
Madrid, 20 de abril de 2025.- Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco, sin cánulas nasales, impartió hoy la bendición universal (Urbi et Orbi o “para la ciudad y para el mundo”) y deseó “buena Pascua”.
En una nueva aparición tras su hospitalización de febrero-marzo, el pontífice pronunció con una voz débil: “Que el Señor nos bendiga a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Más tarde, Francisco recorrió la Plaza del Vaticano subido en el Papamóvil y saludó a los numerosos peregrinos presentes.
En su recorrido, de unos 25 minutos, el pontífice pidió parar el vehículo para acercarse a niños y bebés.
Antes de la bendición Urbi et orbi, el Papa mantuvo un breve encuentro con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, en su residencia de Santa Marta, donde continúa su recuperación.
El encuentro privado duró pocos minutos y “les dio la oportunidad de intercambiar saludos con motivo del Domingo de Pascua”, detalló el Vaticano.
Vance, quien está de visita oficial en Italia, fue recibido el sábado en la Secretaría de Estado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, junto con el secretario para las Relaciones con los Estados y los Organismos Internacionales, el arzobispo Paul Richard Gallagher.
Mensaje papal
Antes dela bendición, el arzobispo Diego Ravelli, maestro de la Ceremonia Pontificia, leyó el mensaje de Pascua del Papa, que recordó a los pueblos que siguen en conflicto, como Ucrania, Israel o Palestina.
“El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene el dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge la gracia de este día. La Pascua es la fiesta de la vida”, señaló el mensaje papal.
Francisco pidió ahi a las partes beligerantes que “cesen el fuego, liberen a los rehenes y presten ayuda a quienes pasan hambre y aspiran a un futuro de paz”.
“Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino. Es preocupante el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo”, leyó Ravelli.
El Papa se dirigió a la comunidad cristiana de Gaza, donde el “terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria”.
También exhortó a orar por Oriente Medio, por Siria y por Yemen, un país que “vive una de las peores crisis humanitarias”.
A su vez, el Papa llamó al “desarme” de los países para conseguir un mundo sin guerras.
Texto y foto: Europa Press