes, en el contexto del 168 aniversario de la creación del estado de Guerrero, el gobernador Héctor Astudillo Flores dijo que los viejos problemas, sumados a los nuevos limitan la capacidad de acción de su gobierno, y volvió a quejarse de que si no hubiera violencia Guerrero estaría en mejores condiciones y serían más notables los aspectos económicos y sociales.

Mientras tanto, la activista, feminista y defensora de derechos indígenas, Martha Sánchez Néstor, quien recibió la medalla Vicente Guerrero, y habló a nombre de los galardonados, reclamó que Guerrero tiene grandes pendientes en cuanto a acceso a la justicia y citó los casos de las masacres de Aguas Blancas y El Charco; la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa; el caso de la violación sexual de las indígenas Valentina Rosendo e Inés Fernández, y denunció que todavía, cada día, se suman desapariciones forzadas, encarcelamientos, desplazados, crimines sin esclarecer, además de los grandes impactos por el cambio climático.

La ceremonia se realizó en el auditorio José Joaquín de Herrera, del Palacio de Gobierno, a partir de las 6 de la tarde y fue encabezada por el gobernador Héctor Astudillo Flores, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alberto López Celis, y el presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Eduar Cueva Ruiz.

En aparente respuesta a Sánchez Néstor, en su discurso el gobernador dijo que entiende perfectamente el daño que se ha causado a Guerrero por los pleitos estériles y políticos, además del daño que se le ha causado por los desentendimientos y el que se le ha causado a las muchas familias que han sufrido por la muerte de sus familiares, o por sus desaparecidos.

Luego se quejó de que gobernar Guerrero es una gran satisfacción, pero también un enorme desafío, y que los viejos problemas, sumados a los nuevos, limitan la capacidad de acción de gobierno, “no por ello se debe dejar de trabajar todos los días con optimismo, para superar lo que nos duele, vencer lo que se opone a nuestro bienestar y caminar juntos hacia días mejores”, dijo ante un público poco entusiasmado.

Reiteró lo que ha venido diciendo muchas veces desde su primer año de gobierno, cuando incumplió con su promesa de disminuir los índices de violencia en el estado, que si en Guerrero no hubiera el problema de violencia que existe, “estaría en mejores condiciones”, que los avances en los aspectos económicos y sociales serían más notables.

Astudillo reconoció que en el fondo de los graves problemas de Guerrero está la desigualdad social, que “la falta de oportunidades hace posible que se incremente la delincuencia y se sacrifique la vida de muchos jóvenes”.

Después, también a manera de justificación ante el problema de la violencia, Astudillo Flores expresó que él no gobierna con actos heroicos, “sino con responsabilidad y con decisión” y que la responsabilidad “también exige prudencia, ritmo y continuidad en la acción de gobierno”, pero también “decisión para superar problemas y lograr objetivos”.

En el auditorio habilitado como recinto, además de solemnidad, se percibía pesadumbre entre la clase política, a diferencia de la algarabía y la parafernalia que se ha visto en años anteriores.

A los reporteros, fotorreporteros y camarógrafos se les impidió llegar hasta las primeras butacas de enfrente del presídium. Después, por la presión de fotógrafos y camarógrafos, los dejaron bajar pero sólo de tres en tres, y a los reporteros definitivamente los mantuvieron confinados hasta las últimas butacas del auditorio, siempre vigilados por personal de la Secretaría de Gobierno.

En otra parte de su mensaje, Astudillo quiso entusiasmar a los asistentes, dijo que los guerrerenses están escribiendo el futuro como lo sabemos hacer: “Con valentía y esfuerzo”.

Sostuvo que con esta entrega de premios al Mérito Civil, “se reconoce a guerrerenses que nos brindan un ejemplo claro de que con talento, dedicación y trabajo podemos mejorar nuestro presente y hacer más brillante nuestro porvenir, y especial reconocimiento brindó a la Marina y la Defensa Nacional por el apoyo a los guerrerenses afectados por el huracán Max y el sismo del 19 de septiembre”.

Por último, también recordó que este día se cumplen dos años de gobierno, donde se ha superado la protesta social, la ausencia de autoridad y la frágil gobernabilidad.

Antes del gobernador, había hablado a nombre de los galardonados, el ex secretario de Gobierno en la administración del perredista Zeferino Torreblanca Galindo y coordinador del Congreso local en el sexenio del finado gobernador José Francisco Ruiz Massieu, Israel Soberanis Nogueda quien recibió el premio al mérito denominado, precisamente, José Francisco Ruiz Massieu.

Soberanis aseguró que le cayó de sorpresa el premio, lo que provocó una sonrisa sarcástica del secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame, quien estaba atento a él.

El zeferinista y ruizmassieuista dijo que como ex funcionario también ha fungido como integrante del comité de premiación y que nunca se imaginó estar ahora de ese lado.

Después reconoció al gobernador Héctor Astudillo Flores, dijo que: “Gobernar Guerrero requiere vocación política, disposición inteligencia y capacidad para entender y priorizar las necesidades de nuestra entidad, lejos está de ser una tarea fácil, por eso gobernador reconozco su esfuerzo y cariño a Guerrero y a los guerrerenses”.

Después, también habló la galardonada Martha Sánchez Néstor, quien fue más crítica.

Hizo un llamado a la clase política, para que junto con la ciudadanía se comprometan “para que definitivamente cambie Guerrero”. Dijo que la historia de Guerrero es clara y que ningún cambio se ha hecho sin la movilización social, sin los movimientos de resistencia, pero también sin la voluntad política de los gobiernos.

Reprochó que Guerrero tiene grandes pendientes todavía en cuanto al acceso a la justicia, y citó los casos de las masacres de Aguas Blancas y El Charco. También el caso los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos, y recordó, además, las violaciones sexuales por militares a las indígenas Valentina Rosendo Cantú e Inés Fernández Ortega. Añadió que sobre estos casos, todavía “cada día se suman desapariciones forzadas encarcelamientos, desplazados, crimines sin esclarecer, y grandes impactos del cambio climático, que son necesarios atender”.

“Esto es algo que no nos gusta decir ni escuchar, no quisiéremos que fuera cierto, quisiéramos cambiar la historia, borrarla de la mentalidad social, de los medios de comunicación, pero no es posible, porque sin esta historia y memorias vivas no es posible reconstruir día a día Guerrero”, dijo la indígena originaria de Xochiltahuaca, quien en dos años consecutivos ha sido incluida en la revista Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de México.

Antes, Astudillo Flores le había entregado la medalla Vicente Guerrero; mientras que la condecoración Juan Álvarez fue para el doctor en derecho por la UNAM, Mario Melgar Adalid; la Ignacio Manuel Altamirano correspondió al reconocido chef oriundo de Huitzuco de los Figueroa, Carlos Gaytán.

En cuanto a los premios al Mérito Civil, el denominado Nicolás Bravo fue para Monseñor Carlos Garfias Merlos; el mérito Moisés Ochoa Campos fue para la maestra y política, Magdalena Vázquez de Huicochea; con el mérito Manuel Meza Andraca, se reconoció la trayectoria del gerente de Comercialización de la empresa Distribuidora Conasupo de Guerrero, Severo Oyorzabal Díaz.

Mientras que el galardón Wilfrido Álvarez Sotelo se le entregó a la maestra Elizabeth Beltrán Sánchez, quien participó en el proyecto Diseño de dos estrategias para incorporar la dimensión ambiental en la educación preescolar y primaria bilingüe, en cuatro comunidades nahuas de Guerrero.

El premio Antonia Nava de Catalán se le otorgó a la doctora en Ciencias Políticas y Sociales, Olivia Álvarez Montalván, oriunda de Cuajinicuilapa, el mérito José Francisco Ruiz Massieu fue entregado a Israel Soberanis Nogueda; el Eduardo Neri fue para Héctor Méndez Rosales, El Chino Méndez, fundador del grupo de rescate Topos Azteca.

El premio Juan Ruiz de Alarcón lo obtuvo la licenciada en Filosofía y Letras, Leticia Zubillaga Lacayo; con el mérito Plácido García Reynoso se reconoció a Francisco Mayo Téllez, quién es licenciado en Economía y Maestro en Educación Superior; el Guillermo Soberón fue para Nazareth Quetzalcóatl Marino Hurtado, colaborador en la fundación de materialización 3D en desarrollo de prótesis, en Bogotá, Colombia.

El premio Ignacio Chávez se entregó a Daniel Moreno Chávez, fundador de Reforma, Revista Cambio, El Universal, Milenio, Excélsior, W Radio, el Portal informativo y Animal Político, y el galardón Eva Sámano de López Mateos se otorgó a la Secretaría de la Marina y Armada de México, por su asistencia oportuna y ejemplar en la atención de personas afectadas por los desastres naturales que afectaron a México, tales como huracanes y terremotos.

Además de los representantes de los tres poderes, integraron el presídium el secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame; los senadores Sofío Ramírez Hernández y Esteban Albarrán Mendoza; la diputada federal, Verónica Muñoz Parra; el presidente municipal de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas; el rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán; el comandante de la Novena Región Militar, Germán Javier Jiménez Mendoza; el comandante de la Octava Región Naval, Juan Guillermo Fierro Rocha, y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González.