23 noviembre,2021 5:39 am

Pandemia, ¿aprendizaje express?

Amerizaje

Ana Cecilia Terrazas

 

Las muertes por Covid-19 en el mundo, de acuerdo con el sitio de noticias de la ONU*, pueden variar entre 6 y 10 millones de personas hasta la fecha. Otros sitios estadísticos estiman en 5 millones los decesos reportados por esta afección. En el caso de contagios confirmados, la misma fuente contabiliza más de 250 millones a nivel global**.

Es posible que vengan, además, otras olas con el arribo del invierno y la relajación inevitable de las medidas preventivas en épocas navideñas y después de casi dos años de intensidad pandémica.

Lo que no está tan seguro es si podemos procesar, digerir y aprender de manera expedita y útil como sociedad global, a partir de todas las secuelas y consecuencias de la Covid-19 que se concretan ya en la vida cotidiana y en la realidad social, económica, total de los países y las comunidades. Las categorías de aprendizaje son todas, son múltiples, son clave:

Trabajo. Millones de personas, a causa de la pandemia y los encierros necesarios, vieron transformada su realidad laboral; caída, desfondada. Otros millones, hicieron de su casa su oficina y modificaron su vida ampliando las jornadas de trabajo hasta quedar desdibujada la frontera entre el ocio y el negocio. Las oficinas no ventiladas se volvieron una trampa sanitaria; la posibilidad de ahorrarse inmuebles para oficina, una oportunidad no tan prevista; la importancia de no trasladarse ocasionando contaminación se volvió un tema; la relevancia de poder hacer apartados espaciales, emocionales para cada actividad a nivel social, familiar y psicológico y no tenerlo todo como ensalada se fundió y confundió.

Educación. La enorme transformación de la humanidad a raíz del SARS-CoV-2 y sus centelleantes variantes, mutaciones y cepas, quizá se pronuncia sobre todo en las generaciones educandas –que están recibiendo educación– y entre éstas, en las más jóvenes. Las distancias les hicieron sacar el cuerpo del mundo y con esto retirarse de la posibilidad de socialización. Se horizontalizó un poco a las y los maestros no tan doctos en las tecnologías para la educación a distancia que acercaba, pero también alejaba, abría y clausuraba oportunidades y rumbos.

Desperdicios y consumo. Como nunca se produjeron toneladas de empaques no desechables derivados de las miles y miles de cosas, productos, comidas, bebidas, antojitos y objetualia indispensable que vía Amazon o Mercadolibre, Rappi o Ubereats –por citar unos ejemplos–, llegó por doquier a todas las casas y lugares que pudieron sufragarlas.

Consumo. Al principio, quien podía comenzó a pedirlo todo por internet con el presupuesto y las existencias en bodegas como único límite de sus sueños y deseos. La explotación infantil, los buques fábrica, el almacenamiento voraz, la distribución imposible fueron los nuevos signos de este adquirir desaforado, desordenado, indispensable y no pensado.

Respeto a la vida desde la vida. Si bien continúa la incertidumbre de cómo –si es que así fue– se dio el traslado interespecies del virus hasta llegar al ser humano; aunque la historia pangolín-murciélago del mercado de Wuhan no haya sido confirmada, es una realidad la imposibilidad de poder continuar asesinando a otras especies masiva y tortuosamente por una uña, un pelo, una figurita decorativa o toneladas de hamburguesas que ni siquiera serán comidas. Los especialistas en sustentabilidad transdisciplinaria saben que todo está conectado, que es tan importante frenar el uso de energías sucias como respetar el caparazón de las tortugas.

Son decenas de asuntos sobre los que deberíamos estar haciendo escuela, aprendiendo, aplicando cambios de inmediato, pero sigue habiendo reuniones multilaterales para cuidar el ambiente a las que se llega en avión; vuelven los motines y las costumbres de no lavarnos las manos; no se están construyendo inmuebles con aire libre y digna ventilación. No está en marcha la gran cruzada en contra de la diabetes, la presión alta y las comorbilidades. Tampoco estamos poniéndole un alto absoluto a la degradación y violencia contra las mujeres ni dándole un sí humano, en conjunto, a la batalla por la igualdad. Entonces, ¿cuál es la escuela, el pensamiento, el aprendizaje express y el camino-aprendiendo que tenemos con esta superletal pandemia?

 

* https://news.un.org/es/story/2021/05/1492332

** https://covid19.who.int/

 

@anterrazas