Taxco, Guerrero, a 30 de agosto de 2024.- El edificio de la Secretaría de Seguridad Pública de Taxco de Alarcón (SSP Taxco) ayer se mantuvo bajo vigilancia y acordonado, la policía local está sitiada por su presunta participación en secuestros de ciudadanos.
En todo el inmueble hay cuatro patrullas de la Policía Municipal, otra más de Tránsito municipal y tres de Protección Civil, así como una ambulancia y seis cuatrimotos de la corporación policiaca.
Al lugar acudieron agentes de la FGE a notificar al responsable de la SSP de Taxco el requerimiento de un juez para entregar videos de las cámaras de vigilancia de las policías Municipal y Estatal relacionados con otros delitos que no son el secuestro por el que está ocupada la institución.
También llegan ciudadanos que requieren de algún trámite en Tránsito y Protección Civil municipal.
En la ciudad sólo hay una agente de Tránsito municipal que da paso en la angosta calle donde se ubica el edificio del “Honorable Ayuntamiento”, en cuyo interior no se encuentra ni un integrante del Cabildo.
Los trabajadores no saben dónde está el encargado de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, Christopher Hernández Cuevas, mejor conocido como La Sombra.
Hay otra agente que apoya el flujo de la vialidad en la plazuela de San Juan, en el centro de la población. Nada más, policías ministeriales y Guardia Nacional están desplegados en la entrada a la ciudad que está bajo su control.
El alcalde saliente y quien quedó en un lejano tercer lugar al pretender reelegirse en la elección pasada, Mario Figueroa Mundo alcanza a responder la llamada de reporteros y asegura que se encuentra fuera del municipio. Su personal dice que acudió a un asunto en el hospital de la ciudad y que no está atendiendo a la prensa.
Entre las 2 y las 3 de la tarde de este jueves en este Pueblo Mágico sólo se observa dar un rondín a una patrulla de la Policía Estatal.
Las escuelas y las tiendas están abiertas. Hay estudiantes saliendo de clases y la gente trabajando en los negocios.
Los prestadores de servicios turísticos se arremolinan a los pocos turistas que visitan la ciudad y el personal de reglamentos del gobierno municipal fotografía a los reporteros.
Nadie quiere hablar, todos los sectores son víctimas de la violencia
Es un día normal entre semana en temporada baja de este destino turístico de la región Norte de Guerrero, pero se percibe un ambiente tenso.
La población ha vivido desde hace 10 años el nacimiento y el incremento de una violencia criminal que no ha respetado a ningún sector de la sociedad. Nadie ha escapado del crimen, quizás por eso nadie quiere hablar.
Ni vecinos de la comandancia ni comerciantes, ni ciudadanos del centro, ni el presidente municipal quieren dar su testimonio.
Nadie quiere hablar de la violencia que se recrudeció desde finales del 2023 con feminicidios, homicidios y desapariciones de comerciantes, turistas, empleados del gobierno federal, trabajadores del basurero municipal, periodistas, maestros y transportistas.
“Todos sabemos lo que pasó (con la Policía Municipal), pero por obvias razones no queremos hablar”, dice un padre de familia que resguarda a sus hijos después de salir de la escuela.
Todos toman precauciones, hasta los turistas.
Norma Villaseñor, una turista de Guadalajara sabe de la inseguridad que existe en Taxco, aún así quería conocer la ciudad. Lo hace de entrada por salida y extrema sus precauciones.
Dice que le causa un poco de molestia que los prestadores de servicio se le amontonen, pero justifica que es por la falta de turismo.
“Es por lo mismo, por la inseguridad que se manifiesta y los turistas no quieren venir. Venimos nada más de pasada, no nos quedamos el día de hoy”.
—¿El tema de inseguridad influyó para venir?¬–, preguntó un reportero.
—Sí, también para ir a Acapulco. Todo lo que es Guerrero, Michoacán, Guanajuato, son lugares donde te da miedo llegar, pero pues a ver.
—“No nos pasa nada, hay que ir relajadas y disfrutar”–, complementa otra familiar.
Este día Taxco registró una ocupación hotelera del 14 por ciento, de acuerdo con la Secretaría de Turismo estatal.
Le tocó el linchamiento en Semana Santa
El 28 de abril pasado, Uriel, un profesor cuyo hobbie es la fotografía, llegó a Taxco para conocer la representación de Semana Santa.
Bajó a la avenida de Los Plateros porque se enteró que vecinos intentaban linchar a una familia acusada de secuestro y el asesinato de una niña.
Al ver las brutales escenas y el vacío de autoridad pidió a sus familiares que llegarían al siguiente día, que cancelaran el viaje a este destino turístico.
El linchamiento público fue derivado del hartazgo de familiares, amigos y vecinos ante la falta de respuesta de las autoridades.
En esa ocasión la organización de Hoteles y Empresas Turísticas de Taxco esperaban recuperarse de la crisis de turismo que padecieron en enero y febrero debido a que paró el transporte publico tras el asesinato de un chofer de una combi, y la detonación de denuncias de extorsión.
Los líderes de las organizaciones de hoteleros revelaron que padecieron ocho semanas con porcentajes muy por debajo de la ocupación normal.
La ocupación registrada fue del 25 al 0 por ciento.
La vida cotidiana en Taxco es un peregrinar. Nadie lo dice, pero de alguna forma todos pagan extorsión.
Propietarios y trabajadores de negocios en Taxco han denunciado extorsión y cobros de piso por parte de criminales. Por ejemplo, el kilo de tortillas que en la ciudad vecina de Iguala cuesta 22 pesos, en Taxco se tiene que comprar en unos 30 pesos.
La extorsión no ha llegado a empresarios y trabajadores dedicados al turismo, aseguraron, pero tienen que pagar un 30 por ciento más en la compra de material para la construcción, artículos de ferretería, abarrotes o carne, revelaron fuentes del sector.
Texto y foto: Luis Daniel Nava
