Madrid, España, 19 de noviembre de 2021. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, alertó ayer de que los países europeos sufrirán una ola migratoria de “millones de personas” si los controles fronterizos siguen siendo “así de laxos”.
En una entrevista con el periódico alemán Bild, el mandatario señaló que no descarta el riesgo de que se produzca una guerra ante los acontecimientos registrados en la frontera con Bielorrusia. “Si no somos capaces de evitar que entren ahora miles de migrantes, pronto serán millones los que traten de llegar a Europa”, dijo.
Así, manifestó que si “no se protege y defiende de forma decisiva la frontera europea, millones de personas procedentes de África y Oriente Próximo tratarán de entrar, especialmente en Alemania”.
Morawiecki describió la situación en la frontera con Bielorrusia como “estable”, si bien admitió que hay un “creciente peligro”. “Las fuerzas bielorrusas cada día están provocándonos más. Espero que no vayan muy lejos”, manifestó antes de indicar que “los polacos están determinados a proteger sus fronteras como sea, además de la frontera oriental de la UE”.
La Guardia Fronteriza polaca informó de que en las últimas 24 horas habrían tratado de cruzar la frontera otros 500 migrantes desde suelo bielorruso, tal y como señaló la entidad a través de su cuenta de Twitter.
El fiscal general de Bielorrusia, Andrei Shved, denunció ayer mismo que los agentes polacos hicieron uso de sustancias altamente tóxicas contra los migrantes y incurrieron en abusos y torturas en la frontera.
“Las fuerzas de seguridad polacas utilizaron contra personas inocentes e indefensas, en particular durante la noche, medios de tortura y otros actos de crueldad, sustancias tóxicas, iluminación que ciega, disparos al aire y explosiones”, lamentó Shved.
Las autoridades de Bielorrusia informaron ayer de que solicitaron a la Unión Europea abrir un corredor humanitario para unos 2 mil migrantes que se encuentran en la frontera con Polonia durante la conversación entre el presidente, Alexander Lukashenko, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Los países que integran el G7 y la Unión Europea (UE) acusaron ayer a Bielorrusia de “orquestar” los flujos de migración irregular en sus fronteras con países del bloque y recalcaron que “estos actos crueles ponen en peligro la vida de la gente”.
El comunicado, firmado por los ministros de Exteriores de los países del G7 —Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido— y el Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, muestra su “solidaridad” con Polonia, Lituania y Letonia ante el “provocador uso de la migración irregular como una táctica híbrida”.
Por otro lado, el gobierno de Irak confirmó ayer la llegada de un avión a la ciudad de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, procedente de Bielorrusia con 430 personas que se habían quedado atrapadas en la frontera con Polonia.
Texto: Europa Press
