26 diciembre,2019 6:31 am

Marca la incertidumbre por el cambio de gobierno las actividades culturales en el estado y municipios

El control desde la federación del presupuesto, el cierre de programas nacionales, los cambio en las de reglas de operación, fueron algunos de los factores. Destaca Guerrero en el Cervantino, en Guanajuato y en el Festival de Teatro Clásico de Almagro, en España.

Primera de dos partes

Acapulco, Guerrero, 26 de diciembre de 2019. La incertidumbre es sin duda la palabra que resume este 2019 en torno a la actividad cultural y artística del estado y de los municipios de Guerrero.

Control desde el gobierno federal del presupuesto, cierre de programas nacionales, cambio de reglas de operación o aplicación de programas cuestionables, algunas de las actividades que abonaron a dicha incertidumbre.

Si bien la llegada a la Presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador generó muchas expectativas, éstas de a poco se vuelven dudas mientras no se ven los primeros resultados.

Para el caso Guerrero, es de llamar la atención que mientras hacia afuera la imagen del estado brilló en lo alto tras su participación en el 47 Festival Internacional Cervantino, hacia adentro la actividad cultural se redujo, lo mismo la independiente que la ofrecida por los gobiernos estatal y municipales.

Mencionar tan sólo que el Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG) fue cancelado en este 2019; el motivo, “porque la Federación decidió que la Dirección General de la Secretaría de Cultura (federal), quien era quien llevaba el programa, lo dejara de hacer y lo administrara ahora el Fonca (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes)”, declaraba en su momento el secretario de Cultura del estado, Mauricio Leyva Castrejón. (El Sur, edición del 24 de diciembre, 2019).

De hecho, ya desde finales del 2018 el funcionario adelantaba las dificultades que atravesaría el sector a lo largo del año y que iniciarían con la cancelación del llamado Subsidio piso, que les permitía operar a todas las secretarías e institutos de cultura del país sus diversos programas.

No obstante, adelantaba que tras una reunión con la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, se informaba que sí habría acceso a los recursos federales pero con otras reglas de operación, mismas que tiene que ver con la forma en solicitar y ejecutar los recursos (El Sur edición del 31 de diciembre, 2018).

Así, desde los Fondos mixtos –proyectos varios propios de los estados– como los Convenios marco –que trabajan con programas como el PECDAG o el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc)– estuvieron sí, en la incertidumbre, desde el arranque de 2019.

Mientras el PECDAG a fin de cuentas se canceló, el Pacmyc apenas y se llevó a cabo entregando resultados hasta el pasado 23 de diciembre.

Finalmente, para febrero un buen anuncio: la negociación de un Subsidio piso de 5 millones de pesos para cada entidad federativa.

No obstante, la mala noticia: las famosas reglas de operación aún no estaban listas y no estuvieron listas hasta varios meses después para poder acceder a ese subsidio.

De hecho, dichos recursos llegarían hasta septiembre. (El Sur, edición del 17 de septiembre, 2019).

Mientras tanto, la actividad cultural se limitó a los festivales y programas de siempre: Jornadas Alarconianas, Feria de la Plata, Festival del libro y la Palabra Acapulco en su Tinta, PazAporte y el apoyo a decenas de fiestas patronales, por mencionar algunos.

Lo anterior, haciendo quedar a la Secretaría de Cultura como un mero instituto.

Todo eso con un presupuesto programado de 48 millones de pesos, mismo que el propio secretario de Cultura, Leyva Castrejón, aceptó que no se pudo ejercer en su totalidad, por lo que algunos proyectos se quedaron en el tintero (El Sur, edición del 18 de diciembre, 2019).

La llegada de Cultura Comunitaria

A la par, el propio gobierno federal echaba a andar sus propios programas en los estados bajo el nombre de Cultura Comunitaria, cuyo propósito es el de “promover el ejercicio efectivo del derecho a la cultura y los derechos culturales de personas, grupos y comunidades”, según su anuncio en su portal electrónico.

Coordinado en Guerrero por Ángela de la Peña, dicho programa inició con una serie de trabajos de “diagnóstico participativo” sobre el estado que guarda la actividad artística y cultural de la entidad (El Sur, edición del 16 de mayo, 2019).

A destacar, que dicho diagnóstico ya lo había hecho la Unesco un par de años antes y del cual se entregaron resultados –que fueron ignorados– siendo la fecha que de los nuevos sólo sus organizadores saben qué pasó.

Lo que sí se sabe, es que de los 28 municipios señalados en el programa, según una entrevista con el secretario de Cultura del estado (El Sur, edición del 27 de febrero, 2019), no se atendió ni la tercera parte y que las actividades se limitaron a los diagnósticos y a la organización de eventos artístico- culturales llamados Jolgorios.

Al cierre del año, por si fuera poco, un grupo de artistas del estado protestaron en Acapulco por la falta de pagos por parte de la Secretaría de Cultura federal para con quienes colaboraron con el programa.

Fueron decenas de artistas y promotores culturales quienes participaron a lo largo del año en diferentes actividades del programa, declaraba la escritora Lauri García, una de las afectadas.

“Participamos en una actividad llamada Jolgorios; nos hicieron facturar primero a nombre de una outsourcing que se llama Viajes Premier (…) pero el sábado pasado (21 de diciembre) por la noche hablé con gente de la organización para pedirme que refacturara a nombre de la Secretaría de Cultura (federal) y no se puede refacturar porque además nos dicen que refacturemos pero sin cancelar la factura anterior y eso es hasta ilegal” (El Sur, edición del 24 de diciembre, 2019).

“A mí me molesta esto, es sistémica la falta de respeto a nuestro trabajo”, agregaba.

El Cervantino: Candil de la calle…

El estado de Guerrero fue invitado a dos actividades muy importantes en el ámbito internacional: el Festival de Teatro Clásico de Almagro, en España, y a la 47 edición del Festival Internacional Cervantino.

El primero se llevó a cabo en la primera quincena de julio y fue la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano, bajo el nombre de Colectivo Teatral de Guerrero y con la inclusión de algunos actores guerrerenses, la contratada para tal fin con la obra El rey de sí mismo de Juan Ruiz de Alarcón.

Del mismo modo, la compañía formada por la propia secretaría, el Colectivo Teatral de Guerrero, para acudir con otro trabajo, El desdichado en fingir, desestimando así a los creadores escénicos de Guerrero (El Sur, ediciones del 6 y 29 de junio, 2019).

Luego, en octubre, Guerrero hizo su aparición en Guanajuato, en la edición 47 del Festival Internacional Cervantino y sin duda lo hizo de manera espectacular: cientos de danzantes ataviados de tigres, tlacololeros, acatecas y diablos desfilaron por dos días en las calles de la colonial Guanajuato asombrando a propios y extraños con sus danzas y bailes.

Música de banda, pequeñas artesanías, pan y mezcal fueron ofrecidas ante la sorpresa de cientos de personas que no dejaban de aplaudir, tomarse una foto e incluso bailar.

A dicho desfile habrán que sumarse las presentaciones de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, primero con el flautista Horacio Franco y el pianista Jorge Federico Osorio en concierto en el Teatro Juárez el 9 de octubre y después, el 27 de octubre, en la clausura del festival en un memorable concierto de alrededor de tres horas con el tenor mexicano Javier Camarena.

Del mismo modo, la presentación del espectáculo Matices. Todos somos migrantes de la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco dirigida por Serafín Aponte y con la participación del grupo de música calentana Los Hermanos Tavira y la propia orquesta.

Así también, del grupo teatral Matrioska, de Acapulco, con su trabajo Agua de coco y un sin fin de grupos folcloristas, de pop, jazz, música electrónica y más.

También Guerrero contó con un espacio propio –Plaza Guerrero-para presentar fuera de la selección oficial del Cervantino una gran cantidad de actividades al tiempo que el gobernador, Héctor Astudillo Flores, inauguraba la Casa Guerrerense, la sede oficial donde se mostró la cultura del estado.

Presentaciones de libros, lectura de obra, artesanías, obra plástica de artistas guerrerenses, textiles tradicionales, muebles de madera, mezcal y café estuvieron presentes.

No obstante, amén de todo lo anterior, del éxito obtenido, de la participación histórica, cabría preguntar lo siguiente: ¿cómo es posible la facilidad con que fluyeron los recursos económicos para la participación de mil 427 personas que estuvieron en Guanajuato por 19 días (El Sur, edición del 29 de octubre, 2019) y no para tener un plan a largo plazo de desarrollo cultural para todo el estado Guerrero?

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: El Sur