15 septiembre,2020 5:06 am

No busca contratos de obra pública aunque sí ha recomendado a constructoras, responde Morlett

Afirma el regidor de Morena que la dependencia que decide es la Secretaría de Desarrollo Urbano, pero antes tienen que pasar por la aprobación de “la familia Román”. Se reserva el derecho de demandar a la alcaldesa, pero la señala por corrupción  

 Acapulco, Guerrero, 15 de septiembre de 2020. El regidor de Morena Javier Morlett Macho rechazó que busque contratos de obra pública, pero dijo que sí ha recomendado empresas para que les den contratos en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del municipio.

El domingo, después de hacer una dura crítica al gobierno municipal, durante el segundo informe de gobierno al que señaló de mediocre y alejado de los principios de no robar, no mentir y no traicionar, la alcaldesa Adela Román Ocampo dijo que Morlett Macho busca contratos de obra pública en el municipio.

En entrevista en su oficina, el regidor sostuvo que por las acusaciones en su contra la alcaldesa incurrió en el delito de coacción y valorará si procede penalmente. Retó a que se revise en el Registro Público de la Propiedad si su nombre aparece en el acta constitutiva de alguna empresa y anticipó que los señalamientos que hizo en el informe a la administración municipal “es apenas el principio”.

Señaló que el proceso para la contratación de una empresa constructora en el gobierno municipal no sigue el método tradicional, sino que tiene que pasar por la aprobación de “la familia Román”.

Admitió que en 2019 recomendó “dos o tres” empresas constructoras y este año sólo una, pero no fue beneficiada con un contrato de obra pública y negó que esta condición haya influido en sus críticas hacia el gobierno de Adela Román.

Entrevistado en su oficina, se le preguntó:

–¿Qué hay de cierto en esa acusación que hizo la alcaldesa de que busca contratos de obra pública?

–Desmiento categóricamente esa acusación que la presidenta hace, sin ninguna base, sin fundamento, ella como presidenta municipal y como abogada que es ha manifestado, en muchas ocasiones, cuando la han acusado o la han criticado, siempre ha dicho que no basta con acusar, hay que demostrar la acusación, entonces lo que ella cometió en ese momento al acusarme, sin fundamentos, sin base, es un delito, cometió el delito de coacción que consiste en intimidar a una persona para silenciar sus aseveraciones, dañar la credibilidad de quien emite la opinión para deslegitimar lo que se dice.

Esa estrategia –continuó el edil– es usual en ella, quizá para el auditorio que estaba en el informe causó conmoción pero nosotros que convivimos cotidianamente con ella en el trabajo, en reuniones privadas y en Cabildo, sabemos que es un recurso que usa frecuentemente para deslegitimar a los miembros del Cabildo, de hecho antes de que yo hablara recibí un mensaje, no voy a decir de quien para cuidar su identidad porque podría correrlo de su trabajo, yo fui advertido de que me iba acusar de eso, fueron minutos de duda, en donde yo medité seriamente si yo fijaba mi postura sabiendo de antemano que me iba a intentar desprestigiar, mi decisión fue tomar el riesgo y decir lo que tenía que decir y enfrentar las consecuencias de una acusación falsa que intenta desprestigiarme, afortunadamente la presidenta no tiene pruebas para demostrar eso y sin embargo yo tengo un prestigio que me respalda y tengo el respaldo de la sociedad.

–¿Va a proceder penalmente por ese delito?

–Sí, en este momento voy a trabajar con mis abogados para analizar el tema, yo no soy abogado tengo que analizar, es más puedo hacerlo o no puedo hacerlo, es una decisión que todavía no he tomado porque hay temas más importantes que irnos a tribunales cuando lo importante es rescatar Acapulco.

–Usted ¿tiene empresas constructoras?

–Claro que no, nunca las he tenido.

–¿Es socio de empresas constructoras?

–Absolutamente, pueden investigarme en el Registro Público de la Propiedad, antes de ser regidor era perito valuador, me dedicaba a hacer avalúos, no tengo ni casa, yo rento un departamento, la casa de mi mamá se compró hace 20 o 30 años, yo no he construido nada.

–Como edil ¿ha buscado beneficiar a alguna empresa?

