La presidenta Dina Boluarte declara estado de emergencia de 60 días en gran parte del centro-sur de Perú. El diputado fujimorista Juan Carlos Lizarzaburu calificó de “mantel de chifa” –un plato típico peruano– a la bandera wiphala, símbolo oficial del Estado de Bolivia
Madrid, España, 6 de febrero de 2023. Las calles de Lima, Perú, han vuelto a acoger durante la noche del sábado las protestas en contra del gobierno de Dina Boluarte y han dejado hasta ahora 26 detenidos, entre ellos un menor, y 5 personas heridas hospitalizadas.
Hasta el momento, un total de 26 personas han sido detenidas mientras otras 24 han resultado heridas tras los enfrentamientos policiales con el uso de perdigones, según ha recogido el diario La República. Por su parte, la Defensoría del Pueblo de Perú ha confirmado el ingreso de cinco personas en centros hospitalarios, entre ellos un agente de Policía.
Las manifestaciones han comenzado alrededor de las 15:00 horas en la Plaza 2 de Mayo y se han dirigido hacia la avenida Alfonso Ugarte, rumbo hacia la Plaza Bolognesi.
Tal y como ha recogido la agencia peruana Andina, varios grupos de manifestantes han confluido en la zona comprendida entre la calle Lampa y el Parque Universitario, donde la Policía les ha impedido el paso a la avenida Abanacay
Las autoridades han hecho uso de bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes lo que ha derivado en varios enfrentamientos, así como en la avenida Grau, donde varios periodistas han denunciado haber sido golpeados por la Policía.
Estas protestas suceden en el marco del descontento social por la presidencia de Dina Boluarte, por lo que piden su inmediata dimisión, la disolución del Congreso y la convocatoria urgente de las elecciones presidenciales. Desde entonces, más de 60 personas han perdido la vida en los disturbios entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Por su parte, el Congreso de Perú archivó el viernes el proyecto de ley presentado por el gobierno del país y con el que se buscaba reformar la Constitución para convocar elecciones generales para octubre de 2023, todo ello ante el bloqueo del Parlamento andino para acordar un adelanto electoral.
Por otro lado, el gobierno peruano ha declarado el estado de emergencia por un periodo de 60 días en siete departamentos del centro-sur país para “preservar la paz y la seguridad social” en medio de las fuertes protestas contra la presidenta, Dina Boluarte.
El descontento social con las nuevas autoridades peruanas tras el cese del exmandatario Pedro Castillo ha dejado más de 60 muertos en todo el país entre peticiones de dimisión y la celebración de elecciones presidenciales anticipadas con carácter de emergencia.
Tras nuevas protestas la pasada noche del sábado en la capital, Lima, el gobierno ha decidido declarar este estado excepcional en los departamentos de Madre de Dios, Cuzco, Puno, Apurímac, Arequipa, Moquegua y Tacna, que conforman casi la práctica totalidad del centro-sur del país.
El decreto, recogido por Radio Programas del Perú, añade además que control de la seguridad en el departamento de Puno quedará bajo gestión interna de las Fuerzas Armadas, “incorporando a la Policía Nacional para lograr sus objetivos de seguridad en la zona de emergencia”.
En Puno, además, ha sido declarado un toque de queda para la población por espacio de diez días, desde las 22.00 hasta las 04.00 horas.
El gobierno de Perú ya declaró el 10 de enero el estado de emergencia en las regiones de Amazonas, La Libertad y Tacna debido a los enfrentamientos que están teniendo lugar durante las manifestaciones que piden el cese de Boluarte.
El estado de emergencia nacional se ha anunciado en medio de la crisis política que afronta el país después de que el expresidente Pedro Castillo anunciara el pasado 7 de diciembre la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de excepción, que llevó al inicio de un estallido social.
Por otro lado, la ministra de Culturas de Bolivia, Sabina Orellana, ha expresado su malestar por las palabras del diputado fujimorista peruano Juan Carlos Lizarzaburu quien calificó de “mantel de chifa” –un plato típico peruano– a la bandera wiphala, símbolo oficial del Estado de Bolivia.
“Eso no es tolerable. Nosotros no insultamos a ningún símbolo patrio de ningún país. Nuestros símbolos patrios están constitucionalizados y los habitantes de esta tierra debemos respetar y los países vecinos también lo tienen que hacer en el marco de la diplomacia”, ha afirmado Orellana, según recoge la emisora boliviana Erbol.
Texto: Europa Press
