Chilpancingo, Guerrero, 8 de diciembre de 2022. Juan Balboa Cuesta, periodista chiapaneco que realizó su carrera en medios nacionales y en el extranjero, murió el miércoles pasado en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde residía.
Originario del municipio de Arriaga, Balboa alternó su vocación de reportero con la de editor.
Fue fundador de La Jornada y reportero de Proceso.
Uno de sus reportajes de mayor impacto se llamó “Las transas de mi general”, sobre las propiedades y malos manejos del gobernador de Chiapas Absalón Castellanos (1982-1988).
En esa ocasión, el mandatario mandó comprar todos los ejemplares de Proceso que habían llegado al estado, pero hubo quien logró reproducir el texto en fotocopia, que así circuló masivamente de mano en mano.
Balboa se convirtió en un incansable promotor de publicaciones en Chiapas, en las que mantuvo una idea rectora, la de reflejar con criterio independiente y visión amplia la historia y la realidad social, política y cultural de la región, desde el sur-sureste del país hasta Guatemala.
Esa fue la trayectoria de las revistas La Ceiba, Bonampak, Ámbar en dos épocas, bimestral y semanal, y Páginas, así como del periódico El Observador de la Frontera Sur.
Con la misma brújula editorial mantuvo en los últimos años el sitio Multimedios Ámbar y el blog Corré la voz, vos.
Juan Balboa mantuvo una comunicación permanente con El Sur, e incluso visitó Acapulco para conocer de cerca nuestra experiencia en el desarrollo de un periodismo local independiente y profesional.
Reportero incorruptible, fue además un activo promotor de la Unión de Periodistas Democráticos (UPD) y fundador del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor).
Como corresponsal de Notimex cubrió en Cuba la severa crisis de principios de los años noventa. Más tarde, organizó la coordinación regional de la agencia en Sudamérica, con sede en Santiago de Chile, desde donde siguió una etapa de la transición, tras la caída de la dictadura de Pinochet.
Según fuentes de la familia, Juan Balboa falleció aparentemente de un infarto, después de que se le bajó la oxigenación.
Le sobreviven su hija Camila y su nieto Alexander.
Texto: Redacción
