La alcaldesa, el secretario de Obras Públicas y el director de la Capach reconocieron que las principales fuentes que abastecen a la ciudad disminuyeron considerablemente y no alcanzan a surtir a toda la población. Ya no hay agua en los pozos de la capital y tienen que ir a traerla desde localidades como Acahuizotla, por eso el aumento de precios, dice pipero
Chilpancingo, Guerrero, 30 de abril de 2024. Ante la grave escasez del agua potable en Chilpancingo, el Ayuntamiento sólo tiene proyectos a mediano y largo plazo, según la información que se proporcionó ayer en la conferencia de prensa semanal de la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez.
Mientras que para salir del problema mediáticamente se habló de la distribución del agua en pipas, y los empresarios que prestan este servicio fueron invitados a la conferencia de prensa para explicar las causas por las que aumentaron en un 50 por ciento sus precios.
A la conferencia de prensa asistió una comisión de la Asociación de Piperos, quienes argumentaron que ya no hay agua en los pozos de la capital y tienen que ir a traerla a localidades como a Acahuizotla, lo que les genera sobrecostos.
La alcaldesa Hernández Martínez, el secretario de Obras Públicas, Carlos Leyva Vásquez y el director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), Carlos Balbuena Schiafinni, reconocieron que las principales fuentes de agua que surten a la capital disminuyeron considerablemente y que ya no alcanzan a surtir a toda la población.
Para atender el problema, el director de obras reiteró lo que han venido informando en conferencias de prensa anteriores, en el sentido de que a mediano plazo, se proyecta la apertura de tres pozos; uno en la colonia Cooperativa, otro en Lomas de Ocotepec y el tercero en Petaquillas, pero no dijo que avances llevan y cuando comenzaran en operación.
Mientras que a largo plazo, habló nuevamente del proyecto para traer agua del rio Papagayo con una inversión de mil 600 millones de pesos en tres etapas, pero, dicho proyecto sigue a revisión en la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Frente al grave problema de escasez de agua, los integrantes de la Asociación de Piperos, encabezados por Antonio Anaya, justificaron el incremento del producto en un 50 por ciento porque dijo tienen que ir a llenar hasta Acahuizótla,
Explicó que ello les implica gastos por mil 250 pesos por viaje y que aunque la pipa debiera tener un costo de dos mil pesos al consumidor, la venden en mil 500 y aseguró que solo obtienen 250 pesos de ganancia para mantenimiento de sus unidades, “y ya no nos queda nada para el ingreso de nuestra familia”, se quejó uno de ellos, pero aseguró que siguen prestando el servicio “por solidaridad”.
El secretario de Obras Públicas, Carlos Leyva reconoció que la escasez de agua potable es uno de los principales problemas que se enfrenta la autoridad municipal en Chilpancingo.
Pero pidió que el problema no debe politizarse ni polarizarse en temporada de elecciones.
“El problema se ha venido agravando desde hace 30 años, cada vez tenemos menos agua, mientras que el calentamiento global aumenta y hace mella en los mantos acuíferos”, dijo.
Aunado a ellos explicó que existe un crecimiento desmoderado y se ha duplicado la cantidad de chilpancingueños; somos el doble de la población y tenemos la mitad del agua”, argumentó.
Derivado de la escasez del agua, el problema se ha resuelto con la distribución a través del servicio privado en pipas.
Ayer, en la conferencia de prensa fueron presentados los empresarios en la conferencia de prensa de la alcaldesa ante la imposibilidad de garantizar el servicio mediante la red.
Los integrantes de la Asociación de Piperos fue encabezada por Antonio Anaya quien reconoció que han incrementado sus precios debido a que ya no hay agua en los pozos de Chilpancingo y tienen que ir a llenar hasta Acahuizótla.
Informó que ello les genera sobre costos, “tenemos que recorrer 60 kilómetros para llegar a Acahuizotla, lo que nos gasta 20 litros más de combustible para el camión y nos arroja 600 pesos. Agregó que, además de esto pagan 400 pesos por el llenado de las pipas y otros 200 al operador dela pipa, en tanto que para el descargue invierten otros 50 más de gasolina.
Informó que en total gastan por cada viaje mil 250 pesos y la cobran al usuario a mil 500 pesos, a pesar de que el costo debería ser de dos mil pesos. Sin embargo aseguró que solo tienen un excedente de 250 pesos para el mantenimiento de sus unidades, “y ya no nos queda nada para la familia, pero seguimos trabajando por solidaridad”, aseguró.
Texto: Zacarías Cervantes
