Pide la Alta Comisionada de la ONU a los gobiernos que den información veraz sobre el Covid-19 para “no dejar a nadie atrás”
Madrid, España, 9 de abril de 2020. La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió este jueves en contra de usar la pandemia de coronavirus como un “cheque en blanco” para “obviar los Derechos Humanos”, al tiempo que pidió una respuesta global para “no dejar a nadie atrás” ni en la lucha contra el Covid-19 ni en la fase de recuperación.
“Muchos gobiernos se están enfrentando a decisiones difíciles y se necesitarán medidas de emergencia para responder a esta crisis de salud público, pero una situación de emergencia no es un cheque en blanco para obviar las obligaciones en materia de Derechos Humanos”, dijo Bachelet en una comparecencia.
La ex presidenta chilena recalcó que, incluso en plena pandemia, “es imperativo respetar los derechos civiles y políticos”, por lo que indicó que las medidas adoptadas deben ser “necesarias y proporcionadas”.
En concreto se refirió a las medidas de confinamiento adoptadas en numerosos países, ya sea como toques de queda o cuarentenas. “El encierro no puede durar para siempre. Se deben idear estrategias de salida para garantizar que nuestras sociedades y nuestros pueblos se recuperen”, defendió.
También incidió sobre la importancia de que la población esté bien informada sobre la vigencia de las medidas extraordinarias y sobre sus sanciones, apuntando que las infracciones deben ser castigadas de forma “justa y humana”.
A este respecto, reiteró el llamamiento a despejar las cárceles liberando a los condenados por delitos menores. Aumentar la población penitenciaria castigando con prisión las infracciones de las medidas preventivas “es como exacerbar la pandemia”, sostiene.
Bachelet se mostró “profundamente preocupada” por las medidas adoptadas por algunos países que dan “poderes ilimitados y no sujetos a control” a sus gobiernos. “En algunos casos, la pandemia se ha usado para justificar cambios represivos en la legislación que seguirán en vigor cuando la emergencia acabe”, denunció.
Asimismo, denunció las “restricciones a la libertad de expresión”, tales como “acciones formuladas vagamente para combatir la supuesta desinformación que podrían aplicarse a cualquier crítica” y que en algunos países ya se han traducido en detenciones de periodistas y trabajadores sanitarios. “Criticar no es un crimen”, subrayó.
Frente a ello, instó a “todos los gobiernos a aumentar significativamente el acceso a información precisa” porque en situaciones así “la transparencia no solo es esencial, sino que puede salvar vidas”. En consecuencia, exigió al mismo tiempo el fin de cualquier bloqueo informativo en internet y redes sociales.
“No dejar a nadie atrás”
En este escenario, Bachelet propuso dos líneas de acción, una para la “inmediata respuesta” a la pandemia y otra enfocada a la fase de recuperación, ambas basadas en la solidaridad dentro de las propias sociedades y en la comunidad internacional. “No nos podemos permitir dejar a nadie atrás”, aseveró.
La jefa de Derechos Humanos de la ONU observó que la crisis del coronavirus “ha expuesto el dañino impacto de las desigualdades en cada sociedad”, incluso en los países desarrollados, donde “los problemas en el acceso a la sanidad, a los derechos laborales, a la protección social y a vivir con espacio y dignidad se han hecho patentes”.
Bachelet pidió reforzar los sistemas sanitarios para que den cabida a todos los que lo necesiten e hizo énfasis en la importancia de proteger a los profesionales de la salud.
Además, reclamó medidas específicas para los colectivos vulnerables, entre los que mencionó las mujeres, los migrantes o las personas con discapacidad. En el caso de las mujeres explicó que no solo suelen llevar la carga del hogar, sino que se enfrentan a “la creciente amenaza de la violencia doméstica”, mencionando en este sentido “las recientes estadísticas de Francia y España” sobre este asunto.
Texto y foto: Europa Press
