10 julio,2023 3:55 pm

Pese a enfrentamientos de pobladores con policías y GN, Evelyn se compromete a no reprimir y da a conocer inicio del diálogo

 

Chilpancingo, Guerrero, 10 de julio de 2013. La gobernadora Evelyn Salgado Pineda informó minutos más tarde que el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, recibió a los manifestantes de los pueblos del circuito del Río Azul que han estado en marchas y movilizaciones desde las 10:30 de la mañana en Chilpancingo.

En sus redes sociales, la gobernadora destacó que con este acercamiento se buscar garantizar el libre tránsito a la ciudadanía en la capital. No lo dijo, pero se menciona que el transporte foráneo suspendió los viajes que pasan por la capital del estado.

La mandataria ratificó su posición de que no habrá represión, “nos mantenemos en sesión permanente con las y los integrantes de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz”.

Además, informó que desde las primeras horas del día se mantiene en comunicación con las titulares de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal, Luisa María Alcalde, y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Rosa Icela Rodríguez.

Agregó que la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz se mantendrá en sesión permanente y solicitó a la población atender los canales oficiales de información.

Recibe secretario de Gobierno a manifestantes

Minutos antes de la publicación en Facebook de la gobernadora, el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez llamó a la población a mantener la calma, justo antes de entrar a dialogar con una comisión de manifestantes que llegaron de los pueblos de Quechultenango y Mochitlán.

En declaraciones a medios de comunicación nacionales, el funcionario estatal dijo que a esa hora estaba por reunirse en el Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo con una comisión de manifestantes  de esos dos municipios que pedían obras como carreteras también para Chilapa y Acatepec.

“Estamos trabajando, pido a la población que esté tranquila”, declaró el funcionario y dijo que el gobierno del estado asume su responsabilidad de lo que se vivió esta mañana en Chilpancingo tras la irrupción de los pobladores del Circuito Río Azul.

Se desata el terror en la capital por pobladores de Quechultenango, Mochitlán y El Ocotito

En tres días, la población de la capital del estado nuevamente fue presa del miedo y de la zozobra, después de que las fuerzas de seguridad federales y estatales cedieron ante unos tres mil manifestantes de pueblos de los municipios de Quechultenango, Mochitlán y de algunos lugares del Valle de Ocotito que irrumpieron amenazantes a la sede de los tres poderes.

El epicentro de la tensión se vivió nuevamente al sur de la capital, en la llamada Ciudad de Los Servicios donde están ubicados el Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo, la sede del Poder Legislativo, la Fiscalía General de la República (FGR) y la mayoría de las dependencias federales.

En esa zona, antes del mediodía, los manifestantes avanzaban blandiendo garrote; adelante, evidentemente, huyendo desorientados efectivos de la Guardia Nacional en dos autobuses, patrullas de la Policía Estatal y de la Ministerial.

Su huida hacía presa del pánico a transeúntes que corrían despavoridos en busca de transporte, pero era inútil, la mayoría de las urvan y taxis volvieron a parar el servicio por el pánico.

Comerciantes y sus empleados presurosos bajaban sus cortinas y los automovilistas sonaban insistentemente sus claxon para acelerar la marcha de quienes iban adelante.

El ulular de sirenas de unidades de emergencia y el zumbido de dos helicópteros, uno de la Marina y otro de Seguridad Pública estatal, hacía más tensa la situación, además de que los manifestantes a cada paso hostigan a los reporteros correteándolos amenazantes cuando estos se acercaban a tomar imágenes.

En minutos esa zona quedó desolada, las calles vacías, sin servicio de transporte para hacer el traslado de quienes quedaron aislados, comercios cerrados y la incertidumbre en todos, “¿ahora qué quieren, que va a pasar?,  preguntó una ancianita que apoyada en una andadera buscaba espacio en una Urvan que, milagrosamente se detuvo para que la abordara auxiliada por un reportero.

Texto: Zacarías Cervantes / Lourdes Chávez / Foto: Jesús Guerrero

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