13 mayo,2020 11:29 am

Pierden hasta 95% de su cosecha de flores por la pandemia, relatan productores de Tixtla

Vendía hasta 20 mil pesos diarios, este año sacó de 200 a 500 pesos cada día, el manojo de flores estaba en 10 pesos cuando en años anteriores los vendía entre 20 y 25, cuenta un floricultor

Tixtla, Guerrero, 13 de mayo de 2020. Floricultores de la cabecera municipal de Tixtla perdieron del 60 al 95 por ciento de su cosecha de flores margarita, nube, cempaxúchitl y crisantemo porque tuvieron pocas ventas para la celebración del 10 de mayo, debido a la emergencia sanitaria del Covid-19, según relataron.

Víctor Tizapa Poctzin de 45 años es floricultor y sembró crisantemo en un cuarto de hectárea para vender los primeros 10 días de mayo, una de las tres temporadas más importantes anualmente, relató que “del ciento por ciento de la cosecha se ha vendido un cinco por ciento”, su planta ya se pasó, la flor ya reventó y sólo le queda quemarla.

Dijo que desde los últimos cinco días de enero sembró para poder cosechar en estos días, en su lote invirtió 50 mil pesos, es bajo un sistema de macro túnel, agua por goteo, compró la planta, pagó por la poda, la fertilización y gasolina para generar luz eléctrica que requiere la flor en la noche durante 20 días.

“Nosotros empezamos a cortar desde el primero de mayo hasta el 11, aquí hemos tenido evidencia, no queda ni una flor, todo se vende”, cuenta mientras levanta el plástico que cubre seis surcos repletos de flores blancas y amarillas.

Aseguró que en años anteriores en los días 8, 9 y 10 de mayo vendió hasta 20 mil pesos diarios, este año su esposa y él han vendido de 200 a 500 pesos cada día.

Consideró que perdió el 95 por ciento de su flor y “casi se regaló”, porque el manojo de flores estaba en 10 pesos comparado a años anteriores en que los vendía entre 20 y 25.

Tres grupos de cultivo según de dónde sacan el agua

La zona agrícola de la cabecera municipal de Tixtla está compuesta por tres grupos que se diferencian por el origen del agua que utilizan para sus cultivos.

La más amplia es la unidad de riego Juan Catalán Bervera, a la que pertenece Víctor, “son aproximadamente unos 400 agricultores” quienes ocupan el agua de la presa del paraje El Molino y de pozos artesanales, “288 hectáreas conforman la unidad” y aquí se produce “maíz, frijol, flores, epzote, diferentes verduras, margarita, crisantemos y cempaxúchitl” para estas fechas.

Según el Plan de Desarrollo 2018-2021 del Ayuntamiento de Tixtla, gobernado por la perredista Erika Alcaráz Sosa, la población total del municipio de acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi es de 42 mil 653 habitantes, de éstos el 47.6 por ciento es económicamente activo, es decir, 20 mil 302 personas, de ellas el 16.42 por ciento trabaja en el sector agropecuario, es decir, hay 3 mil 333 agricultores en el municipio.

En el mismo documento se lee que de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP 2017) la superficie agrícola en el municipio es de 7 mil 149 hectáreas, dividido en dos modalidades, el 94.37 por ciento de temporal y el 5.63 por ciento de riego.

Tizapa Poctzin comentó que “de esto mantienen a sus familias, a sus hijos en las escuelas, de aquí ha salido para muchos hijos que estudian en Chilpancingo”, de la venta de su cosecha no sólo se mantienen él, su esposa y sus tres hijos, también paga a tres trabajadores que le ayudan a cuidar, cortar y empacar sus flores.

En la cabecera municipal también está la unidad de riego del agua de la alberca que es la zona más pequeña, conformada por parcelas de 43 agricultores, el tercer bloque es el de la zona de la rivera de la laguna.

No sólo Víctor ha sido afectado, sus tres hermanos también cultivan flores y tuvieron pérdidas, Jesús Tizapa de 37 años perteneciente a la unidad de riego más pequeña narró que a principio del año limpió y barbechó su tierra, cuando aún se veía lejos la pandemia del Coronavirus, remojó su tierra y sembró siete variedades de crisantemo, “Moreliana, Argentina, Godorniz, Chena, Leonor, Holandesa y Flamingo”, además de maíz y pepino.

Contó que las flores representan un poco más del 50 por ciento de sus parcelas y su inversión asciende aproximadamente a 25 mil pesos entre insumos agrícolas, mano de obra y gasolina para su generador de luz.

Comparó que el año pasado el 8, 9 y 10 de mayo vendió en promedio entre seis y ocho mil pesos al día, este año sólo ha vendido un 15 por ciento de sus flores, “tengo 15 días más para vender el otro 85 por ciento, si no será pérdida”.

Explicó que la planta tarda tres meses y medio para florecer, y una vez que comienza a cortar tiene 25 días para vender toda la que pueda.

Sin procesiones y los panteones cerrados; un relato de la crisis del Coronavirus

La emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2 provocó que en la cabecera municipal no hubiera procesiones durante semana santa en el mes de abril, tampoco abrieron el panteón este 10 de mayo, “no hubo rezos, ni bodas, ni novenarios, tampoco habrá fiestas patronales como la del barrio de san Isidro ni de la virgen de la Natividad, tampoco hay cuelgas de santos”, ese es nuestro mercado comentó el agricultor.

En su cuenta de Facebook, la presidenta municipal Erika Alcaráz Sosa publicó este 8 de mayo que tras una reunión con productoras y vendedoras de flores del mercado acordó “a petición de ellas no permitir la entrada a ningún vendedor externo de flor al municipio, para garantizar que el poco consumo en esta temporada sea con ellas, pues las pérdidas que está dejando la pandemia están afectando a sus hogares, ellas viven de la venta de la flor y esta temporada les ayudaba a tener el sustento de medio año”.

De la zona de la laguna, Enrique Locena Bello dijo que sembró una hectárea, de esa tierra el 80 por ciento fue de Margarita, del total de su flor logró vender un 40 por ciento, “la que ya se quedó ya se pasó”.

En 2019 vendió todo, cultivó la misma cantidad e invirtió unos 10 mil pesos, de esto viven él y su esposa, a quien apenas operaron por lo que le tocó ir al mercado a ofrecer su flor.

Contó que en años pasados en estas fechas cortaba cerca de 40 docenas que vendía de 220 a 240 pesos cada una, para este 9 y 10 de mayo sólo cortó 13 docenas y las vendió a 100 pesos.

Al cuestionarle sobre el coronavirus expresó que “nos está afectando económicamente, está agarrando parejo, y aunque no sabemos si es cierto o no es cierto ya nos afectó de todos modos”.

Dijo que en años anteriores compradores venían de comunidades de otros municipios como Chilapa, “una señora llevaba en estas fechas a Acapulco, a ella le dabamos la mayor parte, este año no salió porque no hay ventas”.

Enrique de 36 años espera que mejore la situación de la pandemia, hasta diciembre volverá a sembrar en su parcela de la laguna para los meses de abril y mayo de 2021, en tanto sembrará en tierras más pequeñas en las otras unidades y ayudará a otros agricultores con su cosechas.

Los tres floricultores dijeron que la mayoría de los campesinos de esta cabecera municipal viven en el barrio del Santuario, otros son de Santa Cecilia, Santiago, El Fortín, San Isidro y San Antonio.

Los hermanos Tizapa cuentan entre bromas que en 2019 días antes del 10 de mayo, cortaban y transportaban flores desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche, el 10 de mayo a mediodía ya estaban junto a sus peones festejando una buena venta.

Este sábado 8 de mayo Jesús cortó sus plantas un rato en la mañana, cerca de las 5 de la tarde su esposa Leticia volvió a su casa del mercado con ocho cubetas llenas de flores, las que volvió a ofrecer el 10 de mayo.

Víctor en cambio sólo el viernes 8 cortó flores, lo demás ya no espera venderlo, “los crisantemos no, los tenemos que trozar, lo tenemos que sacar y lo tenemos que quemar, ya no sirven”.

Texto y foto: Emiliano Lucena