27 agosto,2018 4:43 pm

Nuevo TLC, diseñado para México y EU

Texto: DPA/ Foto: Especial

Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo comercial que no incluye a Canadá, el tercer socio en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/Nafta).
Los dos países se mostraron dispuestos a mantener su pacto aunque Canadá decida no sumarse, lo que que acabaría con el mayor tratado comercial del mundo, que entró en vigor en 1994.
Estos son los puntos principales del pacto alcanzado entre Estados Unidos y México:
Cuotas: No se establecerán cuotas, restricciones ni tarifas al comercio.
Reglas de origen: Habrá reglas de origen más estrictas para el sector de automóviles, aunque no tanto como pretendía Estados Unidos. Se pasa de la exigencia actual de 62.5 por ciento de contenido regional a un 75 por ciento. Estados Unidos exigió inicialmente un 80 por ciento.
Además, un 40-45 por ciento del automóvil deberá fabricarse en zonas con salarios de al menos 16 dólares la hora. Trump pretendía en un inicio que el 50 por ciento fuera fabricado en su país específicamente.
Con estas reglas, un 70 por ciento de los exportaciones mexicanas del sector podrá cumplir desde el arranque del nuevo tratado, según el Gobierno mexicano.
Al restante 30 por ciento de las empresas, al que le llevará más tiempo adaptarse a las nuevas reglas, se le aplicará un arancel de 2.5 por ciento de acuerdo a la tasa de nación más favorecida de la OMC, hasta que se alcance el objetivo.
Sunset-16: Estados Unidos quería un mecanismo de caducidad automática del acuerdo cada cinco años para decidir entonces si se renovaba. Ahora se contará con una vigencia inicial de 16 años y, pasados los primeros seis años del pacto, se hará una revisión para los siguientes 16 años y así sucesivamente.
De esa manera, se sabrá con más anticipación si hay o no continuidad y se podrán ir haciendo ajustes. Canadá debe decidir si acepta esta fórmula adoptada por México y Estados Unidos.
Acero y aluminio: Por el momento no habrá cambios en los aranceles que impuso Estados Unidos del 25 y el 10 por ciento, respectivamente, al acero y al aluminio, ni tampoco en los aranceles de represalia con los que respondió México.