Washington, 29 de enero 2018. Los niños que hayan entrado sin papeles (ilegalmente) a Estados Unidos no tienen derecho a contar con un abogado de oficio cuando se enfrentan a una posible deportación, según decidió este lunes una corte federal de apelaciones.
La decisión es un revés para organizaciones civiles y de defensa de los inmigrantes que llevan mucho tiempo intentando que los inmigrantes sin papeles menores de edad puedan tener un abogado cuando se enfrentan a la posibilidad de ser expulsados del país.
El caso que ha llevado al pronunciamiento de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito es el de un hondureño que llegó en 2014 a Estados Unidos a la edad de 13 años, todavía niño.
No pudo contar con un abogado porque su madre, con la que había entrado ilegalmente en el país, no pudo pagarlo ni encontrar ayuda legal gratuita. La madre defendía que su hijo necesitaba asilo por estar amenazado por las maras en Honduras tras rechazar sus intentos de reclutamiento.
“Una defensa gratuita designada judicialmente podría forzar más un sistema migratorio que está ya sobrecargado”, señala la corte en un pronunciamiento en el que además considera que el menor no demostró que tuviera necesidad de un abogado para salvaguardar sus derechos.
Los acusados en casos criminales, tengan nacionalidad estadounidense o no, tienen derecho a un abogado de oficio, es decir, pagado por el Gobierno. Sin embargo, esto no aplica a los casos de inmigración.
El niño que está en el centro de la decisión judicial había llegado con su madre a Estados Unidos, pero hay muchos menores que cruzan sin sus padres la frontera desde México.
Estados Unidos vivió una crisis migratoria en 2014, bajo la administración del demócrata Barack Obama, ante la llegada de miles de menores de edad no acompañados, procedentes mayoritariamente del Triángulo Norte de Centroamérica.
La administración de Donald Trump está preocupada por el aumento que se ha registrado en los últimos tiempos en los menores que cruzan solos la frontera en la que el mandatario quiere levantar un muro.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el número de menores no acompañados interceptados en la frontera con México cuando trataban de entrar ilegalmente en Estados Unidos aumentó un 26 por ciento los pasados octubre y noviembre frente a los dos meses anteriores. En total fueron interceptados 7.168 menores en octubre y noviembre, que son los dos primeros meses del año fiscal.
Readmiten a refugiados de 11 países
Este lunes también se dio a conocer que el gobierno de Donald Trump volvió a autorizar la entrada de refugiados de 11 naciones al país, después de 94 días de paralización, y aumentó las medidas de seguridad del Programa de Admisión de Refugiados.
En octubre pasado, Estados Unidos volvió a autorizar la entrada de refugiados al país, pero ordenó reforzar el escrutinio de sus solicitudes y excluyó del proceso a los ciudadanos de 11 naciones no identificadas.
Esa lista, que comenzó a elaborarse tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y se actualizó por última vez en 2015, contiene naciones que presentan “potencialmente un mayor riesgo” para EE.UU., según apuntaron altos funcionarios en una conferencia telefónica, sin dar el nombre de los países.
Durante los más de 90 días que duró la revisión “en profundidad” de “cada uno” de esos once países, se ralentizó la gestión de las solicitudes de refugio de sus nacionales, porque el Gobierno dio prioridad a las peticiones de ciudadanos de otros lugares.
A pesar de que no hay una lista oficial de estos países divulgada públicamente, los medios locales aseguraron que incluyen diez naciones de mayoría musulmana más Corea del Norte.
Según grupos de defensa de derechos de los refugiados, la lista la completan Egipto, Irán, Irak, Libia, Mali, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria y Yemen.
“La lista no tiene nada que ver con la religión mayoritaria de esos países, sino con el riesgo que suponen para nuestra nación”, aseguraron las mismas fuentes desde la Administración.
A partir de ahora, los nacionales de estos países enfrentarán evaluaciones más estrictas “basadas en el riesgo” para que sus solicitudes de refugio sean aceptadas.
“Es sumamente importante que sepamos quién ingresa a Estados Unidos”, apuntó en un comunicado la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
Nielsen explicó que estas medidas de seguridad adicionales “dificultarán que los malos actores exploten nuestro programa de refugiados y se asegurarán de que adoptemos un enfoque más basado en el riesgo para proteger la nación”.
El departamento liderado por Nielsen elaboró una serie de recomendaciones y medidas para “fortalecer la integridad” del Programa de Admisión de Refugiados.
Además de las ya estrictas comprobaciones de identidad, los originarios de estos 11 países deberán pasar una evaluación adicional, de la que no se ofrecieron más detalles.
Nielsen también consideró que se debe hacer una revisión y actualización cada seis meses de la lista de países “de alto riesgo” y de los criterios de selección.
Durante el año fiscal 2018, EU pretende admitir un máximo de 45 mil refugiados, una reducción del 60 por ciento respecto a los 110 mil de 2017 y la cifra más baja desde 1980.
Estados Unidos decidió retirarse en diciembre del Pacto Mundial de la ONU sobre protección de migrantes y refugiados por considerar que la política migratoria del país debe estar en manos “solo” de los estaduunidenses.
Texto: DPA / Foto:
