10 mayo,2019 5:17 am

Piden familiares de desaparecidos a la Codehum que se les informe de la identificación de cuerpos

Solicitan a Ramón Navarrete que intervenga ante las autoridades para que les entreguen un informe, y éste propone que busquen mesas de trabajo con el fiscal.
Chilpancingo, Guerrero, 10 de mayo de 2019. Mujeres familiares de desaparecidos solicitaron al presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum), Ramón Navarrete Magdaleno que intervenga para que la Fiscalía y el gobierno del estado informen de los avances en la identificación de restos humanos hallados en fosas clandestinas en los últimos años, y cuántos han sido entregados.
Ayer integrantes de los colectivos Madres Igualtecas, Familias de Acapulco en Búsqueda de sus Desaparecidos y Familiares de Personas Desaparecidas y Asesinadas en Chilpancingo tuvieron un encuentro en la víspera del Día de las Madres en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello de Chilpancingo.
Antes de la intervención de las madres y esposas de los desaparecidos fueron proyectados dos videos de mujeres buscadoras de los estado de Nuevo León y Sinaloa como preámbulo del conversatorio y para mostrar que en otras partes del país también hay mujeres que han vivido experiencias similares a las de  Guerrero en la búsqueda de sus seres queridos.
Las mujeres le expusieron los casos de sus parientes y pidieron que intervenga ante las autoridades del estado y la Fiscalía, para que les entreguen un informe de los avances de las investigaciones.
La representante del Colectivo de Chilpancingo, Gema Antúnez Flores dijo que se debe dar a los colectivos un informe de los estudios de ADN de los restos encontrados en fosas clandestinas, “se supone que debería de ser en tres meses, pero se incumple”.
Además de cuántos cuerpos o restos han sido entregados a sus familiares, “si hay seguimiento y si realmente esos resultados de Guerrero se están yendo a la base de datos de la Ciudad de México”.
La mujer llamó a no criminalizar a los desaparecidos, y que el  dolor que sientan ellas no pase desapercibido por otras familias,  porque mañana pueden ser ellos los que estén buscando a un ser querido. “No pedimos compasión. Tenemos que cuidarnos mutuamente y no callar”.
La señora Judith Tapia quien busca a su esposo desaparecido en Coahuila pidió a la comunidad que sea sensible y que no las miren mal, porque el dolor que sufren es muy grande.
“Al pueblo de Chilpancingo decirle que no descuide a sus hijos, que siempre les pregunten en dónde están, a qué horas van a llegar, que siempre estén atentos a ellos porque tampoco ustedes saben cuándo y a qué horas puede suceder esto (la desaparición) y pueden formar parte de nuestra familia, y que sus hijos se comuniquen constantemente con ustedes”.
“Hoy en estos tiempos no es la misma ciudad como estábamos nosotros en nuestra niñez, en nuestra adolescencia, ahora son tiempos difíciles y hay mucha gente que no tiene conciencia de la situación y hace mucho daño a la sociedad, dejan a familias enteras sin padres, hermanos y nos dejan sin hijos. Estén atentos con sus hijos para que no corran lo mismo que nosotros estamos pasando”.
No podemos ir más allá, responde la Codehum
El presidente de la Codehum, Navarrete Magdaleno respondió que “no estoy ajeno a esta lucha y asumo los reclamos y la responsabilidad. Pero la naturaleza de la comisión nos deja muy insatisfechos, no podemos ir más allá”.
Indicó que hay un “sin número” de recomendaciones al Congreso del estado para que cite a los funcionarios que han sido omisos en determinados casos, “es una tarea que duele cuando llegamos al tope de la ley y no logramos nada”.
Propuso a las mujeres buscar mesas de trabajo con el fiscal Jorge Zuriel de los Santos, y otros funcionarios del estado involucrados para que se puedan ir informado de los avances de los casos.
Durante su intervención hizo un doble reconocimiento a las madres y esposas porque no hay hombres en las búsquedas,  les dijo que sus historias son desgarradoras, además las llamó a no darle la oportunidad a las autoridades de que “nos vean débiles”.
Los testimonios
Cada una de las mujeres de los diferentes colectivos habló de cómo el miedo las silenció sobre las desapariciones de sus familiares.
De manera pausada con un llanto que se volvía incontrolable compartieron sus vivencias, y el caso de una de ellas que recuperó el cuerpo de su hijo a quien le llora en su tumba.
De Iguala Clotilde Juárez Adame, una de las primeras en hablar dijo que inició la búsqueda de su hijo Julio Alberto Salgado Juárez tres años después, y a raíz de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Empezamos a subir al monte a buscar con las manos, a rascarle a la tierra para encontrar los restos. Una persona nos enseñó a buscar en los cerros, a enterrar varillas para saber con el olor de la punta saber si había cuerpos”.
Otra mujer de la misma ciudad, María Isabel López encontró a su hijo hace dos años, luego de cuatro años de búsqueda. Dijo que mediante la prueba de ADN logró identificar luego de ser desenterrado de una fosa clandestina en Las Tijeritas cerca de Iguala. Expresó al resto de las madres que seguía participando con los colectivos para que encuentren la paz.
La señora Maricela Rivera busca a su hijo desde el 12 de octubre de 2015, quien dejó a un niño de 13 años. Ella esperó un año antes de poner una denuncia ante el Ministerio Público porque pensó que en algún momento su hijo regresaría a casa.
El joven trabajaba en  un taxi local, fue visto por última vez cerca de un retén de policías comunitarios rumbo a Amojileca. No hizo público el caso antes por miedo, porque “llegaba la gente y te decía no lo hagas porque van a venir por ti, tienes hijos y tienes nietos, eso te  hace sentir impotente a quién te acercas, la gente se aleja de uno porque comienza a decir que le pasó por algo”.
La señora Alma Yanet busca a su esposo desde hace 7 años. Era agente de la Policía Ministerial, sus compañeros nunca lo encontraron y “dieron carpetazo a su expediente, no volvieron a investigar ni a buscar”.
Al igual que el caso anterior  su esposo desapareció rumbo a Amojileca junto a un primo. “Cuando yo empecé a investigar me comenzaron a llamar por teléfono que no investigara porque se iban a llevar a una de mis hijas, a la fecha de hoy yo no he vuelto a investigar”.
A Judith Tapia su esposo Juan Carlos Rubio Lluvias lo detuvo la policía de Ciudad Acuña Coahuila en 2010, cuando fue a recoger junto a otras cuatro personas gallos de pelea, pagó un rescate pero los policías después le dijeron que entregaron a su esposo al grupo criminal los Zetas, a pesar de que solicitó ayuda a la Fiscalía del estado para que la apoyara a presionar a la Fiscalía de Coahuila jamás le hicieron caso.
La esposa de Juan Carlos García Hernández lo busca desde el 5 de agosto del 2015. Ella dice que a su esposo lo esperaron afuera de su casa, ella y sus hijos vieron cuándo hombres armados se lo llevaron y no pudo hacer nada.
Su esposo tenía un taller mecánico y ella se convirtió en buscadora “desde ese momento nos salimos a buscar con la familia, salimos a campos, brechas carreteras, barrancas por cuatro días”.
Ayer tuvo por primera vez una playera con la fotografía de su esposo y lo primero que le preguntó uno de sus hijos más pequeños fue, “¿cuándo lo vas a encontrar?”, quien también le dijo que la podrían matar. Ella dice que no busca culpables, sólo quiere el cuerpo de su esposo.
La señora Gema Antúnez denunció que a pesar de que las autoridades federales ya tienen conocimiento de dónde puede estar su hijo Juan Sebastián García, no han ido a buscarlo.
Ella desde hace 8 años lo busca. La última vez que supo de él fue cuando salió a comprar lo que ocuparía para el puesto de hamburguesas que tenía en Chilpancingo. Advirtió que si las autoridades “no me apoyan yo me voy a meter ahí” para sacarlo.
Texto: Jacob Morales Antonio / Foto: Jessica Torres Barrera
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