Madrid, España, 13 de octubre de 2021. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó ayer el estado de emergencia en la región de La Araucanía y la del Bíobio, en el sur del país donde vive la mayor parte de la población mapuche, que vinieron registrando un aumento de los conflictos territoriales y de los actos de violencia, abriendo la puerta así a la militarización de la zona.
En concreto, el decreto aprobado por el mandatario se aplica a las provincias de Biobío, Arauco, Malleco y Cautín, y tendrá una vigencia de 15 días.
“Frente a los hechos de violencia registrados en los últimos años en las regiones de La Araucanía y del Biobío, hemos decidido decretar estado de excepción constitucional de emergencia por grave alteración del orden público”, defendió durante una rueda de prensa el mandatario chileno.
“Estos violentos hechos destruyen casas, iglesias, instalaciones, y bienes destinados a actividades industriales y agrícolas (…) y mucha infraestructura pública”, lamentó.
El gobernador de la región, Luciano Rivas, defendió ayer mismo que en la zona hay una crisis que va más allá de las reivindicaciones históricas de los pueblos originarios y que espera que “este estado de excepción sea utilizado como un apoyo a la labor de la policía”, ya que las opciones y medidas hasta el momento no funcionaron, indicaron en la emisora local Radio Cooperativa.
Precisamente Piñera coincidió con esta idea, señalando que esta herramienta permite “enfrentar de mejor manera, con mejores instrumentos, el crimen organizado y el terrorismo que se enraizó en esos territorios”.
“Ninguna decisión es fácil”, enfatizó, para resaltar que se trata de una medida que no va dirigida específicamente contra el pueblo mapuche. En ningún caso “se orienta en contra de un pueblo”, remachó.
Por otro lado, la Fiscalía regional de Valparaíso comenzó esta semana con las diligencias relacionadas con la investigación abierta contra el presidente Piñera por la venta de Minera Dominga, una transacción en la que se investigan posibles delitos de cohecho, soborno y financieros.
Texto: Europa Press
