3 marzo,2020 4:22 am

No ve el rector desde su “posición de privilegio” el acoso en la UAG, denuncian feministas

Realizan organizaciones la Jornada de Concientización y Visualización de la Violencia de Género dentro de la UAG, donde se advierte sobre los espacios de poder usados por maestros para seducir a estudiantes que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad: en el aula, las tutorías, asesorías de tesis y en las preparatorias.

Chilpancingo, Guerrero, 3 de marzo de 2020. La Colectiva Yo te Creo, conformada por estudiantes y egresadas de Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), denunció que el rector Javier Saldaña Almazán “desde su posición de privilegios, no ve el acoso y hostigamiento que existen en las unidades académicas”.

En la Jornada de Concientización y Visualización de la Violencia de Género dentro de la UAG, Marea Violeta, Yo te Creo, las representantes de la organización, Aneliz Visca Faustino y Angie de la Rosa Palafox, cuestionaron que el rector Javier Saldaña dijo a la prensa que el acoso y el hostigamiento son aislados en la institución, y cuando suceden, son atendidos.

Consideraron que su declaración, aunque lamentable, sirve para evidenciar que las autoridades no comprenden el problema de violencia de género que existe en la UAG, y la inclusión social que dice tener “es una farsa”.

En este espacio, que se realizó en el auditorio de la facultad de Filosofia y Letras, la profesora de esa escuela, Blanca America Wences Román, advirtió sobre los espacios de poder usados por maestros para seducir a estudiantes que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad: en el aula, las tutorías, asesorías de tesis y en las preparatorias; por lo que pidió revisar quiénes son los pedagogos que están a cargo de los departamentos de psicopedagogía.

Reveló que las jóvenes de comunidades indígenas son más vulnerables al hostigamiento de los maestros, porque tienen otra cosmovisión, donde el profesor está ligado a la colectividad. Por otro lado, cuando los maestros ven madre soltera, “he escuchado a compañeros decir, ‘esa tiene que ser mía’, como si por el hecho ser mamá implica que va a querer con él, ¿cómo se atreven?”.

Visca Faustino en referencia al tema, porque ella denunció violencia de género en la universidad contra un profesor, aclaró que para muchos estudiantes, el acoso y el hostigamiento sexual son aún vistos como un chiste, un tema de burla, por lo que las víctimas no saben con quién acudir y tienen miedo.

Por lo anterior, informó que tratan de visibilizar la magnitud del problema en esta jornada, que continuará hoy, y otras actividades en otras facultades, “nosotros tomamos la iniciativa de impulsar las denuncias, porque no es normal que los maestros nos escriban, nos pidan tener una relación sentimental. No son normales los comentarios sexistas”.

Denunció también que en la página de Facebook de la organización, de manera extraña, fue borrado el video de una conferencia de prensa y los comentarios relacionados con el profesor que fue acusado de abuso en la universidad, sin que haya una explicación hasta ahora.

El abandono institucional también es violencia, asegura perita

En esta jornada, la perita de derechos humanos de las mujeres desde la perspectiva de género, de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero y del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Josefina Martínez, incluyó en el concepto de feminicidio los suicidios de mujeres que viven en la precariedad, sin la cobertura de sus derechos.

Señaló que vivir en la precariedad puede remitirnos a las mujeres de Cochoapa el Grande o Metlatonoc, pero también están en la ciudades, donde no tienen dinero para terminar la quincena.

Como ejemplo, mencionó que la semana pasada una mujer se quitó la vida porque le arrebataron a su hija, no tenía dinero para pagar la luz ni su vivienda, “y por el abandono del que se decía su esposo, con quien vivió todas las violencias, y todavía las autoridades no alcanzan a nombrar esas violencias, porque no les importamos”.

Convocó a las psicólogas a nombrar estas violencias en los informes, “necesitamos psicólogos empáticos, no puede ser que las mujeres vivan violencia todos lo días y ni media cuartilla se merezcan en los diagnósticos”.

En cuanto a los asesinatos de mujeres en manos del crimen organizado, aclaró que no les quitaron la vida por ser mafiosas, “como lo dijo la compañera, las mujeres estamos llenas de miedo, no somos delincuentes, sino que los delincuentes nos quieren exterminar. Vivimos donde proliferan los sicarios, contando esto y la precariedad, ellos no van a permitir que nosotros nos encumbremos”.

Al inicio de la jornada apenas habían algunas estudiantes en la conferencia, y la perita lamentó que ni los maestros ni los alumnos se hayan acercado, “debería haber una palabra que alcance a describir su omisión, las demandas que tenemos para ellos, que son infinitas”.

De a poco fueron llegando más estudiantes y la segunda ponente, América Wences Román, explicó que la complejidad de la relación entre alumnos y docentes, incluso afectiva, “que puede transformarse en perversión y no nos atrevemos a desenmascarar por miedo. Es que tú diste lugar, llevabas short, llevabas faldita, y el maestro es hombre”, dijo de los comentarios que surgen cuando las alumnas se atreven a señalar a un abusador.

Aclaró que sí hay cuerpos bellos en el aula y los jóvenes a veces vienen arreglados, atractivos, pero no significa que quieran acostarse con los profesores. “Ahí andan cantando 40 y 20. Hay profesores que tienen 70 años”.

Explicó que como docente no puede aprovecharse del poder que tiene, “y peor si un alumno viene de pueblos originarios. Yo occidental de toda mi vida, lo apantallo y pues no. Los profesores bien que lo saben, que las mujeres de pueblos originarios son presas fáciles, porque vienen de otra cosmovisión, donde el profesor está ligado a la colectividad”.

Además, indicó que hay coyunturas muy específicas que le preocupan, pues en las las preparatorias hay departamentos de psicopedagogía y no se sabe quiénes son los pedagogos a cargo de esos espacios.

Asimismo, indicó que las tutorías y asesorías de tesis son espacios muy peligrosos, “donde el profesor y una estudiante, que sufre violencia en su casa o de su novio, estará entregada al profesor”.

Propuso que en el contrato colectivo de trabajo se incluya, además del examen por oposición para el ingreso al servicio docente, un examen psicológico, “no vaya a ser que llegue un psicópata, no sé si hay, o un feminicida”.

Asimismo, planteó hacer un observatorio para señalar a todo profesor que mire a una alumna con mirada libidinosa. Concluyó que el neoliberalismo está convirtiendo a las mujeres en trofeos de los cárteles, “si quieren integrarte a mi cartel, tienen que matar a alguien esta noche, o calientan la plaza matando a mujeres y niños inocentes, que no tienen nada que ver con esto”.

Texto: Lourdes Chávez / Foto: Jesús Eduardo Guerrero