2 marzo,2020 5:51 am

No quiero politiquería, no quiero grilla, reprocha AMLO en Tabasco y amaga con parar su discurso

Ante los abucheos y gritos contra el gobernador tabasqueño Adán López y el alcalde de Macuspana Roberto Villalpando, el presidente pide analizar las cosas y hacer la diferencia para poder transformar a México. “¿A mí también me van a gritar?”, pregunta molesto al iniciar su arenga.

Macuspana, Tabasco, 2 de marzo de 2020. En su tierra natal, el presidente Andrés Manuel López Obrador soportó abucheos y gritos contra el gobernador Adán López y el alcalde Roberto Villalpando, por promesas incumplidas, al grado de que amagó con suspender su discurso y atribuyó la protesta a la “politiquería”.

“Amigas, amigos, paisanas, paisanos, me da mucho gusto estar con ustedes aquí en San Carlos”, preguntó el mandatario al iniciar su discurso.

“Bueno, vengo a visitarles para informales de los avances del plan del Gobierno para llevar a cabo la Cuarta Transformación (…), quiero aprovechar este momento para pedirles que analicemos las cosas y que podamos hacer la diferencia entre la politiquería, la grilla, y la tarea que tenemos todos de transformar a México”, expresó.

“¿A mí también me van a gritar?”, empezó preguntando ante los abucheos. Le dijeron que no, pero lo hicieron.

“Me dio mucho gusto estar aquí, con ustedes, ya no voy a poder seguir hablando, porque así no se puede. No quiero politiquería, no quiero grilla”, se quejó detrás del micrófono y aquí falta la transcripción de sus manoteos en el aire, del sudor de su frente, de sus guiños y su cara de fastidio.

Empiezan los reclamos por el servicio de energía eléctrica

Era Andrés Manuel López Obrador, irreconocible. Por primera vez amenazaba con cancelar sus arengas, sus acusaciones, con callarse. Su cara de fastidió decía “ya chole” de que no vean todo lo magnífico de los tiempos que corren.

El público, unas 2 mil personas apretadas bajo el enlonado de una cancha de futbol, más que las mil 522 que según el Inegi, viven en Tepetitán, el poblado donde nació, a 40 minutos de ahí, agitaba sus lonas y banderas rojas y guindas y seguía con sus gritos y rechiflas contra el alcalde Roberto Villalpando y el Gobernador Adán Augusto López, los dos del mismo partido que el Presidente, porque prometieron todo y no han hecho casi nada. Ni bajar la luz ni hacer carreteras ni traer el agua ni nada de nada.

“El recibo de la luz nos llega demasiado caro. Nos dijeron borrón y cuenta nueva y hasta ahorita no hemos visto solución en lo más mínimo”, dijo la señora Nery Jerónimo Guzmán, de La Unión. “Presidentes salen, presidentes entran y el camino de nosotros nunca lo toman en cuenta. Los niños van a la escuela y el lodo hasta aquí”, según Lidia Montejo, de la ranchería de Abasolo.

“¿Me van a escuchaaaar?”, gritó el presidente alargando las vocales. Y lo iban a escuchar, porque a eso habían ido. A escuchar a su paisano que tras más de 30 años de persistencia llegó al poder político, pero antes querían dar la queja.

“¡ Villalpando es un ratero!”. “Y Adán es un corrupto, no hace nada!”. “¡Que no robe!”. “¡Que no engañe!”.

El presidente cerraba en su tierra una gira de tres días en Tabasco. En los cuatro mítines anteriores hubo gritos y protestas contra los alcaldes y el gobernador, primo hermano del presidente. Se pensó que en Macuspana sería distinto. Pero ahí López a Obrador tuvo que esforzarse más en impulsar esa idea que si no la repitiera tanto quizás nadie pensaría: en que ya comenzó algo llamado “Cuarta Transformación” del país.

“Esa es mi misión y eso es lo que estoy haciendo, porque a veces por la grilla, por la politiquería parece como si no estuviésemos haciendo nada”, dijo. Le respondió el auditorio coreando su nombre.

Allá al fondo se agitó una manta manta roja gigante que le agradecía haber terminado con la corrupción en el sindicato petrolero pero le recordaba que Romero Deschamps sigue libre. A su lado se agitó otra donde las imágenes de Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas parecían tan poquita cosa, tan pequeñitas, tan en blanco y negro, junto a la de Lopez Obrador sonriente, irreconocible ahora, estampada a su lado.

López Obrador se aferró a lo básico para probar que sí están haciendo algo. “¿Es lo mismo que antes? ¿No están recibiendo las niñas, los niños con discapacidad su pensión? ¿El Presidente viaja en avión presidencial?”, preguntó, pero sólo en la última pregunta hubo unanimidad.

Lo peor fue cuando preguntó si acaso no él había dado el perdón a los 11 mil millones de pesos en recibos de la luz a los tabasqueños que desde 1995 lo acompañaron en la resistencia civil. Afirmó que hasta padeció los reproches en otros estados.

“Y ahora ustedes mismos, mis paisanos, me dicen que no”. Puso a votación a mano alzada, parecían más los brazos en contra, pero el Presidente vio que todo estaba muy claro y ahí mismo prometió que ya iba a ir Manuel Bartlett a bajarles la tarifa. Prometió una planta potabilizadora, rehabilitar el hospital.

Pidió paciencia. No pensar en las necesidades propias sino en el bien general. “Porque me dicen algunos: ‘Es que todavía no me han atendido’. A ti en lo personal, pero lo primero la colectividad”. Como si dijera no seas egoísta, no pienses en ti, primero está la “4T”.

Superado el trago amargo en su propio pueblo, camino al aeropuerto se detuvo a probar totopostes, unas tostadas gigantes de harina, a un lado de la carrera, con la señora Anabel. “Oye, ¿y tú cómo ves lo que estamos haciendo?”, le preguntó.

Ofrece enviar a Bartlett a bajar las tarifas

El presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció ayer enviar a Tabasco a Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a arreglar el problema de las tarifas eléctricas.

Ante el reclamo de asistentes a su mitin en Macuspana, quienes rechazaron que se haya aplicado el prometido “borrón y cuenta nueva”, el mandatario aseguró que se beneficiará a los que faltan.

“A lo mejor algunos no, pero la mayoría sí (han sido regularizados) y va a venir Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad para bajar la tarifa, para que haya una tarifa justa para todos los tabasqueños”, dijo.

Insistió en que se va a mejorar la situación de las escuelas de la entidad.

“Va a tener cada escuela su presupuesto, cada escuela va a recibir en cada ciclo escolar, cada año su presupuesto para mantenimiento. Si es una escuela pequeña de cinco a 50 alumnos, 150 mil pesos; si es de 50 alumnos a 150 alumnos, 200 mil pesos; si es de 150 alumnos hacia adelante, 500 mil pesos”, indicó.

Aunque muchas cosas ya se iniciaron, señaló, llevará tiempo terminar todo.

“Lleva trabajo (implementar) la nueva estrategia, porque antes el Gobierno no estaba hecho, no estaba preparado para servir al pueblo, para beneficiar al pueblo, el Gobierno era un comité al servicio de una minoría rapaz, el Gobierno estaba hecho para facilitar el saqueo, para robar, así estaba estructurado el Gobierno.

Ahora estamos cambiando para que el Gobierno esté realmente al servicio del pueblo. Y esto no crean que es fácil, no son tamalitos de chipilín, porque los de arriba, que eran los que sacaban provecho, están molestos; porque los de arriba no pagaban impuestos, pagaba impuesto el pueblo raso, pagaba impuesto el campesino, el obrero, el maestro, el trabajador, el pequeño y mediano comerciante, el pequeño y mediano empresario, pero los de mero arriba no pagaban impuestos, se les condonaban los impuestos”, dijo.

Y promete puente, hospital y rebajas en luz en Paraíso

El sábado, en el Ejido de Quintín Arnauz, un poblado de 5 mil personas separado por el río Usumacinta, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió construir un puente, un hospital, bajar las tarifas de luz, más los programas de bienestar.

“¿Cómo es que me puedo comprometer con ustedes? Porque estamos ahorrando mucho dinero, porque no se permite la corrupción. No saben cuánto ahorramos por no permitir la corrupción”, sostuvo en el auditorio del centro del poblado.

López Obrador aseguró que tan sólo la Presidencia ahorró unos 2 mil 600 millones de pesos, y que a esto se suma la venta de aviones y helicópteros

“Ya no hay avión presidencial, ya no hay, se va a rifar, se están vendiendo todos los aviones y helicópteros, ya no hay Estado Mayor Presidencial, por eso puedo decirles que nos va a alcanzar el presupuesto y y vamos a cumplir”, dijo.

La población le pidió el puente para conectar al ejido desde que la comitiva del Presidente llegó a la orilla del Río y tuvo que subir los autos a una panga para hacer el cruce de unos 10 minutos.

Normalmente, según los habitantes, la plataforma cobra entre 40 y 80 pesos por auto, aunque sólo da servicio de 07:00 a 17:00 horas.

Una vez del otro lado, el presidente volvió a subir a la Suburban, aunque fue detenido varías veces, una de ellas para que conociera el estado de deterioro del centro de salud.

El mandatario prometió que la próxima semana vendrá el subsecretario de Comunicaciones, Cedric Escalante, a revisar el proyecto de la obra, por años prometida, incluso desde 1988 cuando llegó aquí el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Además, dijo que vendrá el titular del Insabi y el Gobernador de Tabasco para planear el hospital.

“También va venir el director de la Comisión Federal de Electricidad para bajar las tarifas de la Luz”, aseveró.

Ante cientos de personas que llegaron desde temprano a solicitar las obras y a agradecer las becas y apoyos mensuales, el Presidente afirmó que ya está en marcha un cambio de Gobierno con miles de millones de pesos que se reparten como ayuda, aunque reconoció que la burocracia ha retrasado programas como Sembrando Vida y la Escuela es Nuestra.

“Va a seguir Sembrando Vida, sólo les pido que me ayuden en todo porque nos dejaron un toro viejo reumático, mañoso, corrupto, echado y que hay que pararlo y es un cuerpo de avance lento”, dijo.

El tabasqueño les pidió a sus paisanos que no porque reciban el apoyo se vuelvan flojos y se queden en la hamaca.

“Entre otros programas hay uno que se llama La Escuela es Nuestra, ese programa que va también lento porque el toro viejo… y porque todavía hay quienes creen que es lo mismo de antes, están pushos porqué nada más están en la oficina, no les da el sol, tienen el color amarillo, burócratas, pero ya van a ir entendiendo de que ya se tiene que trabajar, hay que estar visitando los pueblos, las comunidades, escuchando al pueblo”, acusó.

Texto: Agencia Reforma / Foto: Presidencia / Cuartoscuro