20 enero,2024 8:52 am

Muestran vecinos de la colonia Progreso su desesperación por la espera de enseres

 

Acapulco, Guerrero, 20 de enero de 2024. “Estamos desesperados”, exclamó un vecino de la colonia Progreso que este viernes cumplió una semana en la fila para recoger los enseres domésticos que el gobierno federal está entregando en el parque Papagayo por las afectaciones del huracán Otis.

Es tan larga la espera que los vecinos se organizan por “bloques” de 20 beneficiarios formados contiguamente y a mediodía de ayer se había conformado el bloque 216, a unos 50 metros de las escalinatas del Ayuntamiento de Acapulco.

Los últimos vecinos que se formaron eran conscientes de que iban a tardar varios días en recibir los enseres domésticos que da el gobierno federal como parte del censo que se levantó en apoyo a los ciudadanos afectados por el huracán Otis.

Son empleados que tienen que pedir permiso en sus centros de trabajo para acudir a anotarse en la lista de los bloques; de los 20 vecinos que conforman uno de estos grupos, una parte se queda a dormir y la otra la releva hasta el siguiente día.

Se quejaron de la desorganización por parte del gobierno federal debido a que la entrega de enseres en el parque Papagayo es diferente a otros puntos, donde fueron llamados acorde a la primera letra de su apellido, y en este caso fue un llamado general a la populosa colonia Progreso.

La temperatura aumentaba, se sentía más calor, y por ello todos los beneficiarios formados alrededor del parque llevan al menos una sombrilla y los que llevan más días hasta sillas de plástico y uno que otro sillones largos para recostarse; los menos utilizan un pedazo de cartón para sentarse en el suelo.

Casi todos platicaban con sus vecinos, otros sólo veían de frente para esperar, algunos dormían, otros comían y vendedores ambulantes aprovechan la gran concentración de hombres y mujeres para ofrecer sus productos, entre ellos unas paletas de hielo que cuestan 12 pesos.

Los vecinos se encontraban recostados en la reja verde que rodea el parque Papagayo, arriba de ellos están los pedazos de cartón en los que marcan a qué número de bloque pertenecen y los integrantes del número 145 dijeron que llevaban seis días esperando, con la misma dinámica de relevo entre ellos.

Una larga cinta amarilla delimita el espacio entre los vecinos formados y los transeúntes que pasan por ahí, y es que algunos vecinos comentaron que algunos aprovechados venden los lugares de 500 a mil pesos, como se informó en este periódico en su edición del martes pasado.

Hasta el frente de la fila, a punto de recibir los enseres, un grupo de vecinos estaba recostado bajo unos pequeños árboles y arbustos que dan sombra en la banqueta de la avenida Juan Sebastián Elcano; sus lugares estaban delimitados.

Comentaron que lo tienen que hacer así porque otros vecinos se metían y se alargaba la fila, en la que llevaban desde el sábado pasado, cuando aún se entregaban los enseres en la Unidad Deportiva de Acapulco (UDA).

Los primeros de la fila se han quedado a dormir varios días, y no les da temor porque hay rondines de agentes de la Guardia Nacional; pensaron que este viernes, al fin, iban a recibir los enseres domésticos, que consisten en un refrigerador, una cama, una estufa y un juego de sartenes.

Pero los soldados sólo entregaron 250 fichas a partir de las 5 de la mañana, cuando en días anteriores la cifra ha ascendido a 500, y la entrega de los enseres empezó a las 9 de la mañana y se prolongó a mediodía; a la 1 de la tarde ya no había ningún soldado o funcionario que atendiera las dudas de los vecinos.

Ocurre que algunas personas tienen problemas con sus documentos, como una joven madre que cargaba a su bebé y perdió su credencial del INE; el trabajador del parque que abría y cerraba el portón sólo la referenció con una camioneta militar a punto de salir, que sólo se detuvo unos segundos y el jefe militar no le resolvió su planteamiento.

Texto: Ramón Gracida Gómez