19 octubre,2024 5:43 am

“Nos quedamos nuevamente sin nada”, lamentan comerciantes del mercado afectados por incendio  

La mayoría de los damnificados ya habían perdido sus locales en el siniestro de junio del año pasado

 Acapulco, Guerrero, 19 de octubre de 2024. “Nos quedamos nuevamente sin nada”, lamentaron los comerciantes del Mercado Central, afectados por el incendio ocurrido la madrugada del viernes en la calle 2 de Agosto y que consumió 25 locales provisionales y semifijos.

Los locales que fueron consumidos, en su mayoría, son de comerciantes que resultaron afectados por el incendio que ocurrió el 5 de junio del año pasado en el Mercado Central y que arrasó con los puestos del área de sombrillas y de la nave mayor.

Vendían productos de ferretería, hierbas, veladoras, ropa, artesanías de barro, como cazuelas, alcancías, semillas como maíz, frijol y algunos artículos para fiestas.

La madrugada de ayer viernes ocurrió un incendio del cual se desconocen las causas, los comerciantes dijeron que se escucharon explosiones y que la intervención de los bomberos evitó que se propagara a otros locales que se encuentran en la misma calle.

Con 40 años vendiendo en el mercado, el locatario Juan Perfecto dijo “nos volvió a tocar”. Se dedica a la venta de productos de ferretería y el año pasado su local, que se encontraba en el área de sombrillas, se consumió en el incendio del 5 de junio.

Después de varios meses de buscar cómo hacerse de mercancía, ayer viernes su local provisional que estaba en la calle 2 de Agosto, resultó nuevamente afectado.

Recordó que con el apoyo que le dio el gobierno del estado de 25 mil pesos y el municipio “la fui pasando, pero ya ve que después llegó el huracán Otis y otra vez, entre altibajos ahí íbamos, pero ahora otra vez y vamos a tener que de nuevo pedir apoyo”.

“Salvé un poco de mercancía de lo que estaba adelante, que es lo poco que tengo, pero todo lo demás se quemó, en la parte de atrás se quemó todo”, dijo el comerciante.

Abundó que él se encontraba en su casa cuando se enteró del siniestro, “le hablaron a mi hijo que se habían escuchado unos tronidos como cuetes y me asomé por la azotea a ver si no había una quemazón y me subí al techo y me di cuenta de la humareda. Le volvieron hablar a mi hijo que era en la calle 2 de Agosto y nos bajamos como pudimos.

“El local lo pusimos aquí de manera provisional porque estoy esperando que terminen la obra del área de sombrillas para poderme pasar. Ahorita ya están las cortinas y todo, pero ya ve que con Otis se llevó el techo y tenemos que esperar”, manifestó.

El puesto de Matilde Calvario Ramírez era de productos de Chilapa, como cazuelas de barro, molcajetes, chile guajillo, frijol, estaba sobre la banqueta de la calle 2 de Agosto, tiene más de 15 años en el lugar y “perdí todo”.

“Ahorita voy a tratar de lavar algunas ollas de barro que quedaron ahumadas, pero será muy barato, pero voy a volver a surtir, y ver cómo le voy hacer, conseguir dinero”, dijo la señora, que se encontraba acompañada de su marido, el cual estaba sentado en un sillón mirando poca de la mercancía que pudieron rescatar de entre las cenizas.

La señora platica que ella, el año pasado, no resultó afectada, porque su local siempre ha estado en la banqueta, pero en esta ocasión las llamas sí consumieron su local.

“Rento cerca de aquí y escuché que empezó a tronar y yo digo a la mejor va a llover, pero cuando escuche más empezó los truenos y se levantó mi marido y me dice que estaba saliendo humo y rápido nos bajamos, y los bomberos ya estaban apagando”, dijo.

Pedro Fernández dijo que los daños “son incalculables, como es ferretería, son precios caros, lo que es ferretería es muy cara. La primera vez nos apoyaron, con un préstamo de dinero es que pudimos levantar y ya estábamos más surtidos, esperando a que terminaran los trabajos de la nave para ya meternos”.

Con lágrimas en los ojos, muestra la poca mercancía que sacó de su local, pero estaba quemada; recordó que en el primer incendio que ocurrió el pasado 5 de junio del 2023 los daños en su local fueron mayores, porque tenía mucha mercancía.

Texto y foto: Aurora Harrison