13 septiembre,2017 11:46 am

De guerrillera a vicepresidenta de Uruguay

Texto: Carlos Castillos (dpa) / Foto: EFE

Lucía Topolansky, esposa del ex presidente José Mujica (2010-2015), pasó de ser guerrillera “tupamara” en la década de 1960 a asumir como vicepresidenta de Uruguay, con una influyente posición en el panorama político de su país, tras una larga trayectoria institucional.

La mujer, que el 25 de este mes cumplirá 73 años, integra el Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector mayoritario del gobernante Frente Amplio (FA) que lidera su esposo y que se integra principalmente con ex guerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros).

De ascendencia polaca, Topolansky comenzó en la vida política en 1967 cuando, junto con su hermana melliza, María Elia, ingresó al MLN, pero cayó presa tres años después, en 1970. Se fugó meses más tarde y fue nuevamente detenida en 1972, hasta su liberación, en 1985, cuando Uruguay recuperó la democracia.

En esos 12 años de dictadura Lucía Topolansky se vinculó sentimentalmente con Mujica, hasta que se casaron en octubre de 2005, en una sencilla ceremonia familiar que tuvo lugar en Montevideo.

Juntos formaron una de las parejas que más incidencia tiene en el gobierno de la alianza progresista Frente Amplio. Topolansky como militante de base primero, después edil (legisladora) departamental por Montevideo, diputada, senadora y ahora con la doble tarea de ser senadora y vicepresidenta del país.

Después de 50 años de actividad política Lucía Topolansky “está un poco cansada”, según declaró Mujica estos días, en medio de la tempestad que derivó en la renuncia de Raúl Sendic, acusado de mal manejo de dineros públicos.

Sin embargo, todos le reconocen su gran capacidad de trabajo, de negociación política para buscar acuerdos internos y fuera de la organización política, en los momentos más complicados.

Al igual que Mujica, Topolansky ha construido su posición en base a un permanente diálogo, no solamente con los actores políticos principales del oficialismo y la oposición, sino también con la gente común, de todo el país.

“Es una profunda conocedora de la realidad”, dijo esta semana el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, al expresar el halago y el honor que significará trabajar con su nueva colaboradora.

Mujica no cree que su esposa sea menos pragmática que él. “No la conocen”, dijo alguna vez. “Tal vez no tenga el carisma que tengo yo, eso es probable, pero es sistemática: como las abejas, como una gota de agua”, describe el esposo.

“Una laburanta (trabajadora) de esas infernales. No de esas que hacen un hecho histórico, sino de las que levantan paredes”, según la definición del ex presidente uruguayo y también fundador de la guerrilla uruguaya.

Desde el sábado, Lucía Topolansky, ya como vicepresidenta, tendrá la oportunidad de ejercer la presidencia de su país hasta el miércoles 20, debido a un viaje a Estados Unidos del presidente Vázquez.

Será la tercera vez en la presidencia, aunque de forma temporal, ya que en abril de 2010 y en mayo de 2013 también debió ejercer como presidenta cuando tanto el entonces presidente Mujica como el vicepresidente Danilo Astori viajaron simultáneamente al exterior.

La forma en la que accede ahora a la vicepresidencia de su país “es una circunstancia no deseada”, dijo hoy poco antes de la sesión de la Asamblea General Legislativa que aceptó la renuncia de Sendic y la nombró en su lugar.

Negó que haya una crisis institucional en su país y, en cambio, señaló que se trata de “una crisis política de la que se está saliendo” y en estas circunstancias siempre “el país estará primero”, advirtió.