Ciudad de México, 19 de enero de 2018. Por temor a sufrir algún delito, más de la mitad de los mexicanos modificó el último trimestre de 2017 hábitos como llevar cosas de valor, cargar tarjetas de crédito o no caminar de noche en los alrededores de su vivienda.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los cambios de rutinas por miedo a ser víctima de la delincuencia se acentuaron en ese periodo en comparación con el trimestre previo.
En la medición, correspondiente al cuarto trimestre de 2017, el 62.9 por ciento de la población encuestada manifestó haber cambiado su hábito de llevar joyas, dinero en efectivo o tarjetas de crédito. El trimestre anterior fue el 62.5 por ciento.
La Encuesta, que el INEGI levanta trimestralmente para medir la percepción de inseguridad en las principales ciudades del país, indica que 55.9 por ciento reportó otro cambio de hábito por la inseguridad: no permitir que menores de edad salgan de su vivienda.
En este rubro, también hubo un aumento al cierre del año pasado, pues el trimestre previo, correspondiente al periodo julio-septiembre, modificó ese hábito el 53.4 por ciento de la población adulta.
Además, 53.1 por ciento de las personas que fueron encuestadas por el INEGI en 55 ciudades manifestó que dejó de caminar de noche en torno a su vivienda después de las 20:00 horas, hábito que el trimestre previo dejó el 52.3 por ciento.
Otro hábito que modificaron los mexicanos por la inseguridad, aunque en menor grado que los anteriores fue visitar a parientes o amigos. El 35.9 por ciento reportó haber dejado de hacerlo el último trimestre, cuando en la medición anterior fue el 33.4 por ciento.
“El temor al delito puede hacer cambiar las rutinas o hábitos de la población, así como la percepción que se tiene sobre el desempeño de la Policía”, indica la Encuesta, cuyos resultados se dieron a conocer el miércoles.
Y sube conflictividad social
El 40 por ciento de la población adulta tuvo de manera directa, durante el último trimestre del año pasado, algún conflicto o enfrentamiento con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos, o con autoridades de gobierno.
En esta variable de la ENSU, denominada “existencia de conflictos y conductas antisociales”, también se registró un aumento con respecto al tercer trimestre de 2017, en el que el 37 por ciento de la población dijo haber tenido conflictos o enfrentamientos.
Las ciudades con mayor porcentaje de población que reportó haber tenido conflictos están en el Valle de México y son la Región Sur de la CDMX, con 65 por ciento; la Región Norte de la CDMX, con 54.8 por ciento, y Ciudad Nezahualcóyotl, con 54.2 por ciento.
De las personas que tuvieron enfrentamientos por causa de “incivilidades en su entorno”, 68.3 por ciento mencionó que estos conflictos se dieron con los vecinos, mientras que 37.7 por ciento manifestó haber tenido enfrentamientos con desconocidos en la calle.
Texto: Redacción / Agencia Reforma / Foto: Archivo el Sur- Jesús Eduardo Guerrero
