28 septiembre,2017 6:14 am

Marchan padres de los 43 en Iguala y ofrendan a los estudiantes asesinados hace 3 años

 

Agreden al 27 Batallón porque tiene información que no entregó a la PGR, y el Ejército no permite que se le investigue, dice Melitón Ortega. Viven en la zozobra por las ejecuciones, secuestros y extorsiones desde antes de la desaparición de los 43, relatan vecinos integrantes de organizaciones

Texto: Lourdes Chávez
Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Iguala, Guderrero, 27 de septiembre 2017.- Durante 36 meses consecutivos, tres años y un día, los padres de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos protestaron, y ayer marcharon en Iguala con coronas de flores que colocaron en los obelisco en memoria de tres alumnos asesinados la noche del 26 de septiembre de 2014.

En la jornada de lucha a tres años de los ataques contra estudiantes y otros civiles, participaron normalistas rurales del país integrados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).

En diez autobuses del servicio públicos y automóviles particulares llegaron unos 600 manifestantes a las 4:30 de la tarde a esta ciudad.

Aquí se integraron el Bloque de Organizaciones de la regional norte, ciudadanos de Iguala y maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG).
A las 5 comenzó una marcha al ritmo de la banda de guerra de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, con ellos los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, los normalistas separados por bloques de escuela, hombres y mujeres cantando sus consignas de lucha.

En el recorrido sobre un carril del periférico Norte de Iguala, la señora Mara de Jesús reclamó que si el gobierno quisiera esclarecer el caso ya hubiera dicho en dónde están sus hijos, “en lugar de eso nos dan una puñalada por la espalda”.

Mencionó que al siguiente día de la noche de los ataques, a los padres les dijeron que pronto iban a liberarlos porque la policía se los llevó, “ya pasaron tres años y a las autoridades nunca les ha importado nuestro dolor, así que seguiremos caminado en las calles, no vamos dejar de luchar”.

En uno de los accesos a la Ciudad Industrial, el contingente dobló a la izquierda hacia la estela dedicada a Julio César Mondragón Fontes, encontrado muerto a golpes y con el rostro descarnado. El señor Eleucario Ortega, papá del normalista desaparecido Mauricio Ortega Valerio, hizo una oración por su descanso eterno.

La señora Cristina Bautista reprochó que el sitio, un camino solitario, se esté convirtiendo en basurero. Exigió que el gobierno tome medidas de respeto a la memoria del normalista para que estas acciones no se repitan.

Para salir del camino los estudiantes hicieron una valla para permitir la salida de los padres, algunos con el puño izquierdo en alto y cartulinas con leyendas como “porque el color de la sangre jamás se olvida”.

Rumbo a la estela ubicada en la esquina de la avenida Juan Álvarez esquina con periférico, el representante de los padres, Melitón Ortega aclaró que nunca han agredido a los ciudadanos de Iguala con sus protestas, pero al 27 Batallón de Iguala sí, porque ellos generaron mucha Información de los ataques que no entregaron a la Procuraduría General de la República (PGR), y no han permitido profundizar esta línea de investigación que involucra a los militares en varias escenas del crimen.

El vocero del movimiento, Felipe de la Cruz llamó a los testigos mudos de los ataques a acercarse a los padres para decir qué pasó aquella noche lluviosa.

También la señora Cristina Bautista insistió en que los ciudadanos de Iguala se acerquen a los padres y les den indicios de la agresión. Insistió en que no hay responsables acusados y fueron desaparecidas pruebas en video del Tribunal Superior de Justicia, “son tres años sin saber dónde están los videos, están cubriéndose entre ellos (las autoridades)”.

Insistió en que todos los detenidos son policías sin rango, que no tienen que ver con los asesinatos y la desaparición de los 43.

“Mientras no lleguemos a la verdad aquí seguiremos cada 27 de cada mes. Ayotzinapa no puede quedar impune”.

En el turno de las organizaciones en el monumento que recuerda a Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo, dijeron que en Iguala los pobladores viven en la zozobra por las ejecuciones, secuestros y extorsiones, desde antes de la desaparición de los 43, y prueba fehaciente son las fosas clandestinas que se encontraron en los cerros aledaños.

Un dirigente estudiantil señaló lo injusto que es protestar por derechos y ser asesinado.
El papá de César Ramírez Nava consideró una vergüenza para el país lo ocurrido en Iguala y en su hogar, como en las casas de los 43 que hay un vacío, “entre más tiempo pase al gobierno federal le está gustando, porque ya se va a acabar en un año, y se va a Miami con el dinero de todo el país que se están robando, porque nosotros lo queremos”.

Aclaró que no conoce la situación de Iguala pero en Tixtla, “la delincuencia ya nos ganó, no creemos con estos gobierno corruptos vayan a hacer nada. La lucha sigue compañeros”.
Una activista del Bloque Democrático de Iguala coincidió en que lo ocurrido en Iguala es vergonzoso, y el gobierno está preocupado por la constancia de los padres de los 43.

Con otros oradores se llamó a la población a ser consciente de sus votos en el próximo proceso electoral, “si vamos a llamar al voto hagámoslo con dignidad, a donde vayamos aprendamos a organizarnos”.

Otro reconoció que tienen miedo pero mientras los padres sigan su lucha “nosotros estaremos ahí brazo con brazo y codo con codo”.