–Sí, sí, los ediles, todos, tenemos la facultad legal de hacer gestoría, la gestoría va en dos sentidos, todos lo hacemos, en todo tiempo, en todo el país, gestionamos obra, hacemos propuesta que la gente nos pide para que se pavimente su calle, se meta agua y mandamos las propuestas pero también recibimos a empresarios, empresarios que quieren participar en la obra pública y nosotros lo único que podemos hacer es recomendarlos al secretario de Obras Públicas para que los incluya dentro del padrón de contratistas y participen en el proceso de contratación, donde ahí si no podemos meternos y es facultad exclusiva de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas la asignación de empresas que harán la obra pública, ahí no participan los regidores, sólo recomendamos.

–Usted ¿ha recomendado?

–Sí he recomendado empresas.

–¿Han sido beneficiadas?

–Creo que unas dos o tres, no recuerdo los nombres, son empresarios y no tengo en la memoria los nombres, pero sí participan en el proceso, presentan un presupuesto adecuado y los contratan.

“El año pasado recomendamos todos pero lo que observamos es que muchas, gran parte de las empresas que recomendamos no fueron incluidas y supimos que existe un proceso de contratación alterno al tradicional, donde hay una persona de la familia que participa en la contratación”.

–¿Qué familia?

–La familia que gobierna, entonces como vimos que el asunto tiene los dados cargados, decidimos que era desgastante enviar una recomendación a la Secretaría de Obras Públicas para que esas fuesen contratadas cuando la decisión proviene desde otro lugar.

–¿A qué familia se refiere?, es abstracto.

–Hasta ahí lo dejo.

–¿Es la familia Román Ocampo?

–La familia gobernante dije.

–Pero ¿qué familia es?

–La familia Román.

–¿Quién es la persona que se encarga de aprobar las obras?

–En este momento no lo voy a decir, en este momento no lo voy a decir.

–¿Las empresas que recomendó sí fueron beneficiadas?

–La verdad con exactitud no lo sé, no lo sé

–Y ¿este año?

–No, creo que hice recomendación de una empresa y hablé con el secretario, le pregunté si esa empresa estaba incluida y me dijo que no, es normal, es su derecho, no puedo acusar al secretario de no contratarla, es facultad de la Secretaría de Desarrollo Urbano contratar las empresas, punto, no puedo obligarlo a nada.

–Este rechazo ¿intervino en su postura en el informe?

–No, para nada, el problema fue la elección, la forma en que fue elegido el representante, ese fue el detonador, nosotros (los regidores de Morena) tenemos la instrucción de no contratar obra, a mi que me esculquen, yo estoy limpio, ahí está el Registro Público de la Propiedad pueden preguntar si aparezco yo en algún acta constitutiva de una empresas.

La confrontación

–Lo ocurrido en el segundo informe ¿es una ruptura entre la administración y este grupo de ediles?

–Fueron dos años de intento de este Cabildo de tener una relación productiva y fluida con ella, entendemos que es necesario que haya unidad en el Cabildo para generar gobernabilidad sin embargo el estilo personal de gobernar de la presidenta municipal es totalmente ajeno a ese pensamiento, ella quiere gobernar sola, para ella los regidores somos una molestia con la que tiene que convivir porque la ley así lo obliga y la manera que tiene para trabajar con libertad y tomar decisiones importantes en la ciudad unilateralmente como lo ha venido haciendo es cooptando o amenazando. Después de mucho platicar o intentar establecer una relación afectiva, propositiva la gota que derramó el vaso fue la posición de ella de que la postura ante el informe la hiciera un regidor que no tenía la mayoría, la mayoría de los regidores votó para que yo fijara postura, pero claro, como sabía de antemano que mi postura iba a ser independiente a su criterio maniobró dentro de la fracción para que fuese otro regidor afín a ella y su postura fuese una postura florida, tersa, contraria al pensamiento de la mayoría de los regidores que creemos que está gobernando mal, muy mal y que hay mucha corrupción y la gente tiene que saberlo.

–¿Es una ruptura?

–Espero que no, nosotros aún tenemos la esperanza de que la presidenta municipal tenga el talante político de estadista que se necesita tener para ser capaz de reconstruir una fracción dividida, la división no es que nosotros la quisimos hacer es el trato que se nos dio, la manera en que está trabajando el ayuntamiento con evidentes actos de corrupción que nosotros conocemos y ya denunciamos.

–¿Cuáles?

–De eso se encargará la Auditoría Superior del Estado porque no puedo yo hablar de una investigación, no estoy hablando por hablar, estoy hablando de la burra porque tenemos los pelos en la mano, pero son asuntos que les tocan a otras autoridades investigar y acusar.

Criticó que el titular del Órgano de Control Interno “es un objeto decorativo, está puesto a modo por la presidenta” y señaló que la administración “de lo que más adolece es de transparencia”.

Añadió que se ha solicitado la comparecencia en Cabildo del contralor, del director de la CAPAMA, de la directora del DIF pero son organismos opacos. “Lo que estamos viviendo en este ayuntamiento es un caos financiero y es nuestra obligación como miembros de Morena, obligar a la presidenta y a los funcionarios que sean honestos, a que transparenten su actividad, las finanzas, pero sobre todo que no mientan, que digan la verdad y no están haciéndolo, le están mintiendo al pueblo de Acapulco

La gota que derramó el vaso

El regidor relató que la definición de la fracción de Morena sobre quien fijaría la postura se dio mediante un chat en la red de mensajería instantánea WhatsApp, en la que los ediles votaron sobre quien fijaría postura.

La fracción de Morena se integra de 12 ediles, un grupo que acompaña a la alcaldesa Adela Román, está integrado por Manuel Cortés Avilés, Patricia Batani Giles, Ilich Lozano Herrera, Hugo Hernández Martínez y Alaín Rodríguez Serrano, en el otro grupo están los dos síndicos Javier Solorio Almazán y Leticia Castro Ortiz, los regidores Mayra Reyna Reséndiz, Liliana Quijano Buitrón, Azucena Uribe Ramos y Javier Morlett Macho.

Debido a que en cada grupo son seis ediles, en la definición de quien fijaría la postura de Morena en el segundo informe de gobierno, la alcaldesa empleó su “voto de calidad” y eso inclinó la balanza a favor de Hugo Hernández.

Morlett dijo que en el grupo de chat se dijo que Adela no debería intervenir en la votación sobre el edil fijaría la postura de Morena “vimos mal que ella misma influyera en quien iba a contestar su propio informe, no es ético”.

El regidor agregó que se “trató de un truco, una argucia legal” porque el voto de calidad del que dispone la alcaldesa es para las sesiones de Cabildo no para votaciones dentro de la fracción de Morena “usaron las argucias legales para excluirme e impulsar un regidor a modo, eso fue lo que generó la molestia de parte nuestra y acordamos que ante este truco legaloide nosotros nos íbamos a retirar, pero antes íbamos a fijar una postura”.

Indicó que después del chat hubo amenazas de parte del secretario general, Ernesto Manzano , hacia los regidores disidentes “para amedrentarlos, advertirles que si se unían a este grupo de seis regidores que tenemos iban a ser objeto de represalias”.

Se reservó los nombres de los ediles porque dijo que corresponde a los amenazados hacerlo público, “pero a una regidora le dijeron estas palabras textuales ‘regidora si usted insiste en mantenerse dentro del grupo de Morlett, usted está declarándonos la guerra’, palabras textuales del secretario general con la intención de amedrentar y lo lograron porque esa regidora no asistió al informe por miedo, ese es el estilo de gobernar” de Adela.

Recordó que ocho ediles de Morena llegaron al Cabildo por tómbola no por decisión de Adela por lo que no tienen “una relación directa o un agradecimiento por ser regidores, tenemos entonces un pensamiento libre”.

La alcaldesa busca “cooptar” a los ediles y les propone “ciertos beneficios” como los contratos de obra y quienes han aceptado “se vuelven sumisos ante la presidenta municipal, el poder presidencial”.

Del grupo de ediles confrontados con la alcaldesa, dijo “estos seis regidores más otros dos que no nos acompañan tenemos la obligación de no aceptar obra, no aceptar contratos que nos beneficien económicamente, únicamente nos apegamos a recibir como ingreso nuestro salario, eso nos permite tener la libertad y la claridad moral para opinar diciendo nuestra verdad, que no necesariamente es la verdad absoluta”.

Texto: Daniel Velázquez / Foto: Jesús Trigo