Reyes Betancourt Linares
Las ocho entidades del país en donde iniciará el Plan Nacional de Salud (PNS), entre las que se encuentra Guerrero, son las que presentan mayores carencias, empezando por el alto porcentaje de la población de 12 a 29 años sin acceso a la seguridad social (PSASS); tienen el menor gasto en salud por persona (GSP) y el menor número de médicos de instituciones públicas por cada mil habitantes (MIPH). En el caso de Guerrero, el porcentaje de la población de 12 a 29 años que están en el PSASS es de 85.5 por ciento; el GSP es de 3 mil 50 pesos y el número de MIPH por cada mil habitantes es de 1.62 por ciento.
Los casos de Chiapas y Oaxaca son similares en los tres indicadores a Guerrero, nosotros los superamos en el caso de MIPH, pero ellos nos ganan en el GSP, pues en Oaxaca se destinan 4 mil pesos y en Chiapas 3 mil 500. En tanto los tres estados están por debajo de la media nacional, Chiapas y Oaxaca en dos de los tres rubros, en el PSASS es de 68 por ciento y el de MIPP es de 1.9 y Guerrero está rezagado en los tres indicadores.
En las otras cinco entidades los números de estos tres indicadores son mejores, tratándose del GSP todos están por arriba del promedio nacional: Tabasco 8 mil 444; Quintana Roo 8 mil 300; Yucatán 5 mil 500; Campeche 5 mil 200 y Veracruz, 5 mil. Respecto al indicador del PSASS, tres de ellos, Quintana Roo, Campeche y Yucatán, están por abajo del promedio nacional, en el primero el 57 por ciento no tiene acceso a este servicio y en los dos siguientes no lo reciben el 65.7 y el 62.8 por ciento respectivamente. Están por arriba del promedio nacional Veracruz y Tabasco en donde el porcentaje de PSASS es de 76.3 por ciento, en el primero y en el otro el 73.7 por ciento.
De las ocho entidades mencionadas ubicadas en el sur-sureste del territorio nacional, en dos de ellas Quintana Roo y Tabasco no opera el Programa de IMSS-Prospera. En el caso de Guerrero con este programa denominado ahora IMSS-Bienestar, se atienden a 422 mil 017 personas que viven en zonas marginadas de las áreas urbanas y rurales. En nuestro estado es pertinente resaltarlo, en 2018, el programa creció casi un 100 por ciento, ya que en 2017 eran beneficiarios 217 mil guerrerenses.
Para la ejecución de este programa se cuenta con un Hospital Rural, ubicado en el municipio de La Unión, en la Costa Grande, en donde también se localizan cinco Unidades Médicas Rurales (UMR). En esta misma región se encuentran cinco UMR en Coahuayutla, tres en Zihuatanejo y dos en Petatlán. Por otra parte, se atiende también con 25 Unidades Médicas Urbanas (UMU), en las cabeceras municipales de Acapulco con cinco; en la región Norte, dos en Iguala, una en Huitzuco y una en Taxco; en la Centro tienen una en Chilapa, Eduardo Neri (Zumpango del Río), Juan R. Escudero (Tierra Colorada), Leonardo Bravo (Chichihualco) y Tixtla; en la Costa Chica, cuentan con una UMU: Ayutla, en donde también hay una UMR y un Centro de Atención al Adolescente; además están presentes en Cuautepec, Ometepec y San Marcos. En la Tierra Caliente hay en tres de los nueve municipios: Arcelia, Coyuca de Catalán y Pungarabato (Ciudad Altamirano); en la Montaña, se cuenta con UMU, en Atlixtac y Tlapa, en este también se tiene un Módulo de Salud de la Mujer; en la Costa Grande están localizados en tres de los nueve municipios: Atoyac, Tecpan y Zihuatanejo.
Como se aprecia en los tres indicadores de las ocho entidades en donde iniciará el Plan Nacional de Salud, que presentan serios rezagos; al igual que las limitadas condiciones generales de desarrollo que se vive en cada una de ellas, son los factores que han determinado que sea en estos estados en donde inicie su aplicación el PNS.
En opinión de los expertos en políticas públicas es necesario unificar los servicios de salud en todo el país como lo propone el nuevo gobierno federal; sin embargo, el obstáculo principal es la falta de recursos para concretarlo, pues los 50 mil millones de pesos adicionales con los cuales contará la Secretaría de Salud en el Presupuesto de Egresos 2019 son insuficientes para ofrecer atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población que lo requiere.
De acuerdo con el Centro de Estudios Espinoza Iglesias habría que incrementar al menos el 1 por ciento del Producto Interno Bruto al presupuesto del Sistema Nacional de Salud como lo señala el PNS, pues el reto de atender a toda la población objetivo en todo el país es muy alto.
