26 abril,2024 1:32 pm

Ofrecen condominios en Diamante a precio de ganga, pero nadie compra

 

De 10 mil departamentos registrados en la zona, después de Otis se pusieron a la venta unos 4 mil, informa la Asocación de Profesionales Inmobiliarios. Los daños que dejó el huracán allí son resultado de la corrupción, señala Abelina López. A seis meses del meteoro, solamente cinco grandes hoteles de la bahía han abierto. Se han perdido 500 empleos y afectado a decenas de proveedores por el cierre de escuelas privadas, advierte Jorrín

 

 

 

Acapulco, Guerrero, 26 de abril de 2024. El presidente de la Asociación de Inmobiliarios Profesionales de Guerrero (IPG), Salvador Hernández Albarrán, informó que hay entre 3 mil 500 y 4 mil departamentos de un total de 10 mil en la Zona Diamante que están siendo rematados a precios de “ganga”, pero no hay compradores.

A seis meses del impacto del huracán Otis, dijo que la reconstrucción de los lujosos complejos departamentales va lenta, porque no hay material de construcción suficiente, la falta de mano de obra y el encarecimiento de los productos, incluso antes del huracán había ocho nuevos complejos en construcción en esa zona, pero sólo dos continúan, y de 350 departamentos, ahora solo se conseguirán 100, por los mismos motivos.

Abundó que de un total de 10 mil departamentos en los edificios y condominios, entre 3 mil 500 y 4 mil están a la venta en las condiciones en que quedaron luego del impacto y destrucción que provocó el huracán categoría cinco.

El representante de los agentes inmobiliarios indicó que hay varios factores que han orillado a los propietarios a poner en venta sus departamentos que son de segunda residencia: no tener seguro, y el dinero para su reconstrucción, y algunas de estas propiedades que valían hasta 20 millones de pesos, se ofrece en 8 millones, pero no hay compradores.

“No han podido hacerlo, hay un déficit de compradores, porque también hay un reporte del meteorológico de Estados Unidos que dice que viene otro tornado muy fuerte que va a atacar toda el área del Pacífico. Esto provoca mucho temor de la gente que pudiese llegar un nuevo huracán devastador”, indicó.

Hernández Albarrán dijo que el sector inmobiliario en Acapulco, ha estado muy lastimado “ahorita hay muchas oferta, pero no hay demanda y en cuanto a lo comercial es lo mismo, muchos comercios que no se han podido remodelar, y otros que no estaban asegurados no han tenido forma de recuperar su economía y hay un daño bastante grande, hay un gran número de comercios que están cerrado”.

Agregó que otra situación que enfrentan es la incertidumbre que hay por las elecciones, porque muchos están esperando los resultados de las elecciones ante el temor de que gane el mismo partido y sobre todo la inversión a nivel comercio inmobiliario.

De la venta de los departamentos que quedaron en obra negra expresó: “Sí compras una ganga de ese tipo, a mitad de precio, pero no hay áreas comunes reparadas, es inversión pero de nada va a servir porque las áreas comunes son el plus, de la plusvalía”. Además de que los departamentos deben de tener un dictamen de obra pública y protección civil, para conocer si no sufrieron una afectación en su estructura.

Respecto a los desarrollos parados, dijo que seis que están detenidos es porque no hay material de construcción, y traerla de otras partes del país, aumenta los costos y por lo tanto subiría el precio del producto final, pero debido a la situación de desastre la plusvalía en la zona Diamante bajó un 35 por ciento.

El presidente de la asociación dijo que de los 2 mil agentes inmobiliarios que hay en Acapulco, y que son profesionales que están certificados, una gran mayoría se ha mantenido y ha subsistido por las rentas de fin de semana y los pocos condominios que no sufrieron daños.

Sin embargo indicó que también la falta de créditos por parte del Infonavit, Fovissste, así como los bancos ante la incertidumbre que hay, no hay mucho mercado.

Hernández Albarrán estimó que aproximadamente en dos años podría haber una recuperación de la Zona Diamante, porque a seis meses del impacto del huracán siguen sacando escombros de los edificios.

 

 

 

 

Abelina: daños por Otis en desarrollos de la zona Diamante, resultado de la corrupción

La candidata de la coalición Morena-PT-PVEM, Abelina López Rodríguez, quien busca la reelección, señaló que la zona Diamante es la “cloaca de la corrupción” y el huracán Otis “vino a poner al descubierto al doble porque todos los hoteles se fueron, puro papel eran”.

Dijo que en la exclusiva zona se hicieron 22 desarrollos, todos vendieron con planta de tratamiento, “y hoy todos los desarrollos tiran sus aguas negras a la Laguna Negra”.

Habló de los proyectos que tiene para drenaje en la colonia Ciudad Renacimiento, una de las muchas donde el drenaje se ve correr por las calles y se vive con olores fétidos.

Sobre las aguas negras en la zona Diamante, dijo que había pedido a la Secretaría de Desarrollo Urbano, cuando estaba en funciones de alcaldesa, que notificaran sobre la situación y dijeron que ella estaba pidiendo dinero para dar el permiso.

“Lo que nosotros hicimos fue adelantarnos a cualquier eventualidad que pueda pasar y para que yo te pueda dar permiso, perdóname, no puede ir diciendo que por el huracán y que debo ser empática; sí, pero se necesita que traigan el dictamen de un DRO para saber que las columnas están bien”.

Señaló que la zona Diamante fue donde el huracán más pegó, “entonces porque el huracán pasó puedes hacer lo que quieras… no, porque si al rato pasa algo, ¿a quién le aplican la responsabilidad? A quien da permiso”.

López Rodríguez aseguró a los presentes que en los próximos tres años dejará un Acapulco “andando” y sin “deudas”. Indico que tienen candidatos a senadores que le ayudarán “para que podamos tener una reunión con la presidenta de la República”.

Aseguró que cuando ella deje la alcaldía en los próximos tres años dejará sus libros blancos, “voy a hacer mi entrega recepción como debe ser, y mi proyecto de gestión”.

Aseguró que como ciudadana estuvo, junto a otros “ciudadanos”, hasta las 4 de la madrugada apagando el incendio de la zona de la Generación 2000, en la parte alta de la calle Olímpica.

Explicó que invitó a los ciudadanos de las colonias que ahí están pegadas para que con pico, pala y machete participaran para ir a pagar el fuego porque ahí no entran las pipas de agua y este jueves andaban “alrededor de “300 compañeros voluntarios, que son lo que está aportando hoy su candidata y mañana su presidenta”.

En un acto con unas 200 personas en Renacimiento, dijo que ella tiene clara la ruta a seguir y no viene a improvisar, porque ha demostrado que sí se puede.

Volvió a recordar las deudas que les dejaron anteriores administraciones y cómo las fue pagando.

Indicó que en esa colonia se tiene que ir trabajando mucho en cambiar el drenaje, así como el techado de las canchas.

También trabajar el tema del agua potable. Dijo que los tanques de almacenamiento de la CAPAMA datan de 30 a 50 años y las anteriores administraciones “ni un tornillo cambiaron”.

Señaló que siempre ha dicho que para que Acapulco avance se necesita dar el extra y eso significa “convocar a los ciudadanos para la acción de gobierno, sólo no se puede, se requiere de la participación de todos, para juntos hacerles frente a los problemas”. Manifestó que muchas de las cosas que hizo siendo gobierno lo hizo involucrando a la ciudadanía, que ninguno pagó y señaló que si ella buscará la alcaldía por dinero hubiera hecho toda una lista de los que se contratan, “pero Acapulco no está para eso, Acapulco está para que uno le dé no para venirle a quitar el dinero que no es mío, es de ustedes”.

La candidata dijo que otros de sus logros fue regresar los cruceros, pero se tiene que seguir trabajando para que en 2026 se tenga ya bien la ruta de días que vendrán y poder ir consolidando.

Señaló que eso no basta porque se tiene que seguir fortaleciendo la Secretaría de Seguridad Pública, donde la recibió con apenas 30 policías certificados y hoy la dejó con la instalación de 600 cámaras de vigilancia, patrullas y para el año que viene 400 más.

 

 

 

 

A medio año del Otis, solamente cinco grandes hoteles de la bahía han abierto

A seis meses del impacto del huracán Otis sólo cinco hoteles de 150 a 500 habitaciones y con playa han abierto en la zona de la bahía, otros ocho siguen cerrados y en proceso de remodelación con fechas tentativas de reapertura para las vacaciones de verano y diciembre, mientras que el hotel Elcano se convertirá en condominio.

Varias hospederías de Acapulco siguen en ruinas y el edificio que alberga el hotel Dreams, de cinco estrellas, de 23 pisos y 700 habitaciones, es el vivo ejemplo de la fuerza del huracán. Desde la avenida Costera, la hospedería se ve casi igual de devastada como quedó aquella mañana del 25 de octubre.

Si no fuera por los trabajadores que realizan la reconstrucción desde el interior y que sacan escombros y suben material, parecería que el edificio está abandonado. Sin fecha exacta de reapertura, durará dos años la remodelación total del hotel que antes tenía el nombre de Hyatt.

Caso contrario ocurre con uno de los primeros hoteles que reabrió en Acapulco: el Emporio, de tres estrellas, en el que casi funcionan el total de sus 422 habitaciones, en sus 11 pisos y dos torres.

Incluso a finales de marzo la hospedería fue locación de la grabación de una serie del Chavo del Ocho, que empata con la nueva estrategia de promoción del hotel donde se filmó parte del programa que catapultó al comediante Roberto Gómez Bolaños, informó el gerente Óscar Michaus.

El hotel Malibú, de cuatro estrellas, también está en servicio con sus 80 habitaciones. Al igual que el hotel Ritz, también de cuatro estrellas, cuenta con 240 habitaciones rehabilitadas de las 500 que hay en sus dos torres de 12 pisos.

También el hotel Playa Suites, de cuatro estrellas, con 488 habitaciones repartidas en 18 pisos.

En un recorrido por el hotel se observó que las cuatro piscinas y los dos restaurantes están en servicio, y el nuevo espacio que ocupará el lobby está casi por terminarse.

En entrevista, el administrador del hotel, Fernando Robledo Casarrubias, contó que “el proceso ha sido difícil, como está pegado al mar quedó dañadísimo, pero tuvimos la suerte de que personal de la CFE se quedó hospedado en el hotel a los cinco días del huracán, luego llegó la plantilla de Grupo Walmart, y desde el 13 de diciembre tuvimos huéspedes”.

Destacó que la hospedería mantuvo a los 215 trabajadores de planta, y poco a poco, cuando ha sido necesario, ha comenzado a llamar al personal eventual que va de 30 a 35, según el porcentaje de ocupación.

De la inversión total en la remodelación del hotel, indicó que se trató de 20 millones de pesos, y que para recuperar la inversión tardarán de un año y medio a dos.

El gerente dijo que ante la poca oferta de cuartos de hotel, la demanda es mucha para la hospedería, pero conforme vayan abriendo otras hospederías, los visitantes comenzarán a buscar las opciones de su preferencia.

Respecto a los precios, consideró que debido a la inversión que se está haciendo en las hospederías, donde se ha comprado todo nuevo, habrá un producto más vendible que el que había antes de Otis, de muebles viejos, lo que también impactará en los precios.

Agregó que se podría igualar a la tarifa promedio de Cuernavaca que es de 3 mil 500 pesos por noche, mientras que en Acapulco es de 2 mil pesos y que el visitante puede pagar en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Pero lo que le preocupa es el producto agregado, y qué otras opciones a las tradicionales se les puedan ofrecer al visitante.

El gerente del hotel Bnow SNTSS, José Luis Smithers Jiménez, informó que reabrieron las 101 habitaciones de la hospedería para recibir a los visitantes.

Dijo que la hospedería venía de una remodelación, cuando impactó Otis, dejando el hotel devastado, y por eso la suma de inversión fue de 60 millones de pesos.

Smithers Jiménez explicó que la inversión se pudo lograr gracias al sindicato del SNTSS y a su secretario general, Arturo Olivares Cerda, así como al esfuerzo extraordinario de los trabajadores. “Lo más complicado fue conseguir los cristales”.

El gerente del hotel indicó que la hospedería optó por reembolsar a los huéspedes que ya tenían sus reservaciones y decidieron cancelarlas, y que debido a eso la gran mayoría de las personas que llegarán serán clientes nuevos, y muy pocos optaron por aplazar su estancia.

Dijo que no hubo despidos, y durante los meses de los trabajos de remodelación, a los 84 trabajadores se les pagó su salario, y se les dio su aguinaldo.

En declaraciones al respecto, el secretario de Turismo municipal, David Abarca Rodríguez, indicó que se tiene que entender que la remodelación de los hoteles es un proceso, pero que la reactivación económica continúa, y dijo que a pesar de que hay fechas estimadas de las aperturas de los hoteles que faltan, no quería aventurar a dar las fechas, pero la gran mayoría está previsto para junio y octubre.

 

Los que siguen en remodelación

El hotel Calinda de cuatro estrellas, propiedad del magnate Carlos Slim, se convertirá en el hotel Amares y se espera que reabra el 15 de mayo, antes de las vacaciones de verano. Cada una de sus 400 habitaciones será remodelada, será una hospedería prácticamente nueva.

La gerente Carolina Dionicio informó durante el Tianguis Turístico que el hotel Amares tendrá tres restaurantes en la planta baja, donde antes estaba la tienda Sanborns y su restaurante, que pasó de tener 355 a 359 habitaciones de cinco estrellas y que el precio por habitación de mil 400 pesos será de 2 mil 500 pesos en adelante.

El hotel Copacabana, de cinco estrellas, permanecerá cerrado al menos hasta el 1 de julio mientras continúan los trabajos de remodelación en las 431 habitaciones de sus 18 pisos. Desde el exterior se observan a trabajadores entrar y salir del inmueble.

Desde la avenida Costera se pueden ver los cuartos del hotel El Presidente, de cuatro estrellas, donde las paredes de tablaroca fueron arrancadas. Sus 160 cuartos y 12 pisos están en proceso de remodelación, solo su restaurante ofrece servicio. Se espera que antes de las vacaciones de diciembre los trabajos concluyan.

A un costado está el hotel Holiday Inn, que liquidó a 40 trabajadores. El hotel de cuatro estrellas será remodelado por completo, y se espera que sus 224 habitaciones y sus 14 pisos estén listos para recibir a los visitantes antes de diciembre. Aunque no se pudo precisar con exactitud y trascendió que la hospedería será vendida. Antes de ser Holiday Inn, estuvo bajo la marca Fiesta Inn.

En la zona de la Condesa está uno de los hoteles más vistosos de la bahía, por su fachada, el hotel Fiesta Americana, sus 324 cuartos repartidos en 18 pisos estarán disponibles a partir del 1 de octubre cuando reabra, informó el administrador de la hospedería, Alejandro Dominguez Aveleyra.

La zona de las albercas, y el lobby del hotel están prácticamente renovados en su totalidad. Ahora los trabajos se concentran en las habitaciones, para después pasar a la fachada.

El hotel Hotsson Smart, de cinco estrellas, y uno de los más vistosos y grandes de la zona de la bahía tiene previsto abrir, para finales de abril, sus 506 habitaciones repartidas en 28 pisos. El hotel casi ha terminado de remodelar una plaza de oficinas y locales comerciales ubicada sobre la avenida Costera, mientras que mantiene en servicio una zona de villas de lujo.

Para junio se espera que el hotel Krystal, de tres estrellas, abra sus primeras cien habitaciones de un total de 500 repartidas en 19 pisos, luego de que la cadena del hotel decidiera la renovación total del edificio.

El hotel Elcano, de cinco estrellas, se convertirá en un complejo condominal.

Se supo que la hospedería, de nueve pisos y 180 habitaciones, fue vendido a la familia Ochoa Jiménez, asociada con una cadena de hoteles.

 

 

 

 

El cierre de escuelas se agudizó tras Otis pero es por la mala situación económica: Jorrín

El integrante de la Asociación de Escuelas Privadas, Víctor Jorrín Lozano, informó que el cierre de escuelas privadas ha provocado la pérdida de alrededor de 500 empleos, entre maestros, conserjes, además de los proveedores e incluso el señor que vende paletas afuera del plantel y una matrícula que se pierden de 5 mil alumnos.

Aunque la pérdida más grande, se duplica, es de los empleos informales y los terciados como son los proveedores de papelería, copiadoras, la venta de libros, uniformes, servicios médicos. La gente que vende comida a los maestros, el que da limpieza a los aires acondicionados, por lo que es más grande el desempleo.

Jorrín Lozano dijo que la situación económica ha sido difícil para los padres de familia después del huracán Otis, pues muchos se quedaron sin trabajo. Informó que los que han anunciado su cierre oficialmente son la Universidad Americana de Acapulco, el Instituto Guajardo y ahora el Colegio la Paz, entre otros.

Destacó que la situación se está viviendo en varias partes del país, porque “hay una crisis económica que supongo no está dando lo suficiente de ingresos y también la ampliación de la competencia de los servicios que se están ofreciendo en escuelas privadas”.

Indicó que es el 15 por ciento de la población que decide llevar a sus hijos a escuelas privadas en el país, es muy poca, pero lo preocupante es la pérdida de fuentes de empleo y cuando empiezan a cerrar las escuelas privadas es un “síntoma de la economía del país y del municipio como el caso de Acapulco que esté mal en su economía”.

Comentó que la situación se agudizó más en Acapulco tras la pandemia y el impacto del huracán Otis, pero hay otro problema que se está presentando y, “que agarró desprevenido” a los colegios, y es que no están asegurados y no tuvieron la capacidad económica para poder resarcir los daños de las escuelas.

Jorrín Lozano dijo que el costo de las colegiaturas en Acapulco es muy bajo en comparación con las de la Ciudad de México, Puebla, Querétaro, Guadalajara y Monterrey.

Ejemplificó Jorrín Lozano que en Monterrey una guardería estándar, sin alimentos, cuesta 11 mil pesos la mensualidad, pero hay hasta de 25 mil con los servicios. En primaria los promedios son de 8 a 12 mil pesos; jardín de niños de 6 a 8 mil pesos y en Acapulco esos precios son imposibles. Indicó que a esas escuelas le llaman campus porque tienen hasta cinco hectáreas de terreno para sus escuelas con canchas deportivas, auditorios, porque “obviamente hay ingresos suficientes para poder invertir y aquí es complicado”.

Indicó que ante el impacto del huracán Otis se cerraron varios hoteles y de ellos muchos vivían y se tienen padres desempleados que dejan de percibir un salario y los hijos tienen que regresar a la escuela pública.

Destacó que hay una crisis grave de educación en el estado, en especial en Acapulco, donde muchos no van a poder mandar a sus hijos ni a la escuela pública, porque todavía tienen daños y no han terminado la reconstrucción de sus casas.

 

Texto: Jacob Morales Antonio y Karina Contreras / Foto: Jesús Trigo