24 julio,2023 9:35 am

“Mi meta, ir a los Juegos Olímpicos y representar a México”: Renata Torres, nadadora de 14 años

 

El Indeg dio el apoyo que necesitaba esta joven morelense, ganadora de una medalla de oro y dos de plata en los Juegos Nacionales Conade 2023, donde compitió como integrante del equipo de natación de Guerrero. Bajo un intenso entrenamiento, ahora se prepara para conseguir una beca de la Universidad de Luisiana, en Estados Unidos

 

Ciudad de México, 24 de julio 2023. Renata Torres Sánchez nada cuatro horas por la tarde de lunes a viernes, y dos horas por la mañana tres veces a la semana. En total, son 26 horas semanales de entrenamiento. Esa disciplina y perseverancia le llevaron a obtener tres medallas durante su primera participación en los Juegos Nacionales de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) 2023 que se realizaron en junio: una de oro en la categoría femenil de 13 a 14 años en la prueba de mil 500 libres y dos de plata en 800 y 400 libres.

De las 15 medallas ganadas en los Nacionales Conade que reporta el Instituto del Deporte de Guerrero (Indeg) en redes sociales, tres pertenecen a Renata, integrante del equipo de natación que representó al estado.

La historia de esta joven no se entendería sin su abuelo, José Luis Torres, quien era profesor de natación. Él le enseñó a nadar cuando ella apenas tenía dos años. A los cinco comenzó a entrenar. Al principio no le gustaba, confiesa en conversación telefónica con El Sur. El estilo crol le parecía complicado, pero su abuelo le enseñó a bracear. La práctica constante empezó a rendir resultados. Hoy, el crol es su estilo favorito y es con el que ganó sus tres medallas.

José Luis impulsó a Renata para que se midiera con otras nadadoras. “Mi abuelo quería probarme y a mí me gustaron las competencias”, recuerda. Pero también reconoce que sentía temor porque había niñas más grandes, de ocho o nueve años. “Eran nervios. Sabía que me iban a ganar, eso pensaba”, dice.

Renata coqueteaba con la danza, pero al final se decidió por la natación. A los ocho años participó por primera vez en un torneo estatal. Los resultados fueron irregulares.

Su gran logro llegó el 3 de junio pasado, en el Complejo Panamericano de Zapopan, Jalisco: se alzó con la medalla de oro de su categoría, en distancia de mil 500 metros de estilo crol, con un tiempo de 17 minutos y 42 segundos. “Estuve entrenando muy fuerte dos años. Llegué a la competencia y gané. Por eso me dio mucha felicidad”, cuenta Renata entusiasmada.

 

Campeona “de la noche a la mañana”

 

José Luis Torres, el abuelo de Renata, fue nadador y entrenador. Vivía con su familia en Ciudad de México, pero después de perder su casa en el terremoto de 1985 se mudaron a Cuernavaca, donde comenzó a nadar en el Parque Revolución, en el centro de la capital morelense. Ahí desarrolló toda su carrera. Hace ocho años murió de un paro cardiaco fulminante cuando daba clases. “Ahí empezó, ahí terminó”, dice en entrevista Manolo Torres, hijo de José Luis y papá de Renata.

En aquellos años, José Luis formó un equipo grande en Morelos. Poco a poco, él y sus nadadores adquirieron notoriedad en el ámbito de la natación a nivel nacional.

En el ámbito personal, inculcó a todos sus hijos el valor del deporte, en especial la natación. Y ellos, a su vez, lo inculcaron a sus hijas e hijos. Es el caso de Manolo, quien recuerda que su papá le aconsejaba “dejar fluir” a Renata. En algún momento, insistía José Luis, ella tomaría la decisión.

“Es muy difícil esta carrera. Este deporte es muy celoso, porque es una preparación individual que lleva mucho tiempo. Son metros acumulados, kilómetros, una preparación muy extenuante”, expone Manolo.

Una prueba es la cantidad de horas –al menos 26– que Renata entrena a la semana. Manolo cuenta que fue hace un año y medio cuando ella registró un repunte, lo que la llevó a su primer torneo nacional en Jalisco, realizada en julio del año pasado. El resultado no fue el mejor, quedó muy lejos de los primeros lugares.

De regreso a Cuernavaca, en el camino, Renata preguntó a Manolo: “Papá, ¿cuándo es la siguiente competencia?”. Él respondió: “Competencias hay muchas, te sirven de experiencia, pero la que te debe importar es la de diciembre”.

Se refería al Campeonato Nacional de Natación Máster de Curso Corto 2022, el evento donde se seleccionaría a los atletas que competirían en los Nacionales Conade. Renata dijo a Manolo: “Me voy a preparar para diciembre. Si no alcanzo un mejor ranking quiere decir que a lo mejor no sirvo para esto, o no le pongo mucho entusiasmo”.

“Se hizo campeona de la noche a la mañana. Yo no lo creía. Se preparó durísimo”, festeja Manolo. Él se había percatado de su avance, pero confiesa que no creyó que se convertiría en campeona nacional. “¡Qué estaba pasando! En diciembre hizo cinco oros y dos platas, clasificó a las competencias post Conade”, añade emocionado.

Luego Renata compitió y ganó en Colombia y clasificó para los Juegos Centroamericanos y del Caribe en El Salvador 2023. “Ha sido muy rápido y considero que es porque ella tomó la decisión. Es una niña muy persistente. Una muchacha con disposición y determinación de hacer las cosas. Son las recompensas del deporte”, sintetiza Manolo.

Además, Renata ya participó en su primea “visoría”, un tipo de evento deportivo cuyo objetivo principal es que los deportistas puedan ser observados por personas (visores) expertas para evaluarlos. El visor de Renata pertenece a la Universidad de Luisiana, en Estados Unidos.

 

De Morelos a Luisiana pasando por Guerrero

 

A los siete años de edad Manolo se mudó a Cuernavaca junto con su familia y ha vivido ahí casi cuatro décadas. Conoce bien el deporte de natación y los blancos y negros en términos institucionales. El año pasado, él y su equipo –conformado por unos 55 nadadores– se percataron de que no había mucho apoyo ni respuestas de parte de las autoridades morelenses.

“No había apoyos, becas, lo que un atleta merece”, afirma. Su equipo representa a la escuela de alto rendimiento Palmira 166 Deporte y Salud. Propuso a sus superiores tocar otras puertas. “Teníamos que buscar las herramientas”.

Se acercaron al Indeg. “Nos abrieron las puertas para representar a Guerrero. Nos han brindado el apoyo y la atención”. Manolo se enteró que el estado había ganado su última medalla hace al menos una década: “Me prepuse romper con eso”.

Aparte de Renata, consiguieron medallas Ian González Núñez y Derek Díaz Martínez. El primero, dos de plata y una de bronce en la categoría de 15 a 16 años. El segundo, dos de plata y una de bronce en la misma categoría.

Son tres jóvenes campeones, dice Manolo. “Somos una escuela que se dedica completamente al alto rendimiento. Siempre hemos tenido seleccionados nacionales, para juegos centroamericanos y norteamericanos, y para Juegos Olímpicos, como el nadador Ricardo Vargas”.

Del club, agrega, han salido nadadores becados en Estados Unidos. Vargas, por ejemplo, se graduó de la Universidad de Michigan, pero también otros nadadores han estudiado en el estado de California o en la ciudad de Miami.

De la visoría en que estuvo Renata dice que “ya empezaron a ponerle el ojo. Ya tuvo su primer acercamiento con el coach de ahí. Sería una beca completa cuando acabe la preparatoria. Podrá estudiar y representar en natación a la Universidad de Luisiana”.

 

Disfrutar y divertirse, más que perder o ganar

 

“Me gusta mucho entrenar. Sí me canso, claro, pero cuando compito y gano vale mucha la pena”, comparte Renata. Admite que destacar ha implicado diversos sacrificios.

Cuando otros compañeros van a fiestas o al cine, ella no puede porque entrena. En ocasiones, el tiempo no le alcanza para hacer las tareas escolares. Tras los entrenamientos, llega muy tarde a casa, exhausta; apenas toca la cama se queda dormida. Al otro día, en la escuela se apura a concluir sus pendientes. “A veces me he sentido diferente. Me preguntan compañeritos por qué llego tarde, les cuento sobre mis entrenamientos”.

Siente mucha admiración por otras nadadoras y nadadores como Brenda Díaz, Melissa Rodríguez y Ricardo Vargas. Desea ser campeona como ellas.

“Sé que tengo que entrenar duro. Desde chiquita mi meta ha sido ir a los Juegos Olímpicos y representar a México. Es un sueño”.

Cuando se le pregunta qué piensa hacer para cumplir ese propósito, responde de inmediato: “Sé que es muy competitivo, por eso debo echarle más ganas al entrenamiento. No debo faltar. Debo comer y dormir bien. Mi familia me dice que está muy orgullosa. Me dan fuerzas para levantarme todas las mañanas”.

Renata tiene un mensaje para las niñas que quieren convertirse en nadadoras: “Intenten bajar sus tiempos (en distancias). Sobre todo, disfruten, diviértanse. No importa perder o ganar. ¡Mucho ánimo!”.

 

Texto: Guillermo Rivera / Foto: Cortesía familia Torres Sánchez