Ciudad de México, 8 de mayo de 2022. La apertura de las empresas a que sus colaboradores trabajen de forma remota, la carencia de habilidades como el inglés y la falta de una agenda digital transversal han provocado que México pierda atractivo a nivel regional como desarrollador de software.
La ubicación geográfica del país ha comenzado a perder relevancia para las empresas interesadas en desarrollar sus programas si los profesionales mexicanos dejan de lado la actualización de sus habilidades técnicas y el desarrollo de habilidades secundarias como el inglés conversacional, indicó la Cámara Nacional de la Industria Electrónica (Canieti).
“Hasta hace 10 años nos jactábamos de ser el tercer exportador de servicios TI y software del mundo, sólo detrás de Filipinas y la India, pero no hemos invertido lo suficiente para mantener esta posición.
“Hoy en día se nos posiciona entre el lugar 10 y el 13; salimos muchas veces incluso del top 10 de exportadores de servicios TI. Esto nos deja fuera de un mercado que ya tiene un gran tamaño de mercado y que va a generar los empleos del futuro”, dijo Gilberto Romero, vicepresidente de Desarrollo de Talento en Canieti.
En contraste, India es un país que invierte en el desarrollo de habilidades tecnológicas y en fomentar entre sus ciudadanos un inglés conversacional de alto nivel para poder mantenerse como líder en el mercado.
Otros países que le ganaron mercado a México son Irlanda, Vietnam, Costa Rica y Brasil; todos ellos han apostado por invertir en el desarrollo de personal especializado para participar en la exportación de talento.
La demanda por talento en tecnologías de la información se ha incrementado a nivel mundial, pero una de las grandes brechas que tenemos es el dominio del inglés.
“Tenemos mucha gente con capacidades técnicas, pero no con el inglés y esto nos resta competitividad.
“Ahora las empresas se dieron cuenta que pueden contratar personas en cualquier parte del mundo sin problemas, ya no es necesaria la cercanía con Estados Unidos, lo que importa es el talento que ofreces”, agregó Romero.
Para revertir este efecto se tendría que tener un plan conjunto de colaboración entre el sector público, el privado, la sociedad civil y la academia para dotar de nuevas habilidades a los trabajadores actuales y a las nuevas generaciones.
“Tendríamos que tener una agenda digital mucho más ambiciosa, mucho más fuerte en cuanto al alcance de acciones.
“Que sea realista y que tenga el compromiso de los actores que la integran de echarla andar. En el Gobierno esta agenda no debería quedar metida en una secretaría ya existente, tendría que haber una secretaría enfocada y dedicada a este aspecto para que sea un coordinador real”, comentó el vicepresidente.
Texto y fotos: Agencia Reforma
