La integrante del Movimiento por la Libertad de los Presos Políticos del Estado de Guerrero, Kenia Hernández informa que la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ya interviene en el caso, debido a que desde el domingo el detenido que fue entregado a la Policía Comunitaria está desaparecido.
Chilpancingo, Guerrero, 3 de julio de 2019. En un escrito enviado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) el detenido por la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Ulises Hernández Hernández narró las torturas y graves violaciones a los derechos humanos a las que son sometidos los detenidos por esa autodefensa.
Mientras que la integrante del Movimiento por la Libertad de los Presos Políticos del Estado de Guerrero (Molppeg), Kenia Hernández Montalván informó que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ya interviene en el caso, debido a que desde el domingo que Ulises fue entregado por la UPOEG a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria está desaparecido.
El ex comandante de la Policía Comunitaria y su hermano Jhonatan Hernández fueron detenidos el 12 de junio pasado en Marquelia por la Policía Ciudadana de la UPOEG, acusados del asesinato del coordinador de la CRAC-PC, Julián Cortés Flores, cerca de la casa matriz de San Luis Acatlán.
Desde ese día fueron trasladados a la comandancia de la Policía Ciudadana ubicada en Copala y entregados el domingo pasado a la casa matriz de la CRAC-PC.
Durante ese tiempo Ulises y su hermano fueron sometidos a torturas y testigos de las que se cometen en contra de otros detenidos que caen en manos de la policía de la UPOEG.
Ulises narró en pedazos de cartón y hojas viejas de cuaderno lo que vivió y vio durante sus días de cautiverio, pero fue hasta el domingo pasado que entregó sus manuscritos a sus familiares para que los hagan llegar a la CNDH, a la que pide su intervención para que se investigue el caso.
Una primera parte de su texto, escrito en un retazo de cartón, dice: “Me tendieron una trampa, me obligaron a echarme la culpa de la muerte del coordi (del coordinador de la CRAC Julián Cortés Flores), me vendaron de los pies a la cabeza y me dieron agua boca arriba, me torturaron hasta que me dieron por muerto, un rato más me dijeron que si no me echaba la culpa por completo me matarían, que fue orden de la CRAC, de un líder, yo no fui quien mató pero estoy amenazado, estoy sedado, golpeado y torturado”.
En otro texto escrito en hoja de libreta relata: “Esta carta va dirigida a la CNDH y a los gobiernos competentes. Con dolor en mi cuerpo lleno de heridas por las torturas y golpes que me hicieron policías de la UPOEG en Copala, fui incriminado forzosamente de un homicidio, de lo cual es mentira, fui vendado de las rodillas hasta los hombros”.
“Me tiraron boca arriba adentro de un baño de un metro por 2 metros, aproximadamente, y con una toalla mojada que pusieron en mi rostro me echaban agua al grado de asfixiarme y por cada vez que negaba de lo que se me acusaban eran 8 minutos en terrible desesperación”, narra.
Afirma que fueron dos veces las que por las torturas lo dejaron sin conocimiento y desmayado, “al llegar al grado de que mi corazón ya no aguantaba más con un dolor de cabeza intenso y con la vista perdida, total, tuve que dar el sí que me pedían para que dejaran de golpearme y torturarme”, dijo con respecto a su aceptación del asesinato del coordinador de la CRAC Julián Cortés Flores.
“Me metieron a un cuarto donde hasta la vez permanezco encadenado junto a mi hermano menor que le hicieron lo mismo. Mi nombre es Ulises Hernández Hernández y mi hermano es Jhonatan Hernández, somos jóvenes campesinos orgullosamente y actualmente trabajamos en la música. Somos músicos y tratados peor que delincuentes, encadenados y llenos de llagas y moretones en la piel”.
Contó en su denuncia que estuvieron detenidos en Copala, y que un coordinador de apellido Santos dio la orden de que los metieron a un baño, “y nos decían que no hiciéramos ruido y con sus armas nos apuntaban por la espalda para que no hiciéramos ningún ruido y no se dieran cuenta que nos encontrábamos”.
Violaron monstruosamente a una pareja, José Luis Zamora García de Atrixco y su mujer Hilaria Eligio Martínez, informa
Denunció que a él no lo dejaban hablar con nadie desde que lo privaron de su libertad, “nos maltratan, nos golpean sin ningún motivo, esto y más monstruosidades se cometen aquí en Copala con la UPOEG, está un matrimonio que al señor le introdujeron un objeto de madera por su ano y cuando se lo sacaron se lo metieron a su esposa en la boca de ahí los quemaron con cigarro de los pies hasta sus partes íntimas”.
Dijo que el señor se llama José Luis Zamora García de Atrixco y su mujer Hilaria Eligio Martínez, “los dos fueron violados monstruosamente y hay más que fueron violados de diferentes formas pero igual, brutal y monstruosamente, y encima de eso nos tienen amenazados que si decimos algo, nos harán peor, siempre hay un policía cerca que escucha lo que decimos así que pido a la CNDH que intervenga y nos haga justicia para desmantelar a estos delincuentes disfrazados de policías, y ojalá nos rescaten pronto de este calabozo de tortura, ya no aguantamos ningún golpe más”.
Después de que Ulises Hernández fue entregado el domingo pasado a la CRAC fue sacado de la casa matriz y ayer sus familiares desconocían su paradero, por lo que denunciaron su desaparición ante la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas que ya interviene en el caso, informó Kenia Hernández.
Dijo que la intervención del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU fue a petición de sus familiares y de las organizaciones que integran el Molppeg, debido a que desde la noche del domingo que fue entregado por la UPOEG a la CRAC de San Luis Acatlán, fue sacado de la casa matriz y ayer desconocían el lugar donde lo tienen, por lo que lo consideran desaparecido.
La integrante del Molppeg informó que desde el lunes personal de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió a la CRAC-PC la presentación de Ulises Hernández a sus familiares, así como un proceso justo y que cesen las violaciones a sus derechos humanos.
La detención del ex comandante de la Policía Comunitaria de la CRAC-PC por la policía de la UPOEG, se dio en el marco de acuerdos a los que han llegado ambas agrupaciones para actuar de manera coordinada. Incluso la Policía Ciudadana de la UPOEG ha realizado patrullajes en territorio de San Luis Acatlan.
Texto: Zacarías Cervantes
