30 junio,2018 5:40 pm

Marchan en Masaya para recordar a los muertos, y en Managua termina en tiroteo (video)

Texto, fotos y video: EFE
Masaya recuerda a los héroes caídos en las revueltas antigubernamentales en Nicaragua
Masaya, Nicaragua, 30 de junio de 2018. Los héroes asesinados por las balas sandinistas en Nicaragua, desde el pasado 18 de abril, revivieron ayer en las calles de Masaya durante una concentración en la que la población alzó su grito nuevamente en memoria de los caídos, cifrados en 285 por organizaciones de Derechos Humanos.
“Restaurar y respaldar” a las familias de las víctimas “cobardemente asesinadas” por el régimen del presidente Daniel Ortega y “hacer una denuncia pública a nivel nacional e internacional de las “violaciones de los derechos”, fueron los objetivos del evento, señaló el líder popular masayo Yubranh Souza.
“Denunciamos el asedio constante que ha tenido el Gobierno de Ortega y las fuerzas del orteguismo en el municipio de Masaya”, donde 35 personas fueron asesinadas desde que comenzaron las protestas contra la gestión del mandatario y su esposa, la vicepresidenta del país, Rosario Murillo.
La proclama de Souza suena como un eco constante en las calles del municipio, un pueblo que no se amilana, que clama justicia y libertad, que llora a sus muertos, pero que no se rinde, que está dispuesto a todo por dejar a los más jóvenes una herencia digna, una Nicaragua mejor, un país libre.
“Yo ya estoy vieja, que me maten”, dijo a EFE Marta Uceda, madre y abuela que lucha por un futuro próspero para sus descendientes, y que está dispuesta a llegar a donde sea necesario para reclamar lo que considera le corresponde al pueblo, que no al Gobierno.
“Lo que quiere Daniel (Ortega) es dejar destruido Nicaragua […] si lo tengo delante se lo digo, le digo que es un asesino. Él sacó a Somoza [expresidente] porque era un dictador y ahora el dictador es él”, exclamó Marta con el dolor de madre y abuela que ve por los ojos de los suyos, que siente con los pies de sus sucesores.
Uceda, natural del barrio masayo de Monimbó, de tradición indígena, no oculta su “zozobra”, porque “a cada rato se nos presentan los antimotines, en todo momento estamos alerta y no podemos dejar que se metan aquí”, pero no está dispuesta a cejar en su empeño de defender lo que considera justo, lo que ve como un derecho.
Marta, a sus casi 70 años, seguirá luchando por una “Nicaragua libre” y contra “el Gobierno asesino” de Ortega, que se escuda tras las balas de armas de guerra, manejadas por la “fuerzas combinadas” gubernamentales, formadas por policías, parapolicías, paramilitares y antimotines.
Hace poco más de una semana, el pueblo de Masaya se replegaba en sus casas por el miedo a la represión y sólo los jóvenes, quienes se jugaban la vida cada día en la calle con las barricadas de adoquines como único escudo, salían a pedir paz y justicia, pero ahora ya nadie calla, todo el mundo da la cara, sin miedo, sin temor.
La anciana recordó que, hace unos días, había menos movimiento, porque los policías andaban por las calles más céntricas del pueblo para atemorizar a los ciudadanos, que se replegaban en sus hogares, pero ahora los agentes policiales no se meten en Masaya.
“Los policías ya no se meten en medio de Masaya, pero están alrededor, lo tienen todo tomado con francotiradores, aquí nos están viendo perfectamente a todos nosotros”, alertó la monimboseña.
Uceda reconoce que se vive “con esa tensión” a todas horas porque “en la noche ahí se ponen los francotiradores en el instituto, en todas partes. La Policía ocupa el parque, los mercados. Si uno sale, se topa con ellos como hormigas”, pero, insistió, “perdimos el miedo”.
Como la mayoría de nicaragüenses, Uceda no se resigna a tanta represión y pide tranquilidad, paz y justicia, reivindica recuperar su vida anterior, una vida sin violencia, sin sangre en las calles, sin asesinatos, sin secuestros, sin tortura.
Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.


La marcha por los niños muertos en Managua termina con un tiroteo que deja nueve heridos
En tanto en Managua, la denominada “Marcha de las Flores”, en memoria de los menores que han sido asesinados durante la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua, terminó hoy con un tiroteo en el que se reportaron al menos nueve personas heridas.
El ataque ocurrió cerca de la rotonda Jean Paul Genie, en el sureste de Managua, donde culminó la marcha que se realizó en homenaje a la veintena de menores de edad que han muerto en las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega.
Testigos del tiroteo afirmaron que el ataque fue perpetrado por un grupo de hombres encapuchados que se encontraban escondidos en una propiedad privada que había sido invadida en la víspera por unos 20 sujetos fuertemente armados.
Los heridos fueron trasladados al hospital Vivian Pellas, según los organizadores de la marcha.
Hasta antes de las agresiones, la manifestación, en la que participaron miles de personas, concurrió sin incidentes.
La denominada “Marcha de las Flores”, convocada por organismos cívicos, partió de la Plaza de las Victorias (centro) con rumbo a la rotonda Jean Paul Genie.
En ella participaron madres, estudiantes, universitarios y población en general, la mayoría portando banderas de Nicaragua y cargando cruces y flores en memoria de los niños y adolescentes caídos durante las jornadas de protestas en diferentes ciudades del país.
Esa actividad, convocada por los organismos Hagamos Democracia, Movimiento por Nicaragua, Movimiento 19 Abril y Movimiento Anticanal, estaba prevista para el sábado pasado, sin embargo, fue suspendida debido a la inseguridad en diferentes puntos del país.
La manifestación de hoy contó con el acompañamiento de representantes de los organismos internacionales de derechos humanos que se encuentran en Nicaragua para monitorear la crisis, según sus organizadores.
Nicaragua atraviesa desde hace más de dos meses la crisis más sangrienta desde 1980, también con Daniel Ortega como presidente y que ha dejado al menos 285 muertos, incluidos 20 menores de edad, según cifras de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
Las protestas contra el Gobierno comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, tras once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Barricadas en Nicaragua con las que los ciudadanos se defienden de los parapolicías en los hechos violentos de los últimos dos meses.

 
La muerte no reconoce las caras de los niños en la crisis de Nicaragua 
También en Managua, murió una persona porque le negaron la entrada a un hospital tras recibir un disparo en la garganta, a otro no le valió suplicar de rodillas por su vida, dos fueron incinerados vivos, el último recibió un disparo en la cabeza. La muerte no reconoce las caras de los niños en una crisis que ha cobrado más de 285 vidas en Nicaragua.
En esta crisis, que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es causada por el Gobierno al reprimir manifestaciones contra el presidente Daniel Ortega, casi el 8,5 % de los muertos son menores de edad y ninguno falleció por accidente.
El caso más emblemático es el de Álvaro Conrado. Con 15 años recién cumplidos, el 20 de abril repartía agua entre manifestantes cuando el disparo de un francotirador atravesó su cuello, según testigos. Un hospital ligado a la familia gobernante le negó la atención, tras lo cual murió. “Me duele respirar”, fueron sus últimas palabras.
Junior Gaitán, otro quinceañero, rogó de rodillas a un oficial para que no lo matara, dijeron testigos. “El Pollito” –como le conocían en Masaya– murió horas después de que el Gobierno celebró el Día del Niño.
Dos semanas después, el 16 de junio, un niño de cinco meses y una niña de dos años fueron quemados vivos junto con cuatro familiares, mientras un grupo de policías rodeaba su casa, según la sobreviviente Cinthia López, vecinos, y videos en redes sociales. El Gobierno alegó “causas desconocidas”.
A la semana siguiente, un bebé de 14 meses recibió un disparo en la cabeza cuando pasaba junto a su familia entre un grupo de policías. El acta de un hospital estatal clasificó el caso como “sospechas de suicidio”.
De las 24 víctimas infantiles, 21 eran varones y tres mujeres; nueve tenían 17 años, cuatro tenían 16, seis tenían 15, uno tenía 14, uno tenía 11, una tenía cinco, dos no llegaban a los 2 años, según la Federación Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabajan con la Niñez y la Adolescencia (Codeni).
Niños sobrevivientes abundan. Uno de 14 años sobrevivió a un disparo que le atravesó el pecho, dos pequeños fueron expulsados a tiros de un parque por policías, y 400 escaparon de un albergue amenazado en la ciudad de León.
“Esto es parte de la agresión desmedida que hay, sin discriminación por edad, en el país, todo el sistema de protección integral para la niñez está desarticulado, entonces no hay un sistema que proteja sus vidas”, dice a EFE la integrante del Consejo de Coordinación de Codeni, Audilia Amaya.
La dirigente de Codeni también lamenta que no haya agentes policiales acusados, a pesar de las evidencias, y que ninguna institución gubernamental relacionada con la protección de la niñez lamente las muertes, ni los casos de adolescentes llevados a cárceles de tortura, o los 43 niños que han quedado huérfanos.
El abogado del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Juan Carlos Arce, calificó la situación, en especial la calificación de “suicidio”, como “aberrante, absurdo, burdo. Tenemos un Estado confabulado para promover impunidad en estos casos”.
Nicaragua lleva más de dos meses en la crisis más sangrienta desde la década de los años 1980, también con Ortega como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en reclamos de la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.
“Marcha de las Flores” hoy en Nicaragua con la que recordaban a los muertos en los disturbios, concluyó con un tiroteo en el que se reportan nueve heridos.