Las actividades religiosas han disminuido en un 50% en Amojileca y Chichihualco, tras los últimos hechos de violencia, informa
Chilapa, Guerrero, 15 de abril de 2024. Los párrocos en las comunidades en conflicto están resistiendo pero con miedo, por lo que piden a las autoridades su intervención para brindar seguridad a la población, dijo el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González.
Reveló que las actividades religiosas han disminuido en un 50 por ciento en Amojileca y Chichihualco, tras los últimos hechos de violencia.
Consultado en la catedral de Chilapa sobre los nuevos ataques al transporte en Chilpancingo, González opinó que una oración es capaz de cambiar los corazones e iluminar las mentes de quienes “privan de la vida y del trabajo destruyendo vehículos” .
Agregó no obstante que se debe de buscar dialogar con los líderes de las organizaciones criminales para buscar un alto a la violencia.
“Buscarlas, nosotros no estamos muy capacitados ni estamos acostumbrados pero la Iglesia de Chilpancingo-Chilapa va a empezar a aprender, a buscar a las personas y decirles que busquen otras maneras, arreglar las cosas, que tuvieran otras alternativas”.
El obispo enfocó su exigencia a las autoridades, municipales, estatales y federales, pues “tienen los recursos, tienen el personal y sobre todo la obligación de buscar la paz. Su obligación es cuidar el orden, cuidar las vidas, verdad”.
“Los tres niveles de gobierno, sus policías, los soldados son los que deben cuidar a los ciudadanos, pero ellos reciben órdenes, entonces hay que decirle a aquel que da órdenes que puedan desempeñar sus funciones, porque no las ejercen como quisiera la sociedad, como quisiera la Iglesia”.
Se le preguntó la situación de los párrocos y sus iglesias en la localidad de Amojileca, municipio de Chilpancingo, y en Chichihualco, cabecera de Leonardo Bravo.
En la primera comunidad está suspendido el transporte a causa del incendio de dos Urvan de la ruta Chilpancingo-Amojileca el jueves, mientras que en Chichihualco se han reportado enfrentamientos armados por ochos días consecutivos.
“Están trabajando, sí les ha afectado. Están haciendo todo lo posible para que se pacifique, también están mucho animando a los parroquianos a no desesperarse, a no asustarse, aunque se asusta uno con las armas pero a tratar de que no nos intimiden, que no cunda el pánico porque ese enferma”.
“Entonces cómo quitarles el miedo o cómo decirles que, aunque estén allí con sus armas, nosotros podemos mantener la calma y la salud integral”.
Los párrocos, agregó, acompañan a la gente, “ciertamente que necesitamos buscar a los líderes y manifestarles las propuestas que tenemos de paz”.
–¿Se han suspendido las celebraciones?
–No, no, no, nosotros no. Y bueno, he animado a las escuelas a que den clases en compañía de los padres de familia y directores. La seguridad que la tengan los mismos padres, los mismos directores y que no dejen de estudiar, como dejen de celebrar las misas y los sacramentos.
“Ahí es donde estamos resistiendo sí, y resisten, pero con miedo y con ganas de que intervengan las autoridades, pidiéndoles de buen modo pues la vida eclesiástica está continuando, no al 100 pero en un 50 por ciento”.
En la misa dio un mensaje que dijo es suscrito por todos los obispos del país para llamar a votar a la ciudadanía en la elección del 2 de junio, y que no sea inhibida, además de que haga una oración por la paz.
Texto: Luis Daniel Nava / Foto: Archivo-Jessica Torres Barrera
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