15 marzo,2024 4:22 am

Ofrece el arzobispo de Acapulco misa en Cacahuatepec por catequista asesinada  

 

Llama Leopoldo González a construir las condiciones para que haya seguridad y paz. El vocero del Cecop demanda que el homicidio de Inocencia Prudencio Gómez sea tipificado como feminicidio por la saña y odio con el que fue ultimada la opositora a la construcción de la presa La Parota

 

 

Acapulco, Guerrero, 15 de marzo de 2024. El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, celebró ayer una misa en la iglesia de la comunidad de Cacahuatepec en honor de Inocencia Prudencio Gómez, catequista de este templo católico que fue asesinada a machetazos por un hombre de la misma comunidad el jueves pasado.

Familiares de la víctima y el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, pidieron justicia por el feminicidio de la mujer de 61 años, que participó activamente en el movimiento contra la presa y era muy reconocida en los Bienes Comunales de Cacahuatepec.

Inocencia Prudencio fue asesinada por un hombre de entre 30 y 40 años cuando iba en camino a recibir una despensa en el río Papagayo, como parte de los apoyos que ha gestionado el Cecop con organizaciones sociales y la iniciativa privada.

El homicida fue acorralado por policías comunitarios, a quienes también hirió, pero luego lo atraparon dentro de la iglesia. El victimario está en la cárcel y la carpeta de investigación está en curso para determinar la acusación formal.

Ayer, alrededor de 300 vecinos de distintas localidades del Acapulco rural asistieron a la misa convocada en su honor para escuchar al arzobispo Leopoldo González González, quien pidió paz para la comunidad después de este asesinato y condiciones de seguridad para los habitantes.

Durante su mensaje, monseñor Leopoldo González reiteró en diversas ocasiones la labor de Inocencia Prudencio como catequista en la comunidad de Cacahuatepec, donde enseñó catecismo a muchos residentes de la localidad y era rezandera cuando se le solicitaba.

Acompañado por el párroco de Cacahuatepec, Javier Mendoza, las palabras del arzobispo de Acapulco también tuvieron la intención de dar consuelo a los familiares presentes en la misa después del cruento asesinato.

Monseñor Leopoldo González suplicó “por su eterno descanso y por la paz de su familia y por la paz y la esperanza de la comunidad” y en sus plegarias pidió “construir condiciones de seguridad y la paz en nuestro convivir de cada día”.

La misa comenzó a las 4:20 de la tarde y terminó una hora después. La foto de la víctima fue colocada en frente y monseñor Leopoldo González la bendijo al igual que varias decenas de pequeñas cubetas llenas de agua. Una catequista le agradeció su presencia porque “necesitábamos muy bien su palabra para que también nosotros nos conforte nuestro corazón y nuestra mente por la pérdida de ella”.

El arzobispo de Acapulco habló y abrazó a los familiares directos de Inocencia Prudencio, y evitó dar una postura a El Sur sobre el asesinato porque lo hará en su mensaje de este domingo.

 

El asesinato, a un costado de la Comisaría Municipal

Antes de la misa, compañeras catequistas de Inocencia Prudencio acudieron al punto donde fue asesinada y que se encuentra a un costado de la Comisaría Municipal, a unos 200 metros de la iglesia del pueblo.

Una cruz de madera está colocada en el punto donde cayó el cuerpo de la adulta mayor después de ser macheteada por el hombre a quien acusan de estar drogado cuando cometió el delito.

Familiares, quienes quisieron omitir su nombre, dijeron que Inocencia iba en camino al río Papagayo para recoger la despensa que había sido anunciada por parte del Cecop, cuando un hombre, cuyo nombre, señalaron, es Fernando, la alcanzó y la lesionó por la espalda con un machete, primero en el brazo.

La víctima quiso defenderse, pero el homicida la hirió más hasta matarla, de acuerdo con la versión que testigos han dado a los familiares porque ellos no estuvieron presentes, enfatizaron. Esto ocurrió a las 10:30 de la mañana del 7 de marzo.

El cuerpo de la víctima fue llevado a su casa en espera de que llegaran las autoridades. Horas después acudieron policías municipales y estatales para detener al presunto homicida, quien está preso en la cárcel de Acapulco en espera del curso legal de la investigación. El Servicio Médico Forense (Semefo) se llevó el cadáver y los familiares acudieron por él la mañana siguiente.

El vocero del Cecop, Marco Antonio Suástegui Muñoz, destacó que Inocencia Prudencio, conocida como Chencha, fue de las pocas mujeres que participaron desde el inicio de la lucha contra el proyecto de la presa La Parota.

Indicó que era una “persona muy buena, de verdad, una persona que no se metía con nadie, una mujer ejemplar. Lo que ha sucedido es culpa de las drogas, es culpa de este clima tan terrible que estamos viviendo de inseguridad en Acapulco”.

Destacó que el homicidio de Inocencia Prudencio debe ser calificado como un feminicidio “porque fue con saña, con dolo, con cobardía, con todas las ventajas, con un arma blanca, en este caso, con machete”.

Contó que el 7 de marzo el Cecop iba a entregar unas despensas e Inocencia Prudencio iba en camino al paraje conocido como El Fraile, cuando la alcanzó un hombre, quien, unas horas antes de cometer el asesinato, ya la había amenazado.

Los policías comunitarios de Cacahuatepec estaban del otro lado del río Papagayo y se cruzaron y lo acorralaron dentro de la iglesia de Cacahuatepec, donde hirió a dos comunitarios, uno de ellos recibió un machetazo de ceja a oreja, y el otro en la mano. Un tercer policía comunitario recibió un “rasguño”.

Afortunadamente lo detuvieron antes de que atacara a otras mujeres como pretendía hacerlo, destacó Suástegui Muñoz, y lo entregaron a la Policía Estatal. Recordó que ese mismo día del homicidio, ocurrió el asesinato de Yanqui Kothan Gómez Peralta, y fue incendiado su equipo inmobiliario de playa y motos acuáticas en la playa Icacos.

El vocero del Cecop pidió a las autoridades justicia, seguridad y que permitan trabajar a la Policía Comunitaria de Cacahuatepec porque si no hubiera estado, la “tragedia hubiera sido mayor”.

 

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Jesús Trigo