11 julio,2022 9:00 am

Miles toman la residencia del presidente de Sri Lanka quien dimitirá tras meses de protestas

El Parlamento anunció que Gotabaya Rajapaksa, quien se encuentra en paradero desconocido, informó que dejará el cargo el próximo miércoles. Otros tres ministros de gobierno presentan su renuncia en plena revuelta popular

Madrid, España, 11 de julio de 2022. Miles de personas han tomado este sábado la residencia del presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, en la explosión de una revolución popular que culmina meses de protestas contra las autoridades por la devastadora crisis económica que azota la nación, la más grave desde la declaración de su independencia de Reino Unido en 1948.

Los manifestantes que tomaron pacíficamente este sábado la Casa Presidencial, residencia oficial del presidente de Sri Lanka, han entregado a la Policía 17.8 millones de rupias ceilandesas (unos 48 mil 500 euros) que fueron hallados en el inmueble.

Las calles de la capital del país, Colombo, están ahora mismo abarrotadas de cientos de miles de personas que se han sumado a la multitudinaria concentración que ha comenzado a primera hora de esta mañana, encabezada por los monjes budistas del país y secundada por asociaciones civiles, artistas, profesores, escritores y otros profesionales, en medio de escaramuzas con la Policía, ahora mismo tranquila tras repeler los primeros intentos de incursión con disparos al aire y gases lacrimógenos.

Balances médicos estiman más de cien heridos, dos críticos, entre ellos dos policías, por la violencia desatada horas antes de la incursión, cuando la Policía tuvo que intervenir con disparos al aire y gases lacrimógenos para impedir que los manifestantes tomaran el acuartelamiento próximo a la residencia, en la calle Chatham. Tras tomar la residencia presidencial, otro grupo de manifestantes ha entrado en las oficinas del mandatario en la capital y una tercera concentración se encuentra justo a las puertas del Banco Central del país.

Los ministros de Transportes, Autopistas y Medios de comunicación, Bandula Gunawardena; de Turismo y Tierras, Harin Fernando, y el ministro de Trabajo, Manusha Nanayakkara, han anunciado este sábado su dimisión en medio de la revuelta popular contra el presidente Gotabaya Rajapaksa.

El presidente del Parlamento de Sri Lanka, Mahinda Yapa Abeywardene, ha anunciado este sábado que el presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, le ha informado de que dimitirá de su cargo el próximo miércoles, 13 de julio.

Según fuentes consultadas por la prensa ceilandesa, Rajapaksa ha informado de su decisión a Abeywardene en una comunicación privada en la que le ha pedido de plazo hasta el miércoles para preparar la transición y cerrar cuestiones pendientes, informa el diario ceilandés Daily Mirror.

Según lo pactado por las fuerzas políticas ceilandesas, una vez dimita Rajapaksa será el presidente del Parlamento el que asuma la jefatura del Estado –conforme a la Constitución– y durante un periodo de 30 días en el que el Parlamento elegirá a un nuevo presidente.

La revolución popular que ha estallado este sábado en Sri Lanka ha forzado así la dimisión de Rajapaksa, quien ha anunciado que deja el cargo tras ceder a las presiones de múltiples frentes desde las formaciones políticas y asociaciones civiles del país por su incapacidad para atajar la crisis económica más grave de la historia de la nación.

Rajapaksa claudica así tras meses de protestas por la falta de alimentos y combustible que finalmente han acabado derivando en una crítica generalizada contra el mandatario, acusado de corrupción y nepotismo al colocar a su hermano Mahinda como primer ministro hasta que finalmente se vio obligado a forzar su cese en mayo, de nuevo por la presión popular.

El sucesor de Mahinda, Ranil Wickremesinghe, antiguo rival de Rajapaksa y última opción del mandatario para solucionar la crisis, ha acabado dimitiendo horas antes para dar paso a un gobierno de concentración cuya principal función será la convocatoria de nuevas elecciones.

El presidente del país se encuentra ahora mismo en paradero desconocido pero fuentes próximas al mandatario aseguran que respetará la decisión que adopten el primer ministro del país y antiguo rival, Ranil Wickremesinghe, y los líderes de los partidos políticos afines al mandatario en la reunión de emergencia que ha comenzado ya.

Los partidos políticos con representación parlamentaria de Sri Lanka se han citado este lunes para un nuevo encuentro como el mantenido ayer para negociar la formación de un gobierno de unidad nacional tras la revolución que culminó el sábado con el anuncio de dimisión del primer ministro, Ranil Wickremesinghe, y del actual presidente, Gotabaya Rajapaksa.

La principal oposición del país, Poder del Pueblo Unido (SJB), que no reconoce al primer ministro, ha avisado que no participará en la reunión y exigido la dimisión tanto del presidente como del jefe del Gobierno.

El SJB no está solo en sus peticiones. La asociación del Colegio de Abogados de Sri Lanka, una de las organizaciones civiles más destacadas del país, ha pedido al presidente que comience a considerar la posibilidad de dimitir. Asimismo, el comité ejecutivo de la asociación exige al primer ministro del país así como a su Consejo de Ministros y al Parlamento que tomen medidas inmediatas para garantizar la estabilidad política del país.

También el grupo prorreformista Podujana Peramuna ha pedido al presidente que renuncie de inmediato, dada la situación actual en el país. La declaración, también recogida por el News First, llama a la formación de “un gobierno de concentración, con la participación de todos los miembros del Parlamento, bajo un primer ministro adecuado”.

Las protestas de Sri Lanka comenzaron a principios de marzo en medio de una crisis económica como el país no ha conocido en su historia, marcada por subidas inasumibles en los precios del combustible, falta de acceso a los bienes de primera necesidad, cortes en el suministro eléctrico, niveles récord de inflación – que podría llegar a una subida del 70 por ciento interanual en los próximos meses – y una deuda externa acumulada de casi 50 mil millones de euros.

Las autoridades ceilandesas han recibido las críticas de organismos internacionales por la excesiva dureza empleada para reprimir unas manifestaciones que han dejado al menos una decena de civiles muertos, más de 200 heridos y más de 600 detenidos.

La población ha acabado culpando al clan Rajapaksa de tomar decisiones que han llevado a una grave escasez de todo, desde combustible hasta medicamentos, una inflación cercana al 55 por ciento – con previsión del 70 por ciento en los próximos meses –, apagones diarios de hasta 13 horas, un impago histórico de la deuda y la imposibilidad de acceder a gasolina o diésel.

A principios de mes, Sri Lanka se convirtió en primer país del mundo en restringir la venta de combustible a la ciudadanía desde la crisis del petróleo de los años 70 a través de un decreto en el que los propietarios de vehículos privados tienen prohibido usar las gasolineras hasta el 10 de julio.

La nación necesita además unos 6 mil millones de dólares en ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de países como India y China para salir adelante durante los próximos seis meses, según el primer ministro. Las autoridades locales se han pasado las últimas semanas acelerando las conversaciones de rescate con el FMI y otros organismos para obtener otras nuevas fuentes de financiación.

El FMI aguarda a que se calme la situación en Sri Lanka antes de reanudar las negociaciones

El Papa ha manifestado durante el Ángelus de ayer su apoyo al pueblo de Sri Lanka que sufre los efectos de la inestabilidad política y económica, y ha llamado a las autoridades del país a garantiza la paz y “no olvidar el grito de los pobres y la necesidad de la gente”.

La Unión Europea pide una transición “pacífica, democrática y ordenada” en Sri Lanka.

Texto: Europa Press