16 febrero,2021 8:34 am

Mujeres se desangran en la sede del Alto Comisionado de la ONU en una protesta por familiares desaparecidos

 

El Sur / Ciudad de México, 16 de febrero de 2021. En un pequeño muro blanco, Flora Marcelo Rojas escribió con su propia sangre: “Justicia x desaparecidos”. La mujer de 36 años clama por el esclarecimiento del feminicidio de su hija adolescente en México, donde la violencia ligada al crimen organizado ha dejado miles de muertos y desaparecidos en los últimos años.

Madre de otras dos niñas, la mujer se plantó el lunes frente a la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en la Ciudad de México para “desangrarse”, junto con otras cuatro mujeres, y llamar así la atención de las autoridades, tras asegurar que lleva más de un mes en la ciudad buscando ayuda.

Con una vía puesta en un brazo, de donde le goteaba lentamente la sangre hasta el suelo, Marcelo contó que su hija de 13 años desapareció a mediados de octubre tras salir de casa. Nunca regresó y así pasó a engrosar la escalofriante estadística de nueve feminicidios diarios en el país.

“Encontramos partes de un cuerpo el día 19 (de octubre). Entonces, yo creí que era ella por la ropa, porque la ropa estaba junto al cuerpo, el cuerpo nada más eran unas partes, no estaba completo”, confesó Marcelo Rojas.

La mujer aseguró que las autoridades locales trataron de inculpar a su pareja y que ahora ella es perseguida en su pueblo en Guerrero.

Marcelo, quien con decenas de otras mujeres acampa desde hace semanas a las afueras de la Secretaría de Gobernación en Ciudad de México, dijo que la medida de desangrarse  es “desesperada”.

“No nos hacen caso y yo quiero pedir justicia por mi hija“, sostuvo antes de señalar directamente a la fiscalía estatal y al crimen organizado de tratar de silenciarla.

A pocos metros de ella, otra mujer esperaba su turno para colocarse la vía en una vena del brazo.

Laura Kabata tiene 12 años buscando justicia para su hijo, quien, según narró, fue detenido injustamente y torturado por efectivos de la Marina en 2009, cuando tenía 17 años, en Ciudad Juárez, Chihuahua.

De inmediato no fue posible tener un comentario de la Secretaría de Marina sobre las acusaciones, pero en México se han admitido casos de ajusticiamientos y violaciones de derechos humanos cometidos por fuerzas policiales y militares.

“Estamos en un total desamparo”, sentenció la mujer quien afirmó que en 2006 desapareció uno de sus hermanos.

Texto: Redacción