Si las instituciones les quitan a los campesinos de la sierra la esperanza de la amapola, que les den otra, manifestó el religioso. Solicitó al gobierno federal y al estatal llevar programas productivos serios para cambiar cultivos ilícitos. Informó que en la sierra la población está desesperada porque no tiene alimentos y está esperando auxilio.
Chilapa, Guerrero, 18 de noviembre de 2019. El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza insistió en que está en contra de la fumigación para la destrucción de la amapola porque son afectados los plantíos de pera, manzana y hasta flores de ornato.
El jueves pasado, campesinos amapoleros de comunidades de la sierra de Tlacotepec denunciaron que el Ejército está fumigando desde helicópteros sembradíos de amapola, y con eso destruyen también siembres de maíz, frijol, ajonjolí, calabaza y frutales, y amagaron con derribar o retener helicópteros del Ejército. Si no se detiene esta destrucción.
El obispo Rangel afirmó que si las instituciones y el gobierno les quitan a los campesinos la esperanza de subsistir con la siembra de la amapola, que les den otra pero con programas productivos serios.
Por otra parte denunció que en Carrizalillo y Mezcala hay otra “sangría” que nadie puede parar a pesar de la presencia de la Policía Federal pues dijo que es entrada y salida de grupos del crimen organizado a la sierra, y pidió al gobierno federal un destacamento del Ejército.
Acerca de la nota del periódico Reforma que revela que son 16 células del narcotráfico que tienen sumido en la violencia al puerto de Acapulco, el prelado expresó que ahí es donde las autoridades deben frenar el cobro de piso a los negocios pero que en un destino turístico es inherente el alcoholismo, las drogas y la prostitución.
Y dijo que espera que en su visita a Chilapa el sábado próximo, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, se dé cuenta de una manera real de lo que está sucediendo en los municipios de la Montaña baja, que dé un mensaje de paz y tranquilidad y que anuncie una estrategia de infraestructura, educación y desarrollo.
El obispo Salvador Rangel Mendoza fue entrevistado ayer al concluir la tradicional misa en la catedral de esta ciudad.
Se le planteó que la fumigación desde el aire ha provocado que productores de amapola denuncien que se está afectando la salud de la población, plantíos de ajonjolí y que incluso ya intentaron retener dos helicópteros militares.
Reiteró su postura contra la fumigación para la destrucción de amapola porque, dijo, se llevan de paso los plantíos de ajonjolí, pera, manzana y hasta las flores de ornato de las mujeres.
“Le he pedido al Ejército, al gobierno, que ya no fumiguen de esa manera”, dijo.
“El comercio de la goma de opio de la amapola ya se cayó y estas gentes todavía siembran un poco, aunque ya no es lo mismo, esperando que regrese el precio anterior del kilo de la goma de opio que era de 40 mil pesos y que últimamente se los están pagando en 3 mil pesos.
“Ellos tienen la esperanza. Si las instituciones y el gobierno les quitan la esperanza de la amapola, que les den otra”, consideró sin entrar a detalle sobre la amenaza de los amapoleros de derribar los helicópteros.
En el mismo contexto, agregó que un sacerdote le llamó para comentarle que la población está desesperada por no tener alimentos y que están esperando que los auxilien.
“El mismo gobierno les dio 5 mil árboles de aguacate, dicen los pobladores que les tocó de un árbol por familia. ¿Creen que con un árbol de aguacate se va a mantener toda una familia? Eso suena a ridiculez”.
Rangel Mendoza solicitó al gobierno federal y al estatal llevar programas productivos serios para cambiar el cultivo de la amapola.
La población, aseguró, ya sabe cultivar y ha pedido que les lleven flores, calabaza, animales de crianza como chivos, borregos o vacas; que alguien les tienda la mano en este momento pero sin intermediarios.
El prelado también dio su postura acerca de las 500 familias de la sierra desplazadas por la violencia a un año de la irrupción de policías comunitarias.
“Como mexicanos tenemos derecho a un hogar y al libre tránsito, aquí las personas que provocaron el desplazamiento están faltando a los derechos humanos y no les permiten volver.
“Sabemos quiénes son exactamente, son policías comunitarios que están al servicio del narcotráfico y en particular son los de Tlacotepec”.
Rangel Mendoza expresó que ha realizado reiterados llamados al gobierno estatal y federal porque esas policías comunitarias se han constituido en jueces y dictan órdenes y medidas a la población además de que no permiten que regresen los cientos de familias desplazadas.
“No traigo nada en contra de Tlacotepec, nada en contra de Chichihualco pero sí voy en contra de la violación a los derechos humanos”, dijo.
Acerca de la declaración de que a un año de la entrada del Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero en el corredor La Laguna, Xochilapa y El Carrizal se han detenido los asaltos y asesinatos además de que las escuelas y clínicas de salud funcionan en su totalidad, el obispo respondió:
“Es lo que dicen ellos, acuérdense que en La Laguna y Xochipala están lo soldados y en El Carrizal esta la Policía Estatal”.
Se le preguntó sobre los bloqueos carreteros, vehículos incendiados y detenidos en Xaltianguis del municipio de Acapulco y consideró que el problema es que ciertos políticos y autoridades apoyan a uno de los dos grupos en disputa.
Zumpango, Mezcala y Plan de las Liebres
En el caso de Zumpango en la región Centro comentó que existen dos grupos de narcotraficantes peleando el municipio.
Explicó que desde que se instaló un destacamento del Ejército en Xochipala se detuvo el robo de automóviles en el tramo carretero de Zumpango a Iguala porque por esa ruta subían los vehículos a la sierra.
Y agregó: “pero tenemos otra sangría que nadie puede parar, es Carrizalillo y Mezcala, aunque hay Policía Federal”.
“No sé qué cuide ahí la Policía Federal, son las minas de oro, tal vez, pero ahí es entrada y salida de los grupos criminales de la sierra por lo que se invita a que el Ejército seriamente ponga un destacamento, ya sea en Mezcala o en Plan de Libres porque entran y salen aun con la Policía Federal”.
Chilapa
Reporteros le preguntaron su opinión de las amenazas en contra de maestros que han empezado a circular por medio de la aplicación de WhatsApp en los teléfonos móviles; el obispo contestó que es para espantar a la gente con el petate del muerto y que no son auténticas.
“Exhorto a esta gente, productores del miedo, que ya se calmen, ya queremos vivir en paz, la gente quiere vivir en paz”.
Achacó los últimos dos asesinatos en Chilapa a coletazos del grupos del crimen pero dijo que también en la ciudad se han registrado venganzas entre familias.
El martes 12 de los corrientes, en la ciudad de Chilapa en distintos hechos se registraron los asesinatos de un comerciante y de una doctora, lo que devolvió la zozobra en la población.
“Hago otra exhortación para decirles que el valor más hermoso que tenemos es la vida y esa vida la tenemos que cuidar, que defender”.
Expresó que espera que el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador se dé cuenta realmente de lo que está sucediendo en los municipios de la Montaña baja.
“Ojalá que la visita traiga paz y tranquilidad. Desde la educación, la infraestructura, desarrollo, que se hagan cosas reales a favor del municipio y de Guerrero”.
Acapulco
Finalmente expresó que en los sitios turísticos y puertos como Acapulco tienen algo inherente: el alcoholismo, la prostitución y el narcotráfico pero que la autoridad debe intervenir para evitar el cobro de piso a los comerciantes y a la población, en referencia a la nota de la agencia Reforma publicada este domingo en la página web de El Sur, donde revela que 16 células del narcotráfico mantienen sumido al puerto en la violencia.
Texto y foto: Luis Daniel Nava
Entérate más
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