21 septiembre,2023 5:33 am

MC, su reinicio en Guerrero y la increíble apuesta por el 2030

Filo Mayor

El crecimiento en Guerrero de Movimiento Ciudadano (antes Convergencia por la Democracia y luego simplemente Convergencia), no hubiera sido posible sin el apoyo que tuvo del político y empresario Luis Walton, quien prácticamente fue su líder único desde 2002 luego de apartarse del PRI, cuando en ese partido se decidió que su candidato a la alcaldía de Acapulco sería Ernesto Rodríguez Escalona, el amigo del entonces gobernador René Juárez Cisneros.
La estrategia del fundador de Convergencia, el ex gobernador de Veracruz –por el PRI– Dante Delgado, apuntaba a dejar las siglas de ese naciente partido en las fuerzas regionales, locales, con suertes diferentes. La de Guerrero fue una de las afortunadas, tanto que Walton mereció posteriormente no sólo una senaduría, sino la presidencia nacional de esa formación política (2010-2011), entonces con el nombre de Convergencia. Luego, le dio lustre al partido al ganar la alcaldía de Acapulco (2012-2015), con el respaldo esta vez del PRD (en 2009 esa alianza la bloqueó el gobernador Zeferino Torreblanca quien sostuvo hasta el final a su fiel colaboradora Gloria Sierra y le abrieron el camino al triunfo del PRI con Manuel Añorve).
La otra reluciente franquicia es la del ahora gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
A pesar de esa cesión de las siglas a las fuerzas locales, Dante Delgado nunca perdió el control del partido, y siempre ha sido determinante en la designación de las dirigencias locales y en las candidaturas a espacios federales.
En 2018 Dante Delgado decide que (ya) MC respaldaría la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, en alianza con el PAN y el PRD, decisión que Walton acata en menoscabo de sus aspiraciones a la gubernatura, dada su cercanía con el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Esto finalmente le cobra factura en 2021, luego de que dos años antes deja MC –tras 18 años no sólo de representarlo sino de financiarlo– y compite fallidamente por la candidatura morenista, que en la encuesta interna gana Félix Salgado Macedonio. Walton no deja Morena, aunque no fue propiamente militante, y antes de  su deceso, en mayo de este año, respaldaba la aspiración a la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard. Figura ya con cartel nacional, Walton pues, ya no estaba en posición de ser ninguneado por Dante Delgado.
Desde entonces, ya con un partido posicionado nacionalmente, Dante Delgado asume directamente las decisiones de MC en Guerrero, desde dirigencias, alianzas y candidaturas. Se diría pues que desde 2020 se rasca con sus propias uñas, en un periodo apenas medible (en 2015 con Walton como candidato a gobernador, MC recibe 91 mil votos, y en 2021, con la ex perredista Ruth Zavaleta, 32 mil), y con la referencia de que ese partido lo sostienen fuerzas regionales, esencialmente Jalisco, con Enrique Alfaro, y en Nuevo León, con Samuel García como gobernador y Luis Donaldo Colosio Riojas como alcalde de Monterrey.
En Guerrero, este nuevo partido de Dante Delgado desde 2020, tuvo continuidad en la coordinación estatal con Adrián Wences, quien venía técnicamente de compartir el mando con Walton. El uno atendiendo la línea nacional, y el otro con el control de las fuerzas locales. A su salida de MC, Walton da carta libre a su grupo de apoyar, en la elección de gobernador y alcaldes de 2021, a quienes quisieran. Unos van con el PRI y una gran mayoría con Morena. Pocos quedan en MC, partido que tuvo que resetearse. En mayo, aunque quería reelegirse, Wences deja la coordinación estatal y queda al frente del partido Julián López Galeana, regidor de Acapulco, dirigente aún del partido en el municipio y con una trayectoria en la burocracia interna. Aunque se entendió que Wences avaló su llegada, hubo un punto de rompimiento por el cortón que dio Julián López a los acuerdos de adhesiones de Wences, en particular al del ex candidato del PRI a la alcaldía de Acapulco, Ricardo Taja, quien quedó en el limbo. Otro tema fue que Julián López reveló un carácter que no se le conocía, desde su lento avance en espacios del partido, y comenzó una depuración que pese a ser de escándalo –liquidaciones laborales de por medio–, no fue censurada por el líder nacional de MC, con quien por cierto apareció en una foto este miércoles en su perfil de Facebook : “Gracias mi Líder nacional Dante Delgado por su respaldo y confianza, ¡no le vamos a fallar! Cueste lo que cueste vamos a sacar a la vieja política de Guerrero”. ¿La de dentro o la de fuera?
Apenas este martes un grupo diverso, constituido por fundadores como Alberto Zúñiga, waltonistas, como la ex alcaldesa de Apango, Felícitas Muñiz, y marrulleros, como el ex priista, ex perredista, ex convergencia, añorvista y luego emecista, Ramiro Solorio, anunciaron su separación de MC. La carta “crítica” a Dante la firma incluso Adrián Wences.
Aunque parezca como que no, no es poca cosa para un partido que anda reiventando su estructura y que buscará cómo ganar candidaturas en este proceso electoral que viene. Pero parece que la confianza de Dante Delgado en el futuro de su franquicia es mucha, en un proceso que se avizora como una guerra donde aflorarán cadáveres en el closet y guerra de lodo, en donde por lo pronto, ya lo persigue la sombra del multimillonario fraude en Segalmex, la Estafa Lechera que le llaman.
Con la mirada puesta muy alto en las elecciones presidenciales de 2030, a dónde los dantistas dicen que llegarán como la fuerza de la nueva política y su candidto ganará, a ver si no se tropiezan en este 2024 enredados en las maniobras que se impulsan desde el Palacio Nacional para impedir que se una la oposición.
Parece increíble que un partido sin una oferta política clara para los ciudadanos, sin un proyecto de nación, que tiene solamente generales y no bases militantes, que solamente responde a los intereses personales de sus líderes, gobernadores, alcaldes, senadores o diputados pueda aspirar a ser la primera fuerza política del país.
Tal vez no pasará de ser un PT o un PVEM, si acaso un poco más grande.