7 marzo,2023 9:27 am

“Ni me rajo ni me retiro”, asegura el cineasta Luis Estrada sobre el estreno de “¡Qué viva México!”

Ante el revuelo que ha causado su nueva película, una crítica a la 4T que estará en salas antes que en Netflix, ahora tiene “un chingo de proyectos”. Con esa oposición volvería a votar por AMLO, dice

Ciudad de México, 7 de marzo de 2023. Después de 23 años en los que confeccionó un testamento fílmico sobre el ejercicio del poder en México (La Ley de Herodes, Un mundo maravilloso, El infierno, La dictadura perfecta y ¡Que viva México!, esta última a estrenarse en cines el 23 de marzo), el realizador Luis Estrada tenía pensado dejar el cine.

Pero han sido tantos los cambios que ha traído a su vida su nueva historia, estelarizada por Poncho Herrera, Ana de la Reguera, Damián Alcázar, Joaquín Cosío y más de 50 actores, que la agenda del cineasta, de 61 años, se ha llenado otra vez de trabajo, por lo que la jubilación ya no es viable.

“Ya había anunciado que me iba a jubilar, ya tenía el proyecto de lo que iba a ser mi vida de aquí hasta el final de mis días: irme a vivir a una playa, sin teléfono, sin internet, a escribir dos cosas, una novela que traigo en la cabeza desde hace muchos años y mis memorias.

“No sé si se vayan a publicar o si a alguien le interesen estas cosas, pero, por lo menos, a mis hijos les quiero dejar este testimonio. Les quiero contar cuando me perseguían, cómo me perseguían, por qué lo hacían, porque también creo que va a ser un testimonio importante para la historia del cine de este país”, cuenta el cineasta en entrevista con Reforma.

Lector que devora las madrugadas los periódicos más importantes, trabajador obsesivo los siete días de la semana, el también guionista y productor reculó en esa empresa del retiro como un intrépido jinete que  ha topado con voladero.

“Me arrepentí, y ahora tengo un chingo de proyectos por delante. No te los puedo contar porque en todos hay cláusulas de confidencialidades. La mala noticia para mis malquerientes es que ni me rajo, ni me retiro: ¡Ahí voy otra vez!”, expresa el autor de cintas como Bandidos y Ámbar.

Una historia de lucha

Ese constante luchar para hacer realidad sus historias, para vencer obstáculos cada vez más grandes en pos de tener libertad para expresarse, es el motor, el espíritu que mueve el universo fílmico de Estrada, y en ¡Que viva México! no es la excepción.

La trama va sobre un hombre de humilde cuna que empieza a crecer de estatus (Poncho Herrera), pero el reencuentro con su familia (encabezada por su papá, Damián Alcázar) pareciera ser una maldición que lo condena a volver a pasar por todo aquello por lo que abandonó su pueblo.

Pero en el microcosmos de la tragicomedia de Estrada hay un México, el de la llamada Cuarta Transformación, en el que un presidente (Andrés Manuel López Obrador) divide y condena socialmente desde sus conferencias mañaneras.

Y todos los personajes de la historia, en la que Joaquín Cosío y Alcázar interpretan tres roles distintos cada uno, se mueven moralmente bajo la sinfonía de discursos polarizantes.

“Se puede criticar todo lo que querramos a López Obrador, la película es durísima con él, con su proyecto, con la 4T y con su partido, ¡durísima! Pero también, uno ve las otras opciones y dice: ¡Qué orfandad!

“Porque si el menú que se prefigura para el futuro es, en una ejercicio de imaginación, una boleta con El Bronco, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y López Obrador… Te tengo una mala noticia: ¡Voy a volver a votar por López Obrador!”, subraya.

El peor sexenio para el cine

Estrada comparte que su nueva cinta, la cual se verá en Netflix después de su estreno comercial, también da cuenta de esa gran expectativa que era la llegada del actual gobierno, uno que, lamentablemente, ha sido una gran decepción.

“Su discurso hablaba de un proyecto de nación que iba a buscar que hubiera un gobierno progresista, un gobierno de izquierda. Voy a decir también algo horrible y temerario: creo que en términos de cultura y de cine es el peor sexenio de muchos. Creo que ha sido desastrosa la manera en que se han manejado la cultura y el cine”.

Texto: Hugo Lazcano / Agencia Reforma