4 marzo,2020 2:23 pm

Menos de mil días para Qatar 2022, el Mundial de las dudas

La adjudicación del Mundial 2022 junto con el de Rusia 2018 sigue siendo considerada un escándalo por las restricciones propias del país.

Madrid, España, 4 de marzo de 2020. Los grandes nombres tienen efecto. Ataviado en un elegante traje gris, David Beckham sonríe a las cámaras. El ex astro del futbol inglés presenta orgulloso la camiseta roja con la leyenda “See you in 2022” (Nos vemos en 2022). Hassan Al Thawadi, el jefe de la organización del controvertido Mundial de Qatar, sonríe a su lado. Si a Beckham le parece bien, no puede estar mal.

Los anfitriones y también la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) se esfuerzan desde hace años -desde aquella escandalosa adjudicación del torneo al pequeño emirato árabe, que hasta entonces nunca había llamado la atención por su entusiasmo por el futbol- por promocionar el acontecimiento mundial con imágenes brillantes, titulares fuertes y grandes nombres.

Ya quedan menos de mil días para el inicio del campeonato el 21 de noviembre de 2022.

“Ya estuve varias veces aquí y veo la transformación, la evolución”, dijo Beckham en su visita a Qatar poco antes de fin de 2019. El ex futbolista destaca el “entorno familiar”. “Pienso que eso es algo que a uno realmente le gusta como jugador y como hincha”.

El torneo será “bastante increíble”, añadió. El texto promocional de la FIFA en internet recuerda un poco las palabras del alemán Franz Beckenbauer, quien alguna vez afirmó que en sus visitas a Qatar no vio “ni un solo esclavo”.

Y eso que los casos de muerte y las condiciones en parte inhumanas de los trabajadores extranjeros en las obras ocuparon durante meses la información sobre los preparativos del Mundial.

Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) y la Confederación Sindical Internacional criticaron duramente las condiciones de trabajo y cada noticia de accidentes laborales proveniente del emirato desató en todo el mundo reclamos para que el Mundial se adjudicase a otro país.

Los organizadores prometieron una y otra vez mejorar la situación. De hecho, relamente se anunciaron y aprobaron numerosas reformas en el país, que, en teoría, están muy bien. El sistema Kafala de explotación de los trabajadores extranjeros al parecer pasó a la historia.

Sin embargo, en la práctica, “la débil implementación de anteriores reformas” llevó a que los migrantes no estuvieran protegidos en 2019 “del abuso y la explotación”, afirmó el más reciente informe de AI.

También la Confederación Sindical hizo advertencias una y otra vez, pero ahora parece satisfecha.

“Organizo grandes torneos de futbol desde hace 20 años”, dijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, a fines de 2019 en la gran prueba para el Mundial que fue el Mundial de Clubes. “Y debo decir que el progreso de los trabajos en Qatar no tiene precedentes”.

Según Infantino, todo estará listo dos años antes del inicio del campeonato. El titular de la FIFA está seguro de que “será un acontecimiento fantástico”. “Creo que un Mundial en Qatar, en el Medio Oriente, tiene el potencial para modificar la percepción que el resto del mundo tiene de esa región”.

Desde el punto de vista organizativo, miles de hinchas que ahora planifican un viaje al Golfo Pérsico realmente deberán prepararse para un Mundial extraordinario.

El emirato invirtió miles de millones en la estructura para el 2022. Los ochos estadios ya terminados son muy modernos y se llega a ellos en poco tiempo con el transporte de cercanías. Quien quiera y logre obtener entradas, podrá ver sin problemas varios partidos del Mundial en un mismo día.

Al menos para el Mundial de Clubes en el país islámico y conservador se vendía alcohol, aunque sólo en las “fan zones” y no en los estadios. La venta de bebidas alcohólicas no está prohibida en Qatar pero reglamentada de forma muy estricta.

En otros ámbitos de la sociedad, como por ejemplo la igualdad de géneros, el emirato está bastante atrasado. “Las leyes siguen discriminando a las personas LGBTI”, escribió AI. LGBTI es el acrónimo inglés de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales. Eso no pega muy bien con el futbol, supuestamente abierto a todo el mundo y con la pretensión de tender puentes.

La adjudicación del Mundial 2022 junto con el de Rusia 2018 sigue siendo considerada un escándalo más allá de eso. De los miembros del que entonces era el Comité Ejecutivo de la FIFA con el paso de los años muchos fueron acusados y condenados.

Era la época de mayores negociados turbios en la FIFA bajo Joseph Blatter, quien al parecer no estaba a favor de Qatar.

El emirato llegó al concurso con la valoración técnica más baja posible. Franz Beckenbauer, que entonces representaba a la federación alemana DFB, nunca dijo a quién otorgó su voto.

En aquel entonces aún estaba previsto que el Mundial se celebrara como siempre en los meses del verano. Pero tras numerosas discusiones la FIFA postergó el torneo, para beneplácito de los hinchas.

Las condiciones climáticas previstas ahora son óptimas: en noviembre y diciembre -la final se celebra el 18 de diciembre- en el desértico emirato las temperaturas son agradables.

Será decisivo cómo evolucione el ambiente entre los hinchas que hayan viajado hasta allí. Las alegres fiestas callejeras en las zonas destinadas a los simpatizantes son ajenas a este país. En los partidos de la liga local el ambiente es más bien reservado.

En el Mundial de Clubes los seguidores del Flamengo de Brasil transformaron el flamante metro en una zona de festejo, observados amablemente por los qataríes.

Pero los festejos sólo se permitieron en zonas delimitadas, en parte ya porque Doha es una ciudad que está diseñada completamente para el tráfico rodado. Hay muy pocas calles y plazas concurridas, por ejemplo, Suk Wakif, el antiguo bazar con sus estrechas callejuelas, tiendas y restaurantes.

Texto: Por Jan Mies y Jan Kuhlmann / DPA / Foto: Dpa