“Desde hace mucho tiempo se hablaba de sus nexos con el narcotráfico”, dice a propósito de la detención en EU del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna
Iguala, Guerrero, 12 de diciembre de 2019. Muchos políticos en Guerrero tienen como padrino a narcotraficantes, aseguró ayer el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, luego de señalar que también se deben abrir juicios en contra de políticos coludidos con el crimen organizado tras la detención en Estados Unidos del secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, Genaro García Luna.
En declaraciones ofrecidas ayer al mediodía después de celebrar la misa en la capilla de la Virgen de Guadalupe en la colonia Villa de Guadalupe, ubicada en la parte poniente de Iguala, opinó que derivado de la cadena de impunidad, corrupción y “simulación” que prevalece en el país, “desde hace mucho tiempo se hablaba de los nexos de Genaro García Luna con el narcotráfico, y ahora simplemente que se le investigue bien y que se haga justicia, si tiene algo que pagar pues que lo pague y si es inocente que lo pruebe”.
Agregó que eso que ahora se da a conocer, que el mando policiaco del gobierno panista de Felipe Calderón estaba metido en el narcotráfico, era “vox populi”.
Apuntó que la detención de García Luna en Estados Unidos es una gran lección, “cuántos políticos de éstos están coludidos con García Luna, y luego otros políticos que también están mezclados (con la delincuencia), sin excepción de los de Guerrero, y pues si están metidos que también les abran un juicio”.
A pregunta si los nexos de García Luna con miembros del crimen organizado podría ser un reflejo de lo que ocurre en Guerrero por la impunidad con la que operan algunos grupos, afirmó sin entrar en detalles: “sí, sabemos que muchos políticos tienen como padrino a los narcotraficantes y ojalá que esto haga pensar y reflexionar, y que las cosas se lleven más derecho y que no estemos metidos en esta corrupción, que es de los grandes lacras que tenemos en México, la inseguridad y la corrupción”.
Por otra parte, también a pregunta, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa reconoció que en el caso de Guerrero la incidencia delictiva ha disminuido en algunas zonas y mencionó el caso particular de Chilpancingo y Chilapa, esta último en el que destacó que “afortunadamente han disminuido mucho los asesinatos, el cobro de piso y los levantones”.
En caso contrario, destacó que donde ve más peligroso por la inseguridad es en Taxco “donde no se ha podido parar el crimen, en Iguala, y lo lamentable sigue siendo Acapulco, Zihuatanejo y la región Tierra Caliente”.
Mencionó que el martes se reunió con los sacerdotes de Ciudad Altamirano y la región de Zirándaro de los Chávez, “donde la situación es terrible, no pueden llevar medicinas ni alimentos porque la gente está secuestrada, no puede salir porque hay retenes de un lado y de otro, y realmente no hay quién les dé la mano no hay Guardia Nacional ni la policía federal ni el gobierno estatal, es donde creo que existe el foco rojo más grande”.
Insistió que por la caída en los cultivos de amapola, la producción y el comercio de la goma de opio, está incrementando la introducción de otras drogas más pesadas, como la china white, la piedra y el fentanilo, lo que acaba mucho a los consumidores de éstas.
Hizo un llamado de atención a los gobiernos federal, estatal y municipales para que tengan mucho cuidado “que no permitan que introduzcan (los miembros del crimen organizado) estas drogas, porque no se juega con ellas, son drogas de muerte y para que no nos estemos lamentando el día de mañana”.
Advirtió una vez más que “los señores de las drogas” se están valiendo de las mujeres y de los niños para la distribución de las drogas, por lo que pongan gran atención ahorita que se le está dando gran relieve a la mujer”. Hizo además un llamado a las mujeres para que “no se presten a esto”.
Vale mucho más una vida que todas las violaciones
Consultado sobre la petición de activistas feministas que solicitan al ejecutivo y legislativo del estado para promover y aprobar modificaciones al Código Penal estatal para legalizar el aborto cuando el embarazo sea producto de una violación, Rangel Mendoza indicó que como persona y cristiano, “tenemos una ley, no matarás y aunque (el embarazo) sea fruto de una violación no es problema, vale mucho más la vida de una persona que todos los problemas sociales”.
Agregó: “aquí el problema es social, y lo tenemos que afrontar, ¿por qué fue violada aquella persona y en qué circunstancias? Porque vale mucho más una vida que todas las violaciones, es el derecho fundamental de la vida y es mi opinión personal como Salvador Rangel, se tiene que respetar la vida donde quiera que esté y en cualquier circunstancia”.
Subrayó que un Código civil rige para todos y no todos tienen las mismas preferencias sociales, por lo que los diputados sabiamente deben de pensar y cómo hacer estas cosas.
Texto y foto: Alejandro Guerrero
