27 diciembre,2018 8:56 am

Marcan el 2018 la falta de políticas culturales y recortes al presupuesto

Además, afloraron probables desvíos de recursos federales a partir de decenas de presuntos festivales culturales de poco impacto.
(Primera de tres partes)
Acapulco, Guerrero, 27 de diciembre de 2018. En Guerrero, este año 2018 sólo fue una prolongación del anterior que se caracterizó por la falta de competencia y pericia de los responsables de las políticas culturales, prácticamente inexistentes, en medio del recorte de los presupuestos para el rubro.
Al tiempo que en el estado fue constante nuevamente la desaparición de programas, los problemas de pagos y los adeudos, se percibe en Acapulco que tras el trienio de Evodio Velázquez que concluyó, sólo ruinas quedaron de lo hecho anteriormente.
Mientras tanto, aparecieron dudas sobre presuntos desvíos de recursos federales a partir de decenas de festivales culturales de poco impacto y que afloraron así sin más en la segunda mitad del año, principalmente en Acapulco.
A ello habrá de sumarle de nuevo la apatía de una buena parte de la comunidad cultural que permitió todo lo anterior.
Entre recortes y recortes
A principios de 2018, el secretario de Cultura en el estado, Mauricio Leyva Castrejón, daba a conocer que el presupuesto real y directo que manejaría la dependencia a su cargo sería de apenas 15 millones 300 mil pesos.
Ello, luego de que el Congreso local aprobara el Presupuesto de Egresos del estado para 2018 y que sin bien indicaba que la Secultura tendría un presupuesto de 82 millones 704 mil 900 pesos, el monto incluía una serie de actividades y proyectos que no manejaría la secretaría directamente, aseguraba el funcionario (El Sur, edición del 7 de diciembre, 2017).
Así, el primer trimestre del año nos sorprendió con la cancelación del Programa de Desarrollo Cultural Municipal (PDCM), programa que sólo aguantó una edición, la de 2017.
Dicho programa funcionaba con una bolsa de recursos de la federación, el gobierno del estado y de los municipios participantes y tenía el objetivo de financiar proyectos y actividades que generaran procesos culturales.
Sin explicación alguna de por medio, eso ya no ocurrió.
Lo mismo pasaría meses adelante, por ejemplo, con el programa Rock al mar cuya última temporada ya no contaría con el apoyo de la Secultura, instancia que patrocinó en los últimos años el proyecto que se lleva a cabo tradicionalmente en el anfiteatro de Sinfonía del Mar. (El Sur, edición del 14 de diciembre, 2018).
A pesar de que Leyva Castrejón aseguraba en su momento que estaba protegidos los proyectos estratégicos de la entidad, así como los convenios marco con la federación como el Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG), el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc), las Jornadas Alarconianas, la Semana Altamiranista o la Feria de la Plata, entre otros, esto no fue así porque desde el principio hubo problemas.
Basta recordar que a finales de diciembre de 2017 se anunciaron convocatorias tanto para el PECDAG como para PazAporte con recursos incompletos (El Sur, edición del 21 de diciembre, 2017).
Un PECDAG moroso
El viernes 25 de mayo ganadores del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG) de la edición 2018 firmarían su convenio de trabajo y habrían de recibir el pago de la primera ministración de dicho estímulo pero no sucedió.
Desde el inicio se les indicó que dichos cheques no podían cobrarlos hasta el lunes siguiente, después de la 1 de la tarde, pero luego la noticia: muchos de ellos no tenían fondos.
Así lo dieron a conocer los propios artistas en una carta, de la cual tiene El Sur una copia, y en la que relatan que “cuando se nos entregaron los cheques correspondientes a la primera ministración del estímulo, el día 25 de mayo, éstos estaban sin fondos y algunos de ellos, vergonzosamente, rebotaron en los bancos y otros fueron avisados de no cobro por parte de los responsables del programa a lo cual siguieron los pagos vía transferencia bancaria a las cuentas de los beneficiarios, mismas que se hicieron paulatinamente y de manera segmentada en las dos siguientes semanas”.
“Varios compañeros se desplazaron de otros lugares del estado hasta Acapulco, ya que aquí fuimos citados todos para la primera entrega de recursos y no recibieron el merecido estímulo viéndose en la penosa situación de pasar como mejor pudieron en la ciudad, al grado de que otros beneficiarios radicados en el puerto ofrecieran alojamiento a quien se encontrara sin donde pernoctar”.
Dicha carta de denuncia sería dada a conocer cuando además no se les pagó la segunda ministración del programa varios meses después.
“Hemos sido testigos de muchas irregularidades en el programa en cuanto a organización y ejecución del mismo. Se ha evidenciado la falta de compromiso de parte de los responsables de su coordinación y financiamiento, ya que la comunicación con ellos es casi nula: nadie responde mensajes, ni los correos electrónicos, ni las llamadas telefónicas” (El Sur, edición del 31 de agosto, 2018).
Por su parte, el secretario de Cultura argumentaría que todo lo anterior se debió “a que los empleados del área de Finanzas se fueron de vacaciones”. (El Sur, edición del 1 de septiembre, 2018).
Y pareciera que los trabajadores de Finanzas se fueron nuevamente de vacaciones, porque para octubre la Secultura volvió a quedar mal con la tercera ministración de recursos. En otra carta enviada a El Sur, a la propia Secultura y a la Dirección General de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura federal, solicitaban la entrega inmediata de los recursos correspondientes a la tercera ministración y en adelante, la transferencia oportuna de las ministraciones que restaban. (El Sur, edición del 10 de octubre, 2018).
El PECDAG es un programa bipartita y el monto total que se invirtió para la edición 2018 fue de 3 millones de pesos aportados por el estado y la federación en partes iguales.
Opacidad con PazAporte
Uno de los programas a los que la administración cultural priista le apostó fue al de la continuidad de PazAporte, único programa propio del sexenio y que suele omitir el gobernador Héctor Astudillo Flores en sus informes.
Con una bolsa de 2 millones de pesos, el programa tuvo como objetivos principales promover la convivencia, la promoción de la cultura de la paz y el bien común a partir de la gestión de recursos culturales y artísticos de las comunidades.
En conferencia de prensa llevada a cabo el martes 26 de diciembre del 2017, Leyva Castrejón en compañía del asesor de la Secultura, Leonel Maciel Ramírez, también coordinador del PazAporte además del PECDAG, de las Jornadas Alarconianas y de otras actividades más, daba a conocer que se le daría continuidad a los proyectos de la edición anterior y que hubieran comprobado beneficios a las comunidades donde se llevaron a cabo, rechazando que existiera una lista de proyectos pre aprobados y agregando que sería el Consejo Estatal de Cultura quien revisara los resultados de dichos proyectos pero sin dar fecha para la revisión y entrega de los mismos.
Así y sin informar de lo anterior, sin mencionar el nombre de los proyectos ganadores, sin información sobre las apreciaciones del jurado que los seleccionó o el acta, se dieron a conocer a mediados de mayo a los 19 artistas y promotores culturales seleccionados para el programa, mismos que se harían acreedores a un estímulo de hasta 150 mil pesos por proyecto.
Pero fue hasta el jueves 6 de septiembre que en el auditorio José Agustín Ramírez del Palacio de Cultura de Chilpancingo que los recursos se empezaron a entregar, trascendiendo que en algunos casos sólo fue al 50 por cierto y en otros como el del promotor cultural de La Montaña, Edilberto Díaz Martínez, no recibieron nada. (El Sur, edición del 6 de octubre, 2018).
Sin claridad en las políticas
Más allá de casos particulares como los anteriores, el tercer informe de labores del gobernador, Héctor Astudillo Flores, presentado la segunda semana de octubre de este año, dejó en claro que a medio camino, a tres años de esta administración, no hay un rumbo claro en cuanto a política cultural se refiere.
El arte y la cultura en la entidad mereció otra vez apenas dos cuartillas del dicho informe, cuartillas que son apenas una relatoría de actividades institucionales y que de por sí ha hecho el gobierno estatal incluso antes de esta administración.
Con todo y sus problemas, el PECDAG fue presumido así como las ediciones de este año de la Feria Nacional de la Plata en Taxco, de la Semana Altamiranista, de las Jornadas Alarconianas –a cuyos participantes aún se les debe sus honorarios– y del Concurso y Festival Internacional de Guitarra, que son eventos –de los que no se mencionó en el informe la inversión– realizados desde hace varias administraciones.
Del mismo modo y también sin mencionar montos de inversión se presumen actividades, éstas sí nuevas, como el Encuentro Afromexicano en Cuajinicuilapa, el Festival del Toronjil de Chilpancingo o el III Festival Internacional de Poesía El Avispero de Chilpancingo.
De igual forma, la instalación, apenas el pasado mes de septiembre, de cuatro escuelas de iniciación artística en la entidad: Ajuchitlán, Chilpancingo, Taxco (de la que trascendió que se fueron de vacaciones sin cobrar su sueldo los maestros) y Acapulco, misma que aún no opera por falta de alumnos.
Algunas ferias regionales y patrimoniales, la manutención del Sistema Estatal de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles y otras acciones y actividades institucionales también fueron mencionadas al igual que la realización de la edición de este año del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc) –de la que no hay información sobre su operación– o la impresión de libros cuando tiene dos años que la Colección Editorial de la Secultura debe la publicación de obras de autores guerrerenses que ganaron su respectiva convocatoria y que en casos como el del escritor Federico Vite mejor renunciaron a participar (El Sur edición del 12 de diciembre, 2018).
Todo lo anterior, pese a que en el propio informe del gobernador se destaca que “el gobierno del estado considera el arte y la cultura como un eje fundamental para el fortalecimiento de la identidad y la cohesión social de los guerrerenses”.
 
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Tomada del Facebook del secretario de Cultura estatal, Mauricio Leyva Castrejón