12 abril,2022 3:30 pm

Narra el Museo de la Mujer la lucha feminista

 

Ciudad de México, 12 de abril de 2022. En casi 11 años de existencia del Museo de la Mujer, la historiadora Patricia Galeana, su fundadora, directora y curadora, recuerda que el comentario más satisfactorio que ha recibido provino de un señor:

“Soy obrero, tengo 54 años. De veras que la han tenido difícil las mujeres”, escribió el hombre, de manera anónima.

“Yo dije: ‘Bueno, lo logré’. Ése era mi objetivo, que las personas dijeran: ‘Caray, pues es que esto no es justo’. Y yo estoy segura que ese señor va a tratar mejor a su esposa, a su hija, en fin. De eso se trata”, expresa en entrevista la titular del recinto, caracterizado por su revisión histórica del quehacer de las mujeres y su contribución a la construcción de la Nación.

Un auténtico recorrido por las luchas más importantes que han sostenido las mujeres de este país -como aquella para conseguir la ciudadanía-, accesible al público desde el edificio que albergó la primera imprenta universitaria, en el corazón del Centro Histórico.

Mismo que, gracias a una ampliación que tomó siete años concretarse, recientemente inauguró dos nuevas salas que se suman a aquellas sobre la cosmovisión de la mujer en la época prehispánica, el marianismo novohispano o el papel de las normalistas durante la Revolución, por mencionar algunas.

Específicamente, se trata de un espacio destinado a las sufragistas y al Frente Único Pro Derechos de la Mujer, y uno más que aborda las cuatro olas del feminismo.

“Nos pareció muy importante que se conociera esta gran lección política de las mujeres, que lograron ponerse de acuerdo aún cuando tenían posiciones políticas o ideológicas diferentes, pero todas estaban de acuerdo en que debería de haber salario igual por trabajo igual, que las mujeres pudieran votar y ser votadas, mejor infraestructura de salud”, relata Galeana durante un recorrido por las nuevas salas.

Y es que, explica la historiadora -responsable de toda la investigación del museo-, dicho Frente consiguió reunir a 800 agrupaciones femeninas de todo el País, con cerca de 50 mil integrantes; lo mismo fueran del hegemónico Partido Nacional Revolucionario (PNR, antecedente del PRI), que mujeres católicas o del Partido Comunista, como doña Cuca García, quien encabezó esta movilización y ahora figura en la nueva sala del Museo de la Mujer.

Junto a ella se muestra a otras líderes, como la cantante, compositora y activista política comunista Concha Michel; la médica de la UNAM Esther Chapa, o doña Amalia González Caballero, quien se encargó de juntar miles de firmas de todo el País para exigir el voto. Sus biografías y discursos se pueden consultar a través de videos en pantallas interactivas.

Del otro lado, junto a un módulo sobre la legislación mexicana en materia de género, está la sala dedicada a las cuatro olas del feminismo, que arranca desde la Revolución Francesa con la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, de la escritora francesa Olympe de Gouges, guillotinada “en el periodo del terror de los jacobinos”, apunta Galeana.

Un siglo después, prosigue la historiadora, la periodista y sufragista francesa Hubertine Auclert resignificó el término “feminista”, que hasta entonces era usado para referirse peyorativamente a hombres con características de mujer.

“Hubertine Auclert reprodujo el término feminismo con un sentido positivo, como la lucha de las mujeres para tener los mismos derechos que siempre habían tenido los hombres. Y entonces popularizó el término a través de su periódico, que se llamaba La Ciudadana (La Citoyenne). Esto fue ya a finales del siglo 19”, expone la titular del museo.

El repaso de las olas del movimiento continúa con la publicación de El segundo sexo, de la filósofa Simone de Beauvoir; la emancipación de la mujer, en busca de poder tener el gobierno sobre su propio cuerpo -libertad sexual, despenalización del aborto-, y posteriormente la lucha por la otredad, por la diferencia, un detonador de la lucha por los derechos humanos en general, incluida la comunidad LGBT+.

Y termina con el momento actual, resaltando el reclamo masivo por el fin del acoso sexual, de la violencia contra la mujer y de los feminicidios. Con ejemplos de sucesos como La marea verde, en Argentina; el performance Un violador en tu camino, de las chilenas LASTESIS, o incluso el surgimiento de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM.

Un espacio para comprender por qué decenas de miles de mujeres salen a las calles a exigir mayor seguridad y el cese de la impunidad en el País con más feminicidios entre todos aquellos que no están oficialmente en guerra, indica Galeana.

“Lo que esperamos es que haya sensibilidad en las autoridades para comprender la desesperación de estas jóvenes que dicen: ‘Vivimos con miedo’. Caray, la principal obligación del Estado es darle seguridad a su ciudadanía, por eso existe el Estado”, remarca la historiadora.

“El movimiento feminista ha sido fundamental para el respeto de los derechos humanos de todas y de todos. Eso es lo que queremos que vengan aquí a estudiar”.

Ahora, sabemos, se habla de feminismos, varios. Y parece haber mucha alarma por el transexcluyente, ¿cierto?

Eso yo creo que debemos de superarlo. En todos los movimientos de cambio hay momentos en donde a veces se polariza la sociedad, se radicalizan las posiciones; pero yo creo que, así como el feminismo siempre ha apoyado todos los derechos de la comunidad LGBTTI y Queer, no debe de darse esta división.

Hay un gran debate porque hay quienes quieren que se borre la palabra “mujer”, y bueno, eso sí no tiene sentido. Las mujeres existimos, y también existe la comunidad trans, y todas y todos merecemos respeto a nuestros derechos como seres humanos. Punto.

Y estrenan biblioteca y sala de exhibición 

Al conseguir que el Gobierno de la Ciudad donara a la UNAM la edificación abandonada en la parte posterior del Museo de la Mujer, éste también ha podido convertir su reducido centro de documentación en una biblioteca, y hasta contar con un área de exhibición y una terraza.

La biblioteca, que fue nombrada “Clementina Díaz y de Ovando” en honor a la presidenta honoraria y vitalicia de la Federación Mexicana de Universitarias, A.C. (Femu, parte vital en la operación del recinto), cuenta con un acervo especializado únicamente en temas de género, así como con tabletas digitales para realizar consultas en línea.

En este espacio ahora podrán llevarse a cabo algunas de las actividades que hacen del recinto, más que un museo, un verdadero centro cultural: talleres de escritura, de poesía y de teatro, así como asesoría jurídica y psicológica.

En la nueva terraza, cuenta la directora Patricia Galeana, tendrán lugar las clases de yoga y de defensa personal.

Por otro lado, el nuevo auditorio y sala de exposiciones fue inaugurado el pasado 18 de marzo por el Rector Enrique Graue con una exposición con una decena de esculturas de Leonora Carrington.

Esto luego de que la artista plástica Glenda Hecksher, vicepresidenta de Asuntos Internacionales de la Femu, contactara al hijo de la creadora surrealista, Pablo Weisz, quien incluso decidió donar al museo una pequeña réplica de la célebre La barca de las grullas.

“Ella le comentó de nuestra labor, de lo que hacemos, y a él le gustó mucho, porque Leonora Carrington era una feminista activa, militante”, señala Galeana. “Inclusive hizo un cartel que fue emblemático para el feminismo de su tiempo, que se llamó Mujeres conciencia”.

La exposición de Carrington, complementada con obra gráfica de creadores como Raúl Anguiano, Carla Rippey, Frida Hartz o Pablo O’Higgins, se podrá visitar hasta junio, y después será sustituida por otra con pinturas y dibujos de la misma creadora.

Por ahora, el Museo de la Mujer (República de Bolivia 17, Centro Histórico) está abierto de martes a domingo en un horario de 10:00 a 14:00 horas. La información sobre sus diferentes actividades puede consultarse en www.museodelamujer.org.mx.

Texto: Ricardo Israel Sánchez Becerra / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma