27 septiembre,2022 5:32 am

Mondiacult 2022

Arturo Martínez Núñez

 

Del 28 al 30 de este tembloroso mes de septiembre, se realizará en la Ciudad de México MONDIACULT 2022, la reunión de cumbre organizada por la UNESCO y el gobierno de México, en donde participarán los ministros secretarios y encargados de cultura de más de 190 países. La edición anterior de MONDIACULT se realizó hace 40 años, en 1982, precisamente en la Ciudad de México, desde entonces no había vuelto a ver un evento de tal envergadura.

La cultura demostró, durante la pandemia, ser lo que muchos hemos dicho que es: la actividad humana que construye, que cura, que une y que armoniza; la cultura a través de la música, el cine, la literatura, la televisión, nos dieron sosiego en tiempos de pandemia. Este encuentro es la primera reunión internacional presencial que se realiza después de la pandemia. Los ministros y ministras habrán de verse a las caras y habrán de evaluar si la cultura ha servido como la herramienta fundamental para la regeneración del tejido social a nivel comunitario, local, nacional e internacional.

Naciones Unidas, en sus 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible 2030 no contempla a la cultura como uno de estos ODS. Es un buen momento para luchar por su inclusión.

La cultura tiene que dejar de ser sólo una cifra mayor o menor en los presupuestos de las naciones, tiene que ser una eje fundamental para el desarrollo de los pueblos; como reza el slogan del ministerio de cultura griego: “nuestro pasado es nuestro futuro”.

Algunos objetivos de la reunión son: reflexionar sobre las políticas culturales en el marco de la transformación digital, el desarrollo social y económico, y la acción climática; resaltar la función transversal de la cultura como facilitador de la resiliencia, el bienestar y la prosperidad y; definir las principales perspectivas del sector para la próxima década y orientar la labor futura de la UNESCO en el ámbito de la cultura, entre otros aspectos.

Son muchos los temas que se habrán de abordar en la reunión plenaria y en las mesas de trabajo entre otros la importancia el patrimonio intangible, terminar de una vez por todas con las prácticas colonialistas de los países imperiales que han expoliado el patrimonio de la humanidad por siglos; detener la apropiación cultural indebida, la piratería y el vasallaje cultural; profundizar la descentralización no sólo entre las naciones sino de dentro de éstas, que la cultura no solo viva en las capitales mundiales ni en las metrópolis sino sobre todo en las comunidades dónde ésta se origina; en resumen, que la cultura deje de ser vista como un adorno o un accesorio y sea por fin considerada como el eje central alrededor del que giran las naciones.

Nuestras culturas representan nuestro ser, las fronteras son imaginarias mientras que las culturas son reales. Durante algunos días México se convertirá en la capital cultural del mundo, debemos de festejar este hecho y estar atentos a los resultados que de esta importante cumbre se obtengan